Por Roy Buyer
Pedi: 09/08/2012
Eviya Inyedy ja meÿeba.
Sr. Presidente cante usted misa que nosotros rezaremos el rosario. Le digo esto por la estrechez de miras que le caracteriza desde que es Presidente de esa República, y que viene manteniendo hasta la actualidad. Una vez más, está usted demostrando la mala fe y crueldad que se esconde detrás de un mandatario sin más escrúpulos que considerarse a sí mimo como el dios de Guinea Ecuatorial y de su Pueblo Fang, en un país plural donde el respeto a la identidad de otros debería tenerse muy en cuenta. En esta ocasión, me refiero a la reciente inauguración del puente sobre el Río È-Yoÿÿo en el Territorio ancestral Ndôwé, donde con toda su mala intención ha vuelto a incidir sobre su conocido discurso.
Viene sosteniendo y sostiene Ud. “Sr. Presidente” que todos somos guineo-ecuatorianos; y además, pregona Ud. por todas partes que en su República Fang de la Guinea Ecuatorial todos los Pueblos convivís en paz, pero mire usted por dónde que siempre los Pueblos perjudicados son los Pueblos distintos al Pueblo Fang. ¡¡Qué casualidad!!
Téngase en cuenta que el calado de estas observaciones que aquí le presento jamás se lo harán desde dentro del país, porque somos todos conscientes y conocemos la virulencia y crueldad de la que son capaces Ud. y su Pueblo Fang.
Es Ud. consciente y sabe perfectamente lo injusto y cruel que está siendo con el Pueblo Ndôwé. Ese río al que acaba de rebautizar con un nombre fang a su paso por tierras ancestrales Ndôwé, sabiendo precisamente que su nombre original es È-Yoÿÿo por su ubicación natural en los territorios históricos de los Ndôwé, ha sido y es un mezquino error. ¿No sería más lógico y sensato respetar el topónimo que los naturales de cada territorio lo asignan al rio en su paso por sus tierras?
Considero que Ud. por su mentalidad, si construyera un puente en Welenzas o Kientem, jamás se le ocurriría bautizarlo con un nombre Bubi, Bisio, Ambo o Ndowe. Entonces, ¿por qué cuando la construcción es realizada en territorio de los, Bubi, Ambo o Ndowe tal cual es el caso que nos ocupa, se empecina usted en bautizar el puente y el rio con nombre Fang? Ud. no lo ha consultado ni se ha dejado asesorar por los Ndôwé que tiene cerca, ellos lo saben perfectamente. El nombre È- Yoÿÿo es parte del patrimonio histórico del Pueblo Ndôwé, relacionado con la época de nuestras migraciones. Un período que data de muchos siglos atrás, y en el que no había presencia ni remota de los fang en los territorios Ndôwé.
¿Qué intenciones se esconden bajo esa nueva denominación cuando además todos los fang se callan y aplauden esta injusta medida? Recuerde ud. que la conclusión de la Comisión de los DD HH de las Naciones Unidas en su 61 período de sesiones del (11 de Marzo del 2005) advierte del empeño de su dictadura por “convertir Guinea ecuatorial en un país mono étnico” y recomienda “releer su historia (orígenes y asentamientos de sus Pueblos) para entender y encontrar una solución de convivencia consensuada”; como ya viene denunciando “Etomba a Ndôwé” PARTIDO DEL PUEBLO NDÔWÉ con el plan de limpieza étnica que se viene practicando contra el Pueblo Ndôwé.
Es por ello entre otras cosas, que no puedo callarme acerca del modelo de su estado Fang. Su Ensayo Democrático es discriminatorio, y se sostiene en unos pilares que solo me permiten denominarlos como “Los pilares del miedo y del fracaso”. Debe saber Sr. Presidente, que por más inauguraciones que haga usted en esa República Fang de Guinea Ecuatorial, mientras persista en su actitud de convencer a sus conciudadanos desde la fuerza del poderoso caballero don dinero y la fuerza de la opresión, y no desde la fuerza de la real equidad y la fuerza de la razón que emana de los corazones y del respeto a la dignidad de cada pueblo, todo cuanto en ese país haga estará abocado al fracaso estrepitoso.
