AFP
1. Túnez fue el país donde primero prendió con éxito la mecha de la insurrección.
2. Tras la caída de Mubarak los egipcios protestan ahora contra el poder militar, que dirige el país
3. El peor parado de los dictadores árabes fue Gadafi, que terminó siendo asesinado en su ciudad natal, Sirte.
4. Ali Abdula Saleh finalmente firmó un acuerdo de rendición en Arabia Saudí y ha traspasado el poder.
1. Túnez fue el país donde primero prendió con éxito la mecha de la insurrección.
2. Tras la caída de Mubarak los egipcios protestan ahora contra el poder militar, que dirige el país
3. El peor parado de los dictadores árabes fue Gadafi, que terminó siendo asesinado en su ciudad natal, Sirte.
4. Ali Abdula Saleh finalmente firmó un acuerdo de rendición en Arabia Saudí y ha traspasado el poder.
Primero cayó Zine El Abidine Ben Ali. Luego Hosni Mubarak. Después Muamar Gadafi y finalmente, Ali Abdula Saleh. Son los cuatro dictadores árabes que se han visto apartados del poder tras el inicio de la Primavera Árabe. Esta es su historia:
Túnez: la vida sin Ben Ali
Túnez fue la propulsora de la Primavera Árabe. Sus habitantes fueron los primeros en prender con éxito la mecha de la insurrección. Salieron a la calle, desafiaron a un poder autoritario y vencieron, abriendo las puertas a una nueva era.
El pistoletazo de salida lo dio Mohamed Bouazizi, un joven en paro de 26 años que se quemó a sí mismo para evidenciar su falta de oportunidades. Su gesto le convirtió en héroe y dio paso a una revuelta popular que terminó derrocando al dictador Ben Ali tras 23 años de omnipresencia.
La Asamblea Constitucional de Túnez elegida tras el levantamiento ya ha celebrado su sesión de apertura, el pasado 22 de noviembre. Durante un año, se encargará de redactar una nueva Constitución.
Tras las primeras elecciones, el poder político ha recaído en los islamistas moderados de Movimiento Nahda, que gobierna en coalición con dos socios tras las elecciones de octubre. Su líder, Rachid Ghannouchi, ha asegurado que no va a imponer un código moral y respetará los derechos de las mujeres.
Egipto: La caída del faraón Mubarak
A las revueltas de Túnez le siguieron las de Egipto. Un levantamiento de 18 días logró derrocar a Hosni Mubarak. El 'rais' intentó aferrarse al cargo hasta el final, pero su prepotencia y su negativa a las reformas le ha cavado su tumba política.
Pero no pudo aguantar el pulso que le lanzaron miles de personas desde la plaza Tahrir, epicentro de unas revueltas. Primero comenzaron manifestándose pidiendo su dimisión de forma pacífica. Mas el dirigente se negó a escucharles y provocó una agria batalla entre sus partidarios y sus detractores que acabó con más de 300 muertos. La herida abierta fue de extrema gravedad. Sin embargo, la presión a la que miles de egipcios sometieron a su régimen no pudo más que acabar con un nuevo horizonte para el país árabe.
La llegada del Ejército al poder fue recibida con vítores en febrero. Pero meses después, el desencanto se apoderó de la población. La ley de Emergencia, en vigor desde hace 30 años, no fue derogada por la Junta Militar pese a haberlo prometido y las distintas posiciones fueron enconándose.
Hermanos Musulmanes, salafistas, grupos de izquierda y liberales se unieron en Tahrir de nuevo el viernes 19 de noviembre. Desde entonces se han repetido los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden. Ahora, los egipcios protestan contra el poder militar, que dirige el país desde la renuncia del 'rais' el pasado 11 de febrero.
El ejército prometió ceder el poder a los civiles una vez que se haya elegido un nuevo presidente, pero todavía no se ha fijado ninguna fecha para el traspaso, que podría no tener lugar antes de que acabe 2012 o, incluso, en 2013. Muchos manifestantes piden que las presidenciales no se demoren más allá de abril de 2012.
Por el momento, han muerto 38 personas y otras 2.000 han resultado heridas. Mientras, el ex presidente Mubarak sigue entre rejas, acusado de conspirar para matar a los manifestantes durante el levantamiento de febrero. La próxima audiencia del caso está prevista para el 26 de diciembre.
Libia: La humillante muerte de Gadafi
Y Muamar Gadafi murió. Más de 40 años después de tomar el poder en Libia y tras ocho meses de revolución y guerra contra su régimen dictatorial, el coronel fue asesinado por los rebeldes en Sirte, su ciudad natal.
El sátrapa imploró "clemencia", pero sus captores carecieron de ella. Golpes, insultos, empujones, una pistola en la sien... Numerosos vídeos grabados por los propios rebeldes dejaron patentes las humillaciones a las que sometieron al dictador libio y dieron la vuelta el mundo.
El cadáver de Gadafi y su hijo Mutassin fueron enterrados en un lugar secreto tras cinco días de exhibición. Saif al Islam Gadafi, el hijo predilecto del dictador, sería detenido el 19 de noviembre al sur del país.
Tras el fallecimiento del dictador, el Comité Nacional de Transición declaró la liberación del país. Días después, su primer ministerio, Abdurrahim El-Keiba nombró un gabinete destinado a integrar el mosaico de tribus que conforman el país, cada uno con sus propios intereses regionales. Sin embargo, algunos de los clanes de Libia ya han asegurado que no reconocen dicho gobierno.
Yemen: Adiós a Saleh
Animadas por el ejemplo de Túnez y Egipto, miles de personas se echaron a la calle en enero de 2011 para pedir cambios después de 32 años de Gobierno de Ali Abdula Saleh. Su partido, el Congreso General Popular, había intentado impulsar reformas constitucionales que le permitiesen gobernar de por vida, o bien, trasladar el poder a su hijo, jefe del cuerpo de élite del Ejército. A esta situación política se le sumaban las paupérrimas condiciones de vida: la mitad de los 23 millones de yemeníes viven con menos de dos dólares al día.
Las protestas contra el gobierno paralizaron Yemen durante diez meses. El país estuvo a punto de sufrir una guerra civil mientras Saleh prometía que iba a firmar un acuerdo de transición para negarse en el último minuto. Lo hizo en tres ocasiones, hasta que finalmente firmó este miércoles en Riad (Arabia Saudí) el esperado traspaso de poder acordado con los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudí, Omán, Qatar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein).
Saleh reiteró que su deseo "no era monopolizar el poder" ni que murieran personas en las revueltas contra su régimen y ha acusado a los partidos políticos de retrasar el traspaso porque se unieron a la oposición. También ha firmado un acuerdo de "garantías" para él y su familia, mediante el cual no serán perseguidos por la Justicia y podrá trasladarse a Nueva York para recibir tratamiento médico por las heridas sufridas en un atentado.
¿Sera Teodoro Obiang Nguema Mbasogo el presidente usurpador de poder y ladrón de Guinea Ecuatorial, el siguiente?
¿Será Bashar Asad, presidente de Siria, el siguiente?