Cuando, sin pudor
alguno, un individuo pretende justificar el mal que está infligiendo a personas
inocentes debido a que otros individuos venidos allende los mares infligieron el
mal a todos los pueblos que encontraron en sus territorios ancestrales del
Golfo de Guinea-, se puede decir que se trata de un individuo malcarado,
inmoral e ilógico cuya errónea y errática estrategia política está basada en la
sinrazón del tribalismo más primitivo.
Como es sabido,
todos los Pueblos que componen el arco social guineoecuatoriano sufrieron los
rigores de la colonización europea. Solo se pudo terminar con esta dura
situación cuando tomaron consciencia los autóctonos y se aliaron para forzar la
salida del colonialista europeo. Fue una época en la que, con más o menos
voluntad, todos los guineoecuatorianos fueron actores de relevancia, independientemente
de su pertenencia étnica.
Es cierto que las
potencias europeas que colonizaron África hicieron un destrozo brutal a todos
los niveles en este continente, cuyas consecuencias duran hasta hoy en día. Las
dictaduras que actualmente asolan varios países africanos representan una de
las consecuencias directas de este destrozo es profeso y calculado de los
colonialistas europeos. «Yo no acepto ninguna lección de gobernanza de parte de
gente que no han dudado en pillar sistemáticamente y que continúa pillando a
África.» Son palabras atribuidas al tribalista sátrapa y cleptócrata de Guinea
Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo. Este tribalista sátrapa, imbuido de
un fundamentalismo étnico-tribal institucionalizado desde el poder que siempre
ha actuado con total impunidad y prepotencia, mantiene al Pueblo Ndowe en un
limbo en el que sus derechos humanos, económicos y sociales son pisoteados por sistema.
¿Es esto una gobernanza positiva a la vista de todo el mundo? A pesar de que no
acepta ninguna lección de gobernanza por parte de los europeos ¿no es evidente
que sí necesita muchas lecciones de gobernanza? A menos que también haya
modificado la semántica de esta palabra, como nos tiene acostumbrados.
No es normal que se
evoque la buena gobernanza a la vista de todo el mundo mientras que por detrás
ocultamente se está aplicando un fundamentalismo étnico-tribal fang contra todo
aquél que no lo sea o, en su defecto, contra todo fang que no esté alineado con
la dictadura. Dice el refranero popular «Dime de qué presumes y te diré de qué
careces».
Da vergüenza ajena
oír en boca del sátrapa tribalista de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema
Mbasogo palabras de presunción de buena gobernanza; cuando, al contrario, sabe
muy bien que no puede engañar a nadie. Añade Obiang Nguema el sátrapa
tribalista y cleptócrata de Guinea Ecuatorial: «No tengo ningún complejo de cara
a los dirigentes occidentales». Realmente, no se tendría que añadir nada más; si
no es porque personajes de este estilo suelen ser acomplejados productos de
esta nefasta colonización europea que hemos denunciado.
Ante la crisis
actual en la Unión Europea, los líderes europeos le han dicho a Obiang Nguema
sí a todo; le han sacado a la palestra por si faltaba alguna prueba. Este mundo
cada vez más globalizado, que le ha firmado una patente de corso al tribalista
dictador y cleptócrata, dueño de la satrapía petrolera de Guinea Ecuatorial,
permitiéndole practicar abiertamente una discriminación contra miembros de
otras etnias diferentes de la suya –es decir un verdadero «sueño del mono
loco»– o contra otros fang, es un mundo loco