Por Ma-Bàlle ma-a Joba,
Actualmente es notoriamente curiosa la situación de los Ndôwé dentro de su propio país, Guinea Ecuatorial. Las cifras oficiales, cuya fiabilidad es cuestionada desde todos los puntos de vista, dicen que representan a veces el 1% y otras veces el 8 o el 10% de la población total, según versiones. A pesar de ello, los Ndôwé son transparentes para el fallido Estado guineo-ecuatoriano. No son, no sienten ni existen. Esto es así, porque se les ha expropiado sus terrenos ancestrales gratuitamente y no ha pasado nada. Se les ha expropiado los terrenos que utilizaban para plantar los productos agrícolas de consumo propio (yuca, malanga, ñame, etc.), que les permitían sobrevivir a la carestía de la vida y a la falta de alimentos importados, y no ha pasado nada. Se les ha abusado de todas las formas posibles, y no ha pasado nada. Además, en cualquier nivel del Estado donde se puede obtener algo (los restos que dejan los Obiang y familiares), si no llega para los Fang, que son mayoría, no hay nada para los Ndôwé. Nada. Que no existen.
Suelen decir que «los que no recuerdan el pasado están condenados o volver a vivirlo».
Tras estudiar detenidamente estos elementos relevantes para plantear ajustadamente y con tino la situación actual de los Ndôwé, la Ejecutiva del Partido del Pueblo Ndôwé, tomando en cuenta esta premisa, hizo un brain-storming en su día para activar la memoria global de los Ndôwé con el objeto de que recuerden, uno a uno, los dramáticos momentos que tuvieron que vivir desde los albores de la independencia de Guinea Ecuatorial. Este partido asegura que cuando obviamos lo que nos pasa, nos puede suceder otra vez la misma cosa. Las implicaciones de tal afirmación son muy serias. Es injusto que los Ndôwé hayan sido objeto de un intento de genocidio soterrado y no consumado gracias a Dios; y que los que lo llevaron a cabo hayan podido tranquilamente re-escribir la historia llenando los vacios que forzosamente aparecieron con mentiras oficiales. No obstante, lo que más les reconforta es que esa injusta historia oficial viene a confirmar que la historia que recuerdan, la historia que vivieron no fue un sueño: Tenían planeado terminar con todos ellos, eliminarlos físicamente para así ocupar sus tierras y repartirse sus bienes.
El Partido del Pueblo Ndôwé quiere evitar a este pueblo el tener que volver a pasar por el camino de la amargura, ya que tenemos presente la hecatombe de líderes Ndôwé que perdieron la vida tras la independencia; quizás por no haber evaluado correctamente a los Fang y sus intenciones ocultas. Una persona que ha intentado matar a otra no debe acercarse a ella por seguridad; esto es así de simple. Si nos ponemos a otro nivel, esta es simplemente la razón por la que el Partido del Pueblo Ndôwé no puede fiarse para nada de las declaraciones a veces demagógicas y amenazadoras y otras veces, cantos de sirenas que seguramente esconden intereses bastardos. Cuesta construir la confianza; y es tan frágil cