jueves, 8 de mayo de 2014

DICTADORES Y DICTADURAS EN EL MUNDO ACTUAL (II): GUINEA ECUATORIAL Y TEODORO OBIANG, DE DICTADOR A DICTADOR.

En la entrada anterior y primera de esta nueva serie de post vimos la situación de la libertad en el mundo actual y sentamos las bases que justifican los casos concretos de “dictadores y dictaduras” existentes en el mundo actual. Hoy comenzamos finalmente con el primero de estos casos, el caso de Guinea Ecuatorial y su dictador Teodoro Obiang dado que en las últimas semanas este “señor” se ha paseado por el funeral de Adolfo Suárez o por Bruselas, ocupando por ello los primeros titulares de la prensa nacional e internacional.

No quiero continuar sin insistir en que este y los próximos artículos de esta materia, no son fruto de ningún trabajo de investigación ni pretenden en modo alguno penetrar en la profundidad de cada uno de los casos tratados si no exponer de forma universalmente comprensible una situación y despertar el interés por recurrir a fuentes de información especializadas para conocer en profundidad los detalles de los regímenes políticos y de los dirigentes que vamos a tratar.
Guinea Ecuatorial, un país independiente pero que aún no conoce la libertad.
Guinea Ecuatorial es un pequeño país de poco más de 736.000 habitantes (2012), muy rico en petróleo y ubicado en África central, y cuya población vive desde hace casi 45 años bajo un régimen carente de libertades, dictadura, si bien “oficialmente” la República de Guinea Ecuatorial” figura como “Estado independiente, republicano, unitario, social y democrático“, según dicta su Constitución, cuya forma de gobierno es la república presidencialista, aunque dentro del marco de un régimen dictatorial militar.
Primero fue el tío, Francisco Macías Nguema; después llegó el sobrino, Teodoro Obiang Nguema. Juntos, y también uno después del otro, han dirigido despótica y cruelmente la nación desde que el 12 de octubre de 1968 la anteriormente conocida como Guinea Española obtuviese la plena independencia respecto de España.
Durante 11 largos años Francisco Macías Nguema llevó el timón de Guinea Ecuatorial purgando a la oposición y saqueando el dinero público. Se estima que durante ese período cerca de un tercio de la población del país fue asesinada o expulsada, sin que evidentemente podamos conocer la cifra exacta. Durante ese tiempo su mano derecha fue su propio sobrino, Teodoro Obiang Nguema, quien finalmente sería quien acabara con él para hacerse con el poder.
 
Obiang sirvió a su tío como jefe de la Guardia Nacional y como carcelero de la infame cárcel “Playa Negra“, el centro de tortura del régimen, hasta que en 1979 dio un golpe de Estado, Macías fue detenido, juzgado y ejecutado por un Consejo Supremo Militar presidido por el propio Obiang. Desde entonces Teodoro Obiang ha salido vencedor de todos los procesos electorales que se han celebrado en el país aunque claro, ésto tiene truco:

En 1983 y 1988 tuvieron lugar elecciones parlamentarias, a las que concurrió una sola lista de candidatos.
En 1989 se celebraron elecciones presidenciales con Obiang como candidato único. Evidentemente ganó.
Entre enero y febrero de 1992, los opositores que habían regresado al país tras un conato de tímida apertura fueron encarcelados.
Meses después se legalizaron algunas formaciones políticas opositoras al régimen pero, poco antes de las elecciones legislativas de 1993, 10 de los 14 partidos fueron ilegalizados lo que se tradujo en una abstención en torno al 80% y una nueva victoria de Obiang.
En 1996, tras encarcelar a uno de los líderes opositores acusado de corrupción y calumnias, e impedir que otro participase gracias a una nueva ley electoral, Obiang obtiene el 98% de los votos (un exitazo).
En las elecciones presidenciales de diciembre de 2002, pese a las denuncias de fraude de la oposición, Obiang fue reelegido, revalidando su mandato otros siete años (hasta 2009).
Como vemos, toda una serie de artimañas y estratagemas claramente orientadas a revalidarse en el poder a pesar de las críticas internacionales, sólo duras en momentos concretos como en las elecciones de 1996, pero tímidas de forma general durante los casi 34 años que Obiang está en el poder.

Un gobierno de excesos

Como cualquier otro régimen o gobierno de corte dictatorial, los excesos son moneda corriente en Guinea Ecuatorial, no sólo en el plano político, si no también en lo social.

En 1995 el embajador estadounidense del gobierno de Bill Clinton tuvo la “genial idea” de promover el respeto a los derechos humanos en Guinea Ecuatorial lo que le valió ser amenazado de muerte e instado a abandonar el país. Diez años más tarde George Bush “hijo” reanudó las relaciones diplomáticas con el dictador Obiang; por aquel entonces ya se había descubierto la “mina de oro” del país.

En 1998 tuvo lugar un juicio sin ninguna garantía procesal contra 117 miembros de la etnia bubi (la familia Nguema pertenece a la etnia fang, mayoritaria en el país) cercanos al grupo opositor MAIB (Movimiento por la Autodeterminación de la Isla de Bioko), supuestamente implicados en un intento de magnicidio. El simulacro de juicio terminó con quince condenas a muerte.

Actualmente el “gobierno” de Teodoro Obiang está considerado como uno de los más represores del mundo, según organizaciones internacionales de Derechos Humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, quienes hacen referencia explícita a desapariciones de activistas, tortura, falta de libertad de prensa, falta de garantías jurídicas reales, manipulación de los procesos electorales y un reparto de la riqueza del país extremadamente desigual.

Podéis ampliar información en el Informe Anual de Derechos Humanos en Guinea Ecuatorial elaborado por Amnistía Internacional.

El petróleo de la legitimidad internacional.

1996 fue un año decisivo desde el punto de vista económico para el país: la multinacional estadounidense Mobil comenzó la extracción de petróleo en Guinea Ecuatorial. Desde entonces, y gracias a unos ingresos petroleros fantásticos que en los últimos años se han multiplicado por diez, Guinea Ecuatorial ha experimentado una tasa de crecimiento situada en torno al 33%, un crecimiento económico que sin embargo no ha servido para mejorar las condiciones socioeconómicas de la población, si no para que la comunidad internacional suavice notablemente sus críticas al régimen otorgándole incluso cierto grado de “legitimidad” materializado en visitas oficiales de países como Estados Unidos o España entre otros muchos, o en situaciones como la reciente asistencia de Teodoro Obiang al funeral por Adolfo Suárez entre la incomodidad de los presentes y las críticas de los medios, o la invitación recibida por el dictador por parte del Instituto Cervantes y la UNED para participar en una conferencia en Bruselas, sin olvidarnos de la visita oficial de la Selección Española a aquel país en noviembre de 2013. Y es que ya lo dice el refrán: “poderoso caballero es don dinero”, y Guinea Ecuatorial es actualmente el tercer productor de crudo del África subsahariana (tras Angola y Nigeria).