domingo, 29 de abril de 2012

Guinea Ecuatorial: Destapados los testaferros del clan Obiang

La Policía Judicial y el Banco de España afirman que un matrimonio ruso con cuentas en Canarias blanquea dinero de la corrupción del Gobierno guineano
José María Irujo Madrid 28 ABR 2012 

El cerco judicial y policial se estrecha alrededor del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, de 69 años, su familia, sus ministros y su clan. Vladimir Kokorev y Julia Kokoreva, matrimonio ruso afincado en Las Palmas y Madrid, son presuntos testaferros de destacados miembros del Gobierno guineano y blanquean en España ingentes cantidades de dinero procedente de actividades delictivas y de corrupción política en ese país africano, según un informe policial al que ha tenido acceso EL PAÍS.

Vladimir Kokorev, de 57 años, profesor de historia, y Julia Kokoreva, de 59, periodista, son titulares de cuentas corrientes en bancos españoles donde desde 1998 se han movido alrededor de 30 millones, y administran o apoderan diez sociedades constituidas en paraísos fiscales. Un complejo entramado que, a juicio del Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (SEPBLAC) del Banco de España y de la Policía Judicial, emplean para blanquear dinero sucio de políticos guineanos del clan Mongomo, representado por el dictador Obiang, sus familiares y adláteres.

"Mueven grandes sumas de políticos guineanos del clan Mongomo"

El rastreo de las cuentas, sociedades y propiedades del matrimonio ruso ha durado 27 meses y se resume en un voluminoso informe de centenares de folios que la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales de la Brigada de la Policía Judicial de Las Palmas ha entregado a la juez Ana Isabel Vega, titular del Juzgado de Instrucción número 5 de esa ciudad. La magistrada y el fiscal anticorrupción Luis del Río Montes de Oca investigan desde 2007 supuestas cuentas y propiedades de Obiang en España. Y el hilo conductor son los enigmáticos Kokorev.

¿Por qué se vincula a un matrimonio ruso que asegura dedicarse a negocios pesqueros con la rampante corrupción de los Obiang? La clave de las pesquisas se llama Kalunga Company SA, una sociedad panameña de los Kokorev que, según el informe policial, recibió entre 2000 y 2003 en una cuenta del banco Santander en Las Palmas 13 transferencias por 26, 4 millones de dólares (19,9 millones de euros) de la cuenta de Petróleo de Guinea Ecuatorial abierta en el banco Riggs de Nueva York. Una cuenta que recibió 700 millones de dólares (528 millones de euros) entregados por las petroleras americanas Marathon y Exxon Mobil y que tenía como firmantes al presidente Obiang, a su hijo Gabriel y a Melchor Esono Edjo, ex secretario de Estado de Hacienda guineano. Sin la firma del dictador no se podía mover un dólar.

"El matrimonio recibió 20 millones desde una cuenta del dictador"

Una pesquisa del Senado norteamericano descubrió que Teodoro Obiang era el dueño de la cuenta y concluyó que la entidad bancaria incumplió las normas antiblanqueo y facilitó que el presidente y sus hijos crearan “empresas fantasma”. El Riggs fue vendido tras ese y otros escándalos.

¿Por qué enviaron los Obiang esa fortuna a los Kokorev? La juez De Vega pidió a la Policía Judicial que investigara a Kalunga Company, y el informe policial asegura que “podría estar actuando como sociedad interpuesta para canalizar cobros y pagos del Gobierno de la República de Guinea Ecuatorial”. La policía asegura que Kalunga Company canaliza en España fondos procedentes de la Tesorería General de Guinea Ecuatorial hacia cuentas de distintas personas en paraísos fiscales. No se conocen ni la actividad de esas personas ni su relación con la empresa. Una transferencia de cinco millones del Tesoro de Guinea Ecuatorial a Kilgore Charering Corporation, otra sociedad panameña de los Kokorev, descubierta por investigadores del Banco de España, reactivó las diligencias sobre los rusos.

La policía destaca que de las transferencias de los Obiang en el banco Riggs a la cuenta de Kalunga administrada por los Kokorev siete millones se enviaron bajo el concepto de “inmuebles de misiones diplomáticas”. En las diligencias preliminares, el matrimonio aseguró a preguntas del fiscal Del Río que eran pagos por sus actividades pesqueras lo que, a juicio de los investigadores, contradice ese y otros conceptos, como “obras públicas” o “defensa”. Hay pagos y cobros para supuestos “arreglos de buques” y actividades pesqueras, pero la policía e informes del Banco de España dudan de su autenticidad.

Vladimir Kokorev relató entonces que comenzó en 1991 el transporte marítimo de mercancías en el Golfo de Guinea Ecuatorial con pescado procedente de Angola y que sus tres barcos los administraba la sociedad Kalunga Company. Pero el informe policial asegura que no tiene sentido abrir la cuenta de esta sociedad en el banco Santander en Las Palmas de Gran Canaria, y que varias transferencias del Tesoro de Guinea son supuestamente para reparación de los buques Mikue y Dijobho, propiedad del Gobierno guineano. La policía apostilla que no ha podido confirmar si Kokorev es propietario de tres barcos con los que dice trabajar, “siendo todos ellos desconocidos para las entidades aduaneras españolas”.

"Una trama de diez sociedades, la mayoría en paraísos fiscales"

El informe policial remitido al juzgado es rotundo en su diagnóstico sobre la pareja rusa: “Actúan como testaferros de políticos de alto nivel de Guinea Ecuatorial que distraen fondos públicos aumentando pagos a sus proveedores (las sociedades panameñas) y que estas transfieren el exceso recibido a conveniencia de los pagadores. En la operativa estudiada puede concurrir una receptación de blanqueo de capitales con origen en actividades delictivas graves, como la corrupción política en Guinea Ecuatorial”.

La Brigada de Delincuencia Económica asegura que los Kokorev se valen de un entramado societario para trasladar capital que proviene del Gobierno de Obiang a cuentas personales de individuos relacionados con el clan Mongomo, el círculo más estrecho del presidente guineano, derivando parte del mismo a la compra de propiedades en España. La juez investiga pisos de Obiang, su hijo Gabriel y varios de sus ministros.