27 de junio de 2011
Las operaciones de la OTAN en Libia han entrado en su día 100, el lunes, día 27 de junio, con ataques aéreos que han facilitado el asedio a las principales ciudades rebeldes, pero con Muamar Gadafi todavía en el poder y temores sobre una guerra abierta y prolongada.
Tres meses después de que los aviones franceses emprendieran su primera misión sobre el este de Libia, la OTAN todavía sigue atacando objetivos por todo el país, convirtiéndose en una guerra con múltiples frentes, pero con pocas victorias claras para ninguno de los bandos. Mientras que la “Operación Protectora Unificada” se aproxima a las 5.000 ofensivas, la OTAN todavía ataca unos 50 objetivos al día, la mayoría en Trípoli y alrededores y en Misrata, en el este, y también en las montañas Nafusa, al sur de la capital.
Sin embargo, los primeros éxitos de la alianza en empujar a las fuerzas de Gadafi fuera y lejos de Bengazi y Misrata, no han inclinado la balanza decisivamente a favor de los rebeldes.
Se ha llegado a un incómodo punto muerto, en que se ha pedido a los rebeldes que mantengan sus posiciones en torno a Misrata y Ajdabiya, cerca de Brega, a pesar de los bombardeos y ataques ocasionales que causan víctimas mortales.
“Hoy ha estado todo tranquilo”, cuenta Musa Maghrebi, un rebelde apostado en Ajdabiya, a última hora del domingo, día 26 de junio, “nuestras fuerzas permanecen en posición”.
El ejército rebelde, mal equipado y formado por irregulares y desertores, parece estar haciendo algún progreso significativo en las montañas Nafusa, hacia Trípoli.
A pesar del éxito limitado de la OTAN en neutralizar las fuerzas de Gadafi, la mayoría de los libios en el este del país siguen estando firmemente a favor de la misión de la alianza.
Amenaza
Musa Mbarak al-Okaili, de 46 años, cuyo hermanos Mohamed murió hace 100 días, después de que su avión MiG-23 fuera derribado por las fuerzas de Gadafi, mientras defendía Bengazi, dice que la OTAN ha ayudado a evitar masacres.
“Nos están ayudando”, dice sentado junto a un santuario dedicado a su hermano en la vivienda familiar, a las afueras de la capital rebelde. “Si no fuera por la OTAN y por personas como mi hermano, el ejército de Gadafi ya habría entrado en Bengazi”.
Entre los residentes de la ciudad existen pocas dudas sobre la magnitud de las masacres que se hubieran producido si Gadafi hubiera tomado la ciudad.
Es una amenaza que la OTAN siempre está dispuesta a recordar, mientras se enfrenta al malestar entre sus miembros sobre la duración de la guerra, con algunos países como Italia, considerando la idea de un alto el fuego.
“Hace tres meses, Bengazi estaba bajo amenaza y Misrata sitiada, así que miren ahora dónde estamos en comparación”, recuerda Oana Lungescu, un portavoz de la OTAN. “Las fuerzas de Gadafi ya no están en la posición de un ejército de masas, aunque siguen siendo una amenaza”.
Cerca de la ciudad de Misrata, fuertemente bombardeada, el día 26 de junio se produjo una nueva evidencia de esa amenaza, cuando una persona resultó muerta y otras siete heridas por dos proyectiles, según un periodista de la AFP en la ciudad.
Mientras tanto, múltiples cohetes y fuego de armamento pesado podía oírse en las llanuras en torno al enclave rebelde, en las montañas Nafusa.
Conversaciones de paz
Los comandantes de los rebeldes dicen que los combates se han centrado en Bir al-Ghanam, un punto estratégico en la carretera hacia la capital de Libia.
En medio de la desaceleración en general de los combates, un panel de la Unión Africana dice que Gadafi no participará en unas conversaciones de paz, en lo que aparenta ser una concesión al líder libio.
En los últimos días se han producido rumores insistentes sobre que Gadafi podría considerar abandonar Trípoli y que los rebeldes podrían aceptar su exilio interno, en una zona remota del país.
El ministro de Exteriores de Francia, Alain Juppe, dijo el día 26 de junio que se han producido contactos entre las dos partes, en los que se ha abordado específicamente el destino de Gadafi. “Sé que han tratado, por ejemplo, el destino reservado al propio Gadafi, que es una de las principales cuestiones hoy en día”, declaró en la radio francesa RTL.
Pero los jueces del Tribunal Penal Internacional, TPI, emitieron una orden de arresto internacional el lunes día 27, contra el líder libio, Muamar Gadafi, por crímenes contra la humanidad, lo cual reduce mucho las posibilidades de acuerdo.
Arresto internacional
Los jueces del TPI emitieron el día 27 en La Haya órdenes de arresto internacional contra Gadafi; contra su hijo Saif al-Islam, de 39 años, y contra el jefe de Inteligencia libia, Abdullah al-Senussi, de 62 años, por asesinato y persecución, desde el comienzo de los levantamientos populares, contra los oponentes al régimen, desde mediados del pasado mes de febrero.
