domingo, 9 de diciembre de 2012

Una demanda de intercambio de cromos refuerza el rechazo al «contubernio malváceo»

Por Elèmbo e-a Monjeli,


En los países democráticos, durante las elecciones existe un ritual y unas mecánicas habituales. Suelen haber movilizaciones de los partidos políticos, intentos de encandilar al elector por todos los medios posibles, algunos partidos invierten millones de euros para conseguirlo, se oyen acusaciones de todo tipo, y hasta recurren a fantasmas que tienen la virtud de forzar el voto hacia un lado o hacia otro. En fin, como dicen en francés, … une vraie  braderie, quoi! "

Es curioso, pero se diría que en el contexto de Guinea Ecuatorial también se ha desencadenado una especie de precampaña electoral en la que algunos "opositores" han empezado a prometer hasta la luna con tal de conseguir el apoyo de tal o tal "facción". Aunque a muchos de estos señores les escuece todavía la boca si intentan decirlo, son muchos los guiños que están haciendo a los Pueblos que componen el arco social de Guinea Ecuatorial.

Saben ciertamente que la amenaza de dejar a los Ndowe durante otros 50 años sin sus derechos humanos, económicos y sociales solamente ha servido para reforzarles en su determinación de depender poco de estas facciones opositoras mayoritariamente dominadas por los Fang. Y nadie debería rasgarse las vestiduras puesto que los objetivos de cada parte son totalmente divergentes. Ahora se dedican a reconocer a quien quiera escucharles que Guinea Ecuatorial es un país plurinacional. Echen la vista en un espacio de dos años atrás; recuerden los exabruptos que se escucharon hasta en las antípodas cuando los dirigentes Ndowe lo dijeron; y se darán cuenta del recorrido intelectual que supone esta aceptación.

El caso es que quieren "intercambiar cromos": Quieren que a su vez, el Pueblo Ndowe olvide todo lo que ha pasado; que no tenga en cuenta el genocidio, la eliminación sistemática de sus líderes; que olviden la discriminación tribal que sufren hasta hoy en su territorio ancestral; que olviden la miseria que están pasando; que olviden las expropiaciones de bienes muebles e inmuebles que han sufrido…

Me temo que esto es totalmente inaceptable para cualquier ser humano, aunque para alagarle le digan 1000 veces demócrata. ¿Cómo quieren que confiemos en unos señores que nos han tenido casi medio siglo sometidos a una especie de esclavitud-invisibilidad?

La falta de credibilidad que han demostrado los “señores y señoritos de la mayoría” no es precisamente un aliciente para que los responsables Ndowe transijan en su tarea como líderes de esta Comunidad. Están diciendo a quien quiera oírles que pretenden “promocionar el consenso plural para una futura convivencia no tribalista (la actual lo es; es tribalista y clánico- étnica fang), en la que se conceda la máxima amplitud a los derechos de autogobierno individuales y colectivos

¿A que son palabras bonitas? ¿A que se parecen mucho a promesas electorales? ¿A que esto les recuerda lo que dijo Francisco Macías Nguema Biyogo antes de tener en sus manos el “bastón de mando”? ¿Y qué hizo después?

Los Ndowe no tenemos que demostrar nada a nadie. Los que han faltado siempre a su palabra, sí. Los que han sido nuestros verdugos, sí. Deben demostrar que pueden ser personas, que pueden ser personas dignas, que pueden ser personas dignas de confianza.

De entrada, los Ndowe rechazamos al “Contubernio Malváceo” [como escribió Bokombba boa Mombùka en la página 5 del numero 48 de Sango a Mboka] por su falta de rigurosidad, que consideramos un prelució a otra falacia que puede conducirnos a otra situación similar a la actual.

 
QUIEN NO APRENDE DE SU HISTORIA ESTÁ CONDENADO A REVIVIRLA.