Por Ma-Bàlle ma-a Joba, Redacción - Sàngo à
Mboka nº 46 | 27 de Mayo de 2012
Obiang Nguema Mbasogo vive de las apariencias.
Desde que ha visto la efectividad del lavado de su imagen, se ha especializado
en aparentar cosas, situaciones, aspectos, ayudándose de sus falacias y cuando
ya no funcionan, utilizando la fuerza policial y el ejército en caso de
necesidad.
No es de extrañar que se sustente en el férreo
control de la población y de los medios de comunicación.
A pesar de todo, lo que se percibe en la población
es el inevitable y creciente cuestionamiento a la dictadura fang de los Obiang
Nguema, que ha sido pillada en varias mentiras consecutivas a nivel internacional,
mentiras que están siendo poco a poco descubiertas y diseminadas por los cuatro
vientos por los medios de comunicación internacionales.
La reacción del dictador corrupto de Guinea
Ecuatorial, Obiang Nguema, al ser pillado su hijo y él en mentiras, cintas de
video y sexo ha sido enviar un mensaje de cerrazón y amurallamiento, pura lógica
de dictador y nepotista nato. El mensaje que envía con la «remodelación» de su
gobierno es: « ¿Creíais haberlo visto todo? Pues, ahora tendréis doble y hasta
triple ración de Obiang’s.»
En realidad es la peor opción para él, porque
ya está sentenciado por los Pueblos de Guinea Ecuatorial. Para los playeros,
pescadores natos, existe una imagen muy típica que es la de hacer tragar
completamente al pez el cebo para acto seguido tirar bruscamente del sedal para
que el anzuelo haga su función. El pobre inepto de Obiang Nguema está en la
«fase de tragar»; pero se va a sorprender cuando note el tirón brusco del sedal
y note el pinchazo del anzuelo en su sucia garganta. A pesar de todo, por
seguro que no se lo va a creer, como su padre espiritual Gadafi; hasta que vea
al mismo pueblo que él ha ignorado hasta aquí, ignorar sus peticiones de piedad
y quitarle la vida.
Actualmente, para la gran mayoría de la población,
las consecuencias nefastas de este anacrónico sistema dictatorial fang – establecido
por la fuerza en Guinea Ecuatorial– ya no pueden pasar desapercibidas,
independientemente de la etnia a la que se pertenece. Hoy por hoy, 33 años
después de la falacia inicial de «liberar al pueblo de Guinea Ecuatorial de la
sangrienta dictadura de su antropófago tío Macías Nguema Biyogo», las evidencias
ya no pueden ser ocultadas ni manipuladas porque la realidad ha comenzado a
hablar por sí sola.
Los Ndowé sabemos que el país está en una
encrucijada histórica; posiblemente estemos ante cambios importantes. Y no nos
extraña que el dictador en jefe tenga que recurrir a sus vástagos criados al calor
de la corrupción; lo mismo hizo su mentor Gadafi y todos sabemos cómo terminaron
y cómo tienen que vivir los que quedan.
Tenemos una tarea muy importante por delante
y no nos da miedo. Es necesario despertar el raciocinio y la cordura de todos los
guineoecuatorianos para que fríamente puedan cuestionar el discurso oficial con
sus razonamientos, aportando argumentos para combatir algunas de las falacias
que el sistema de la cleptocracia familiar de Obiang Nguema nos vende continuamente
a todos los ciudadanos.
La mejor manera de combatir a este régimen
basado en la falacia permanente es utilizar como únicas armas el sentido común,
la razón, la observación, el pensamiento crítico y libre, y un mínimo de memoria
y de información.
Estar bien informado y bien formado ayuda
mucho a combatir las múltiples falacias sobre las que descansa la
cleptocracia-pedegista instalada por Obiang Nguema en Guinea Ecuatorial. Es
más, son muchas las contradicciones que se pueden observar en la actuación de
la dictadura.
No conviene olvidar que uno de los mayores
enemigos de la libertad de pensamiento son los prejuicios, el arma favorita de
los populistas nguemistas porque en este país es moneda corriente entre algunos
políticos demagógicos Fang; los han utilizado para manipular a su pueblo y
lanzarles a cometer barbaridades.
Macías Nguema les llenó la cabeza de prejuicios
como por ejemplo que «los Ndowé son mala gente porque les vendieron arena de la
playa como sal» (ellos debían ser poco inteligentes porque se dieron cuenta
después de consumirla). También, Obiang Nguema les manipula diciendo que «los Ndowé
son unos vagos» (todos saben que para los Ndowé no hay trabajo si hay algún
Fang sin trabajo). Son varios los prejuicios utilizados por las dos dictaduras
fang de Guinea Ecuatorial para manipular a su población y lanzarles a la caza
del Ndowé.
Pero el tiempo pone a cada uno en su lugar.
Son muchas las falacias y los prejuicios que ya no funcionan, ni con los propios
Fang.