Le puedo asegurar Sr. Presidente que, al día siguiente de su caída, más del 50% de la población no le recordará con gratitud, al igual que hoy en día no nos acordamos del esquizofrénico Francisco Macías Nguema, y la lista de otros tantos de su misma especie. Téngalo presente que nadie, nadie le va a llevar la contraria porque la virulencia de sus métodos son sobradamente conocidos por todos, tanto en el interior del país como en el exterior. Su sistema represivo y métodos son perfectamente conocidos, y eso lo saben tanto guineoecuatorianos como extranjeros que están dentro y fuera del alcance de su sistema represivo.
Por ello si tiene la intención de salvaguardar la continuidad de la REPÚBLICA DE GUINEA ECUATORIAL, lo más sensato es que escuche las voces y respete las opiniones de los guineoecuatorianos que representan a los pueblos con sus diferentes sensibilidades en un estado de derecho para todos y a todos los niveles.
Con la nominación errónea de Puente Wele en lugar de Puente È-yoÿÿo, que es como naturalmente corresponde como signo de respeto a la toponimia tradicional y autóctona del Pueblo Ndôwé que arribó en primer lugar a esas tierras, ha cometido una injusticia más sobre nuestro Pueblo Ndôwé, reafirmando el talante de las formas de proceder de su estilo democrático.
Sr. Obiang, me sorprende usted en sus variopintas intervenciones y desafortunadamente para mal. Acaba de estar ud. en la localidad costera de Mbini, donde ha estado celebrando la rotativa festividad de su particular golpe de libertad. Ha dicho ud. en la intervención correspondiente a los actos por la inauguración del puente sobre el Rio È-yoÿÿo lo siguiente: ”La rentabilidad de esta obra no es económica, sino la rentabilidad de este puente es política”. Si según ud. la rentabilidad de la obra es política, sinceramente sería interesante que especificara en qué términos debemos interpretar esta tan comentada rentabilidad política, puesto que yo sepa;
1.- No estamos en un período electoral de forma tal que pueda ud. rentabilizar políticamente esta descomunal obra.
2.- ¿Debería yo interpretar esta rentabilidad política en los términos de; una acción más del imperialismo del Pueblo Fang en tierras Ndôwé como un capítulo más del cumplimiento del Plan de exterminio de nuestro Pueblo?
Si cuando habló ud. de rentabilidad política se refería al razonamiento contenido en el apartado (2), entonces sí estaría justificada su visión de rentabilidad política, como parte de la ocupación del Pueblo Fang de los Territorios ancestrales del Pueblo Ndowe. Por ello considero que sería esclarecedor que su oficina de prensa saliera a la palestra, a fin de dar una explicación sobre la tan traída rentabilidad política de la construcción del puente sobre el Rio È- yoÿÿo.
3.- Por otro lado, al hablar de rentabilidad política, ¿dónde deja ud. el potencial económico que recibirá la ciudad de Mbini y sus alrededores en forma de impulso económico, que siguiendo la terminología utilizada por ud. llamaré rentabilidad económica?
4.- Verdaderamente es que ud. permanentemente se contradice, pero como el suyo es un régimen de terror, ni sus más allegados verdaderamente se dignan en corregirle. Habló también en su discurso sobre la conversión de Mbini en un enclave turístico de grandes magnitudes. Sin lugar a dudas, pero para que eso se haga realidad es necesario que se haya construido el famoso puente recién inaugurado. Por lo tanto, y sin ánimo de ofenderle, si Mbini se convirtiera en un futuro en una ciudad con gran potencial turístico, ello implicaría rentabilizar económicamente la construcción del puente sobre el Rio E- Yoÿÿo. Ese beneficio, ese lucro, si no quiso referirse a la rentabilidad política en los términos de la invasión del Pueblo Fang en los Territorios ancestrales Ndôwé como parte del Plan de exterminio contra nuestro Pueblo, deberá ud. aceptar el hecho de que se equivocó, y con ello la rentabilidad de la magna obra en lugar de tildarse rentabilidad política debería ser una rentabilidad social ; porque beneficiará a la sociedad de Mbini y sus alrededores e intrínsecamente también económica para el Estado porque los ciudadanos beneficiados le devolverán a éste en forma de tributos por las rentas obtenida a partir del hecho de haber construido éste, el Estado, el puente sobre el Rio E-yoÿÿo. Siempre y cuando los ciudadanos de su República Fang de Guinea Ecuatorial paguen religiosamente sus correspondientes impuestos.