Informe del FMI sobre Guinea Ecuatorial: La caída hacia la recesión
12 Mayo, 2014 5:46pm by Javier Blas
De los 45 países que el Fondo Monetario Internacional hace seguimiento en el África subsahariana, todos menos uno verá crecer sus economías este año. ¿La excepción? Guinea Ecuatorial.
De los 45 países que el Fondo Monetario Internacional hace seguimiento en el África subsahariana, todos menos uno verá crecer sus economías este año. ¿La excepción? Guinea Ecuatorial.
El FMI prevé que la economía del pequeño país del África Occidental, rico en petróleo, se contraerá un 2,4 por ciento en el 2014, entrando en recesión después de haberse contraído un 4,9 por ciento en el 2013.
Peor aún, el
organismo multilateral prevé un tercer año de decrecimiento (crecimiento
negativo) en 2015, con la economía hundiéndose hasta un 8,3 por ciento debido a
una caída en la producción de hidrocarburos, de acuerdo con la reciente
revisión semestral del FMI sobre la región.
Atrás han quedado los años del boom
de finales de 1990 y principios de 2000, cuando Guinea Ecuatorial logrado tasas
de crecimiento anual estratosférico de 40-60 por ciento, a medida que nuevos
campos petrolíferos entraban en producción, inundando de dólares Malabo, la
capital.
Impulsada por la producción de petróleo y gas natural, Guinea
Ecuatorial cuenta con el mayor nivel de ingreso per cápita en toda el África
subsahariana, a 22300 dólares al año, casi cuatro veces más que Sudáfrica. Sin
embargo, alrededor de tres cuartas partes de la población viven por debajo del
umbral de la pobreza.
"Los principales campos petrolíferos han superado
sus niveles de producción máxima, con el resultado de que la producción total
de hidrocarburos parece ahora sufrir una tendencia secular a la baja",
dice un alto funcionario del FMI con sede en Washington.
La recesión de la
producción del petróleo destaca la urgente necesidad de diversificar la
economía y por eso el país celebró en febrero una cumbre importante para atraer
a los inversores extranjeros. El gobierno dijo que el seminario atrajo a 241
empresas, incluidos los grupos de la construcción, las empresas pesqueras y los
grupos de salud y hospitales de los EE.UU., China, Canadá, Brasil, Países
Bajos, Sudáfrica y España. Para cebar la bomba, Guinea Ecuatorial propuso crear
un fondo de mil millones de dólares para invertir junto con empresas
extranjeras, en el que aportaría la mitad.
La fiebre del petróleo en Guinea
Ecuatorial se inició en 1995, después de iniciarse la producción del campo Zafiro
de ExxonMobil, seguido poco después por Hess y Marathon, que desarrolló las
reservas de gas natural del país. La producción de petróleo aumentó
drásticamente en una década, cuando en 2005 alcanzó un máximo histórico de
376.000 barriles por día. Para entonces, Guinea Ecuatorial era el tercer mayor
productor de petróleo en África subsahariana, sólo por detrás de Nigeria y
Angola. Pero la producción comenzó a declinar después de 2005, debido en parte
al envejecimiento del campo Zafiro y también por la falta de nuevos
descubrimientos.
Ejecutivos de las petroleras extranjeras y diplomáticos
también culpan a la mala gestión de GEPetrol , la compañía de propiedad
estatal, que no pudo traer nuevas empresas a explorar. La situación cambió
después de que el ministerio de petróleo se hizo cargo de la concesión de
licencias de GEPetrol, reconstruyendo la confianza con los grupos extranjeros.
Una oleada de nuevos contratos siguió después, incluidos los del gigante de
bienes de consumo Glencore y la empresa que cotiza en la bolsa londinense
Ophir. En 2012, después de que el ministerio asumiera el control como
negociador principal, firmó nueve contratos de petróleo y gas, frente a sólo
ocho realizados entre 2006 y 2011.
Nuevas licencias pueden de nuevo volver a
aumentar la producción de petróleo y gas natural, estabilizando la crisis
económica. Pero a menos que las compañías petroleras extranjeras encuentren
rápidamente nuevos campos de petróleo, Teodoro Obiang, que se convirtió en
presidente del país en agosto de 1979 después de derrocar a su tío en un
sangriento golpe de estado, podría enfrentarse a una situación económica
complicada. Después de casi 35 años en el poder, es el presidente que más
tiempo lleva en el poder en África, por delante de Robert Mugabe de Zimbabwe y
José Eduardo dos Santos de Angola.