Las fuertes medidas de seguridad reprimen las protestas y los principales responsables de la oposición son confinados en sus casas.
EFE / Teherá
Al menos una persona ha resultado muerta y varias más heridas en las manifestaciones que la oposición iraní ha convocado en Teherán, según infoma la agencia de noticias local Fars. El medio, que cita fuentes anónimas propias, no detalla en qué lugar de la capital se han producido los incidentes y se limita a indicar que fueron víctimas de armas de fuego.
Los opositores iraníes han vuelto a salir esta tarde a las calles del país tras meses de silencio, pese al férreo dispositivo policial y la advertencia de las autoridades de que la movilización no había sido autorizada.
Los manifestantes fueron convocados por los dos candidatos que fueron derrotados en los polémicos comicios presidenciales de junio de 2009, en los que resultó reelegido el presidente, Mahmud Ahmadineyad, y cuyo resultado la oposición reformista calificó de fraudulento. Según testigos, durante la marcha se gritaron consignas en contra del Gobierno y a favor de los alzamientos prodemocráticos en Egipto y Túnez.
Pese al férreo despliegue policial, los iranís han respondido los llamamientos de la oposición y han tratado de manifestarse tanto en Teherán como en otras ciudades del país, donde, según han informado testigos, ha habido disturbios y se han practicado numerosas detenciones, entre ellas la del cónsul de España.
La oposición iraní ha denunciado que un número indeterminado de personas han sido arrestadas en la ciudad de Isfahan, en el centro del país, y en Teherán, donde se produjeron enfrentamientos entre efectivos de las fuerzas de Seguridad y los manifestantes.
Diferentes testigos han añadido que los agentes iranís han vuelto a usar gases lacrimógenos y balas de fogueo para dispersar a la gente, que de forma silenciosa y en grupos dispersos se han desplazado a la emblemática plaza de Azadí, en el suroeste de la ciudad.
Algunas informaciones de la oposición apuntan, igualmente, a que se han producido víctimas, extremo que no ha sido confirmado ni por fuentes diplomáticas ni independientes.
Segunda convocatoria
La movilización ha sido convocada por los mismos líderes de la oposición reformista que en junio del 2009 denunciaron como "fraudulenta" la polémica reelección del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad. En aquella ocasión, cientos de miles de personas se echaron a las calles del país para apoyar las reclamaciones de la oposición, en una oleada de manifestaciones populares que fueron reprimidas con violencia.
En la represión, perdieron la vida una treintena de personas, según cifras oficiales, y más de 70 de acuerdo con el cómputo de la oposición, y millares más fueron arrestadas.
Alrededor de un centenar de personas fueron después juzgadas y condenadas a diferentes penas de cárcel, e incluso a la horca, acusadas de conspirar con países extranjeros para derrocar las tres décadas de régimen islámico.
Movimiento verde
La marcha de este lunes fue convocada la semana pasada a través de internet por los líderes del denominado movimiento verde, Mir Husein Musaví y Mehdi Karrubí, ambos derrotados en los controvertidos comicios del 2009. En un comunicado divulgado a través de sus respectivas páginas web, ambos pidieron permiso para salir a la calle en apoyo a los exitosos levantamientos populares y prodemocráticos en Egipto y Túnez.
En su nota, criticaron además la actitud del régimen iraní, que ha apoyado desde el principio los citados alzamientos pero que "impide las manifestaciones en su país". Sin embargo, ninguno de los dos ha podido todavía presentarse en la movilización, ya que según las páginas web afines a su movimiento, ambos fueron recluidos e incomunicados en sus respectivos domicilios, rodeados por efectivos de las fuerzas de seguridad que cortaron las calles y las líneas telefónicas.
Ofensiva policial
"Varios coches de policía han cortado los accesos. Además, las líneas telefónicas, tanto fijas como móviles, de Musaví y de su esposa Zahra Rahnavard están cortadas desde el domingo", explica la página Kaleme.org. Agentes y voluntarios islámicos (los denominados Basij) patrullan por las avenidas de Enguelab (revolución) y de Vali-e Asr, escenario en junio del 2009 de las multitudinarias marchas contra la reelección de Ahmadineyad, y otros puntos de la capital.
Las web han denunciado, igualmente, que durante la semana pasada el régimen llevó a cabo una campaña de intimidación en la que fueron detenidas una veintena de personas. Asimismo, las autoridades censuraron también diversas páginas web de noticias internacionales y trataron de generar interferencias en la emisión de los canales por satélite.
Prohibido informar
En este sentido, la oficina encargada de asuntos de prensa ha comunicado con insistencia a los periodistas extranjeros que la marcha no estaba autorizada, por lo que carecían de permiso para informar desde la calle. Una ofensiva institucional en toda regla para evitar que la revuelta de Egipto y de Túnez pueda reproducirse en el país persa.