Según el
Fondo Monetario Internacional, alberga un 4,3% de las reservas mundiales de
crudo y entre 1995 y 2005 registró el mayor crecimiento mundial con una
tasa del 38,4%. Así que, estadísticamente hablando, produce más barriles de
petróleo per cápita que Arabia Saudí. Empezó a explotar sus yacimientos
petrolíferos en 1992, y ahora está recogiendo sus frutos.
En 2007,
Guinea apostó por desarrollar el Plan Nacional de Desarrollo Económico
Social, denominado Horizonte 2020, con el fin de transformar la aceleración
del crecimiento del territorio y convertir al Estado en un país emergente en
2020. Guinea es uno de los enclaves de referencia en materia de captación de
Inversión Extranjera Directa (IED) y a través de este plan, el Gobierno ha
identificado los sectores potenciales a desarrollar, con especial hincapié en
ampliar el crecimiento económico, reduciendo la pobreza y promoviendo la
cohesión social.
Inversión española
España es
uno de sus principales inversores, y no es casualidad: el castellano es una
de las lenguas oficiales del país, ex colonia española. En 2010, las
exportaciones españolas crecieron un 16%, hasta alcanzar los 225 millones de
euros.
Hace más
de 40 años, cuando Guinea todavía era española, comenzaron a producirse las
primeras inversiones españolas. Eran empresas relacionadas con la
alimentación. En la actualidad este sector lo manejan las compañías
canarias establecidas en Guinea.
Las
oportunidades de negocio en Guinea Ecuatorial se centran, fundamentalmente, en
el sector de la construcción, que se encuentra en pleno desarrollo y donde las
empresas españolas tienen oportunidad de hacerse un hueco entre los
competidores ya establecidos en el país, como Francia, Líbano y China.
Actualmente las empresas españolas como Cororasa están realizando obras
como la canalización de los ríos Cónsul y San Nicolás y la construcción
de la sede social de la petrolífera americana Noble Energy. Recientemente
también están implementándose las empresas vinculadas a la electricidad y la
energía.
El país
también demanda el desarrollo de una industria básica de materiales de
construcción (ladrillos, cemento, etc.) de la cual carece prácticamente en su
totalidad.