Ciudad- Vilangwa-15 de Mayo de 2014
Por definición y
por evidencias, toda dictadura como la dictadura del endiosado Teodoro Obiang
Nguema, cleptócrata redomado que discrimina a muchos ciudadanos y que no cesa
de pisotear sus derechos humanos, jamás defiende ni protege los derechos
humanos; a pesar de los múltiples parches
realizados con miras a los organismos internacionales que les vigilan desde el
exterior.
Los diferentes
compromisos internacionales suscritos por el país no representan impedimento
alguno para que en todos los ámbitos se siga agravando la situación de los
derechos humanos en Guinea Ecuatorial. Es más cualquier delegación de los
organismos internacionales de defensa de los derechos humanos desplazado a este
país solo puede constatar las dificultades encontradas para la aplicación de dichos
compromisos. Tampoco es de extrañar puesto que el presidente del país tiene la
fama de firmarlo todo y no cumplir nada, como se le critica en privado en la
sub-región de la CEMAC.
Lo que explica en parte
esta situación y que tanto el gobierno como el presidente de Guinea Ecuatorial no
han querido ni quieren entender es simplemente la falta de formación de
aquellos que a dedo (dedocráticamente como dicen algunos) han sido colocados en
cargos de los que ignoran por ejemplo su función. Esta situación empezó desde la
primera dictadura en que, el tío de Obiang Nguema, el dictador Masie Nguema
Biyogo puso en marcha una purga nacional de aquellos elementos que no
pertenecían a su etnia. Esta segunda dictadura apretó más los tornillos: Ya no
basta con que seas de la etnia del presidente, ahora es necesario que seas del
clan del presidente, de su mujer o acólito, es decir, un monigote o títere que
baila a su voluntad. En pocas palabras, han cambiado a todo el funcionariado
por sus familiares y servidores para poder controlar todo. En la gran mayoría
de los casos, se trata de personas sin formación alguna.
Por lo tanto, se
puede pensar lógicamente que cualquier compromiso internacional suscrito por el
país jamás será aplicado por funcionarios que no lo entienden. Es evidente que
de donde no hay, no se puede sacar. Dado el nulo o bajo nivel de formación que
se exige al nuevo funcionariado, y su ignorancia de cualquier proceso
simplificado administrativo, sería menester establecer cursos de formación y
reciclaje para todos ellos.
Es aberrante que en
pleno siglo XXI esté pasando algo así, que por aquellos lares era normal en la
década de los años 60 del siglo pasado. Afirmar que Guinea Ecuatorial es un Estado
democrático y de derecho es un cinismo y una falacia sin par. En fin seamos
justos: Guinea Ecuatorial es un "Estado ligeramente democrático"
porque se hacen "elecciones tramposas". Pero de ahí a hablar de
Estado de derecho es más bien cínico y falaz.
¿Es de un Estado de derecho expulsar a los Ndowe de sus
poblaciones, dejándoles a la intemperie sin indemnización alguna ni terreno de
recambio para que puedan reconstituir su población en otra parte?
¿Es de un Estado de derecho tapar los últimos
asesinatos llevados a cabo por militares o por acólitos influyentes del clan de
Mongomo?
Este régimen es la
continuación del anterior. La impunidad campa a sus anchas en todo el país, y
para colmo, se les llena la boca con frases como "erradicar las injusticias y violaciones del régimen anterior”.
Pero, si es el mismo régimen nguemista! Es el mismo perro luciendo otro collar
retocado con el aura de una pseudodemocracia. Uno de los grandes defectos de
esta gente es que prefieren parecer, en lugar de ser. Creen que basta ser parte
en varios instrumentos internacionales de derechos humanos, para ser
consagrados como defensores de estos derechos. Es increíble la incoherencia de Teodoro
Obiang Nguema entre lo que dice y lo que hace; cosa que no parece molestarle.
Si la tuvo alguna vez, la vergüenza la perdió desde que se apropia de los
dineros del petróleo del Pueblo. El gobierno de este país afirma que desde la
constitución de 1982 el país ha ido avanzando hacia el logro de un Estado
democrático y social. La democracia es como ir en bicicleta, para mantener la
marcha es necesario seguir pedaleando; y si dejas de pedalear termina
cayéndose. Los países que se dicen democráticos nunca dejarán de modificar sus leyes
para adaptarlas a nuevas realidades políticas y sociales. El inmovilismo del
régimen dictatorial de Guinea Ecuatorial es totalmente incompatible con la
democracia. Mientras países como Canadá, siguen reconociendo los derechos de
bolsas enteras de poblaciones que hasta hace poco no los habían exigido, Guinea Ecuatorial no quiere oír hablar de
los derechos de los Pueblos Ndowe, Ambo, Bubi, Bissio, de algunas tribus Fang y
Comunidad Criolla.
Un Estado social es
todo lo contrario de Guinea Ecuatorial. ¿Cómo pueden hablar de un Estado social
donde solo tres personas tienen todos los derechos del mundo y todas las demás
ninguno?
Queda cada vez más
claro que en muchas ocasiones, las autoridades de este país no comprenden muy
bien el sentido de algunas palabras que utilizan a profusión. En este conjunto
existe mucho "loro" suelto.