martes, 19 de enero de 2016

EL OBIANGNISMO EN LAS POSTRIMERÍAS DE SU DESGIBIERNO EN GUINEA ECUATORIAL

Por: Roy Buyer
Pedi: 18/01/2016
Dicen los Fang que muy bien lo conocen, que pertenece a una especie de origen atípico  y con unas connotaciones que se deberían considerar como fuera de lo común en lo concerniente a sus maneras de comportarse en las comunidades a las que pertenece.
Precisamente éste presidente dictador y, no por ser quien dicta las normas si no por su talante absolutista, gracias a las riquezas de Guinea Ecuatorial a lo largo y ancho de dos décadas ha sido el aliado perfecto de las potencias  y sus respectivos gobiernos más influyentes de occidente. Era la época en que las riquezas de nuestro país apetecían tanto que eclipsaban los llantos de la población que día tras día clamaba clemencia  a pesar de las continuas violaciones de sus correspondientes derechos fundamentales. Todos absolutamente todos los gobiernos occidentales eran presionados por las multinacionales respectivas de cada estado con el objeto de, canalizar las políticas de sus gobernantes en beneficio de consolidar pingües negocios con el dictador, a pesar de su perfil impresentable por el sistema político que siempre ha abanderado. En esa época, la economía de  Guinea Ecuatorial crecía a una velocidad tal, que estaba entre los tres países con mayor crecimiento económico del planeta Tierra a saber, China, Brasil y Guinea Ecuatorial. Nuestro país de la nada, paso a constituirse como el tercer productor de petróleo sólo por detrás de la República Federal de Nigeria y de la República de Angola. Todos deseaban hacer y hacían negocios con el dictador y, éste equivocadamente,  por un lado entendió que ante su impopularidad dentro de la nación nadie le iba a hacer frente, cosa que efectivamente así fue y por otro lado que todos los líderes del mundo occidental los tenía a su merced comiendo de su mano; E en consecuencia, eso le daba la absoluta libertad para hacer y deshacer en cualquier parte de éste planeta.
A éste periodo corresponde  la época en la cual  usando y abusando  de los convenios internacionales en materia de revisiones  de valijas diplomáticas, aviones presidenciales así como la inmunidad diplomática de sus altos cargos nominados a dedo por él mismo Teodoro Obiang Nguema, llegó a tejer una de las mayores redes de conexión de  narcotráfico que se haya conocido en el continente africano. Se conoce de él y de su conexión con los narcotraficantes colombianos y no era interesante en aquellos momentos alzar la liebre en beneficio de las multinacionales que en Guinea Ecuatorial estaban operando. Sin desconsiderar el potencial adquirido gracias a su posición aventajada de Jefe de Estado, se abrió paso también en las cuestiones del blanqueo de capitales en los paraísos fiscales. Su avión personal o presidencial realizaba, contabilizado y registrado en los aeropuertos de los paraísos fiscales en que aterrizaba, en ocasiones más de tres vuelos por semanas cargados de sacas de  dineros pertenecientes a los fondos del Estado guineoecuatoriano que automáticamente se ingresaban a nombre de sus empresas privadas y pasaban a formar parte de su patrimonio personal. En esa época los Estados Occidentales en beneficio de las suculentas ganancias que cosechaban sus respectivas multinacionales en Guinea Ecuatorial, los gobiernos sólo les quedaba hacer la vista gorda a fin de beneficiar los pingües crecimientos económicos de las mismas.
Teniendo todo ese volumen de factores a favor, dada la situación política en que se encuentra el escenario político de Guinea ecuatorial, descaradamente revela la enorme inutilidad cefalea que atesora el mandamás Teodoro Obiang Nguema. Desde luego que si yo fuera, con una goleada tan abultada no se me escaparía éste partido. Pero nuestro consuelo, radica en que él solito se lo ha ganado a pulso y que con patatas fritas se lo coma. Su inconsistente prepotencia, su falta de saber estar en el escenario político en el que se desenvolvían las cuestiones que gestionaba y el malestar de los diferentes protagonistas sobre todo entre los pertenecientes a los estados occidentales, progresivamente fue creciendo el malestar, hasta el extremo de que una de las primeras potencias en desmarcarse de él fue la Gran Bretaña declarándole tanto a él como a su preferido hijo Tontorín como personas non gratas. Hemos asistido como testigos mudos o convidados de piedra al escándalo de blanqueo de capitales de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo en el Banco Riggs de Washington, uno de los más antiguos de EE.UU., promovido por el Congreso de los EE.UU. En Francia surgió también la trama de los “Bienes Mal Adquiridos” que le salpicaron tanto al padre como al hijo y desconocemos si también está implicado el espíritu santo junto a Omar Bongo de Gaón y Sasou Ngueso del Congo Brazaville.
Todos sus asociados occidentales hartos de sus arbitrariedades le fueron dando carpetazo a las cuestiones mercantiles que les unían al tirano. Resultado de los mismos, los americanos disolvieron la sociedad mixta que les unía, cesaron la extracción de crudo en el país y desmantelaron sus instalaciones, que por cierto los prohombres del régimen consideraron como bienes abandonados e hicieron lo que perfectamente sabemos que suelen hacer en tales situaciones, (apropiación indebida de los mismos).  Los franceses como es habitual en ellos, toman carta en el asunto con la justificada escusa de proteger sus intereses. No debemos olvidar que Guinea Ecuatorial fue un país productor de petróleo que en su día extraían los americanos  y se llevaban la mejor parte de forma tal que la restante se refinaba en las refinerías francesas para Guinea Ecuatorial y la comercialización del refinado iba a cargo de empresas independientes. Por un lado la francesa por mediación de sus surtidores GETOTAL  y por otro lado la empresa de capital nacional o, mejor dicho de la familia de Teodoro Obiang Nguema GEPETROL.  Con la marcha y desmantelamiento de las instalaciones americanas, el ejecutivo de Obiang se resintió de tal modo que al no poder mantener el ritmo de los pagos necesarios para la continuación de las obras por finalizar, el sector de la construcción se le vino abajo al dictador con el cierre y salida en desbandada de importantes empresas occidentales del sector de la construcción por impagos de la administración, (masivo despido sin indemnización de trabajadores). La verdad es que los Pueblos de Guinea Ecuatorial han pasado unas fiestas Navideñas y de Año Nuevo como ninguno de ellos se hubieran podido imaginar en el peor de sus sueños hace exactamente doce meses y, para mayor inri acaban de conocer la multimillonaria dote pagada por el actual Director de Gepetrol el ínclito Sr. Oburu por su recién desenlace matrimonial en un momento improcedente dada la situación económica que se está atravesando en el país. La verdad es que Guinea Ecuatorial por la mala cabeza de su presidente y cada uno de sus respectivos usurpadores de las riquezas del país,  han traído a éstos Pueblos la desgracia en que se ven sometidos y que seguramente es la antesala del final de la dictadura neocolonialista que representada está por Teodoro Obiang Nguema.
Ya que las cabezas pensantes del régimen nunca tuvieron en cuenta el actual escenario, nos encontramos con que los americanos ya no extraen crudo. En consecuencia, los galos no tienen crudo para refinar y consecuentemente no hay gasolina, diésel ni gas butano en los surtidores, tanto de GETOTAL, como en los de GEPETROL. Con éste escenario tenemos el clima propicio para que venga el gracioso de turno, el eterno Bebé de más de 45 anos Tontorín a  encender el cigarro en ésta habitación gaseada de  gas butano y gasolina súper, realizando un viaje de ocio, usando el único avión 777, lo que ha supuesto paralizar a viajeros durante más de 7 días, además de usar otro jet presidencial, con el coste de toneladas de combustible, tripulación, impuestos de aeropuertos, todo a cargo del  Estado, mientras la población pasa penurias. ¿El resultado? Ya saben de quién es culpa…, por la mala cabeza del mandamás presidente usurpador, tirano, neocolonialista, tribalista, dictador por dictar mal las normas y además ni someterse el mismo a esas normas.