(News 24, 27-06-11)
Las operaciones de la OTAN en Libia han entrado en su día 100, el lunes, día 27 de junio, con ataques aéreos que han facilitado el asedio a las principales ciudades rebeldes, pero con Muamar Gadafi todavía en el poder y temores sobre una guerra abierta y prolongada.
Tres meses después de que los aviones franceses emprendieran su primera misión sobre el este de Libia, la OTAN todavía sigue atacando objetivos por todo el país, convirtiéndose en una guerra con múltiples frentes, pero con pocas victorias claras para ninguno de los bandos. Mientras que la “Operación Protectora Unificada” se aproxima a las 5.000 ofensivas, la OTAN todavía ataca unos 50 objetivos al día, la mayoría en Trípoli y alrededores y en Misrata, en el este, y también en las montañas Nafusa, al sur de la capital.
Sin embargo, los primeros éxitos de la alianza en empujar a las fuerzas de Gadafi fuera y lejos de Bengazi y Misrata, no han inclinado la balanza decisivamente a favor de los rebeldes.
Se ha llegado a un incómodo punto muerto, en que se ha pedido a los rebeldes que mantengan sus posiciones en torno a Misrata y Ajdabiya, cerca de Brega, a pesar de los bombardeos y ataques ocasionales que causan víctimas mortales.
“Hoy ha estado todo tranquilo”, cuenta Musa Maghrebi, un rebelde apostado en Ajdabiya, a última hora del domingo, día 26 de junio, “nuestras fuerzas permanecen en posición”.
El ejército rebelde, mal equipado y formado por irregulares y desertores, parece estar haciendo algún progreso significativo en las montañas Nafusa, hacia Trípoli.
A pesar del éxito limitado de la OTAN en neutralizar las fuerzas de Gadafi, la mayoría de los libios en el este del país siguen estando firmemente a favor de la misión de la alianza.
Amenaza
Musa Mbarak al-Okaili, de 46 años, cuyo hermanos Mohamed murió hace 100 días, después de que su avión MiG-23 fuera derribado por las fuerzas de Gadafi, mientras defendía Bengazi, dice que la OTAN ha ayudado a evitar masacres.
“Nos están ayudando”, dice sentado junto a un santuario dedicado a su hermano en la vivienda familiar, a las afueras de la capital rebelde. “Si no fuera por la OTAN y por personas como mi hermano, el ejército de Gadafi ya habría entrado en Bengazi”.
Entre los residentes de la ciudad existen pocas dudas sobre la magnitud de las masacres que se hubieran producido si Gadafi hubiera tomado la ciudad.
Es una amenaza que la OTAN siempre está dispuesta a recordar, mientras se enfrenta al malestar entre sus miembros sobre la duración de la guerra, con algunos países como Italia, considerando la idea de un alto el fuego.
“Hace tres meses, Bengazi estaba bajo amenaza y Misrata sitiada, así que miren ahora dónde estamos en comparación”, recuerda Oana Lungescu, un portavoz de la OTAN. “Las fuerzas de Gadafi ya no están en la posición de un ejército de masas, aunque siguen siendo una amenaza”.
Cerca de la ciudad de Misrata, fuertemente bombardeada, el día 26 de junio se produjo una nueva evidencia de esa amenaza, cuando una persona resultó muerta y otras siete heridas por dos proyectiles, según un periodista de la AFP en la ciudad.
Mientras tanto, múltiples cohetes y fuego de armamento pesado podía oírse en las llanuras en torno al enclave rebelde, en las montañas Nafusa.
Conversaciones de paz
Los comandantes de los rebeldes dicen que los combates se han centrado en Bir al-Ghanam, un punto estratégico en la carretera hacia la capital de Libia.
En medio de la desaceleración en general de los combates, un panel de la Unión Africana dice que Gadafi no participará en unas conversaciones de paz, en lo que aparenta ser una concesión al líder libio.
En los últimos días se han producido rumores insistentes sobre que Gadafi podría considerar abandonar Trípoli y que los rebeldes podrían aceptar su exilio interno, en una zona remota del país.
El ministro de Exteriores de Francia, Alain Juppe, dijo el día 26 de junio que se han producido contactos entre las dos partes, en los que se ha abordado específicamente el destino de Gadafi. “Sé que han tratado, por ejemplo, el destino reservado al propio Gadafi, que es una de las principales cuestiones hoy en día”, declaró en la radio francesa RTL.
Pero los jueces del Tribunal Penal Internacional, TPI, emitieron una orden de arresto internacional el lunes día 27, contra el líder libio, Muamar Gadafi, por crímenes contra la humanidad, lo cual reduce mucho las posibilidades de acuerdo.
Arresto internacional
Los jueces del TPI emitieron el día 27 en La Haya órdenes de arresto internacional contra Gadafi; contra su hijo Saif al-Islam, de 39 años, y contra el jefe de Inteligencia libia, Abdullah al-Senussi, de 62 años, por asesinato y persecución, desde el comienzo de los levantamientos populares, contra los oponentes al régimen, desde mediados del pasado mes de febrero.
(News 24, 27-06-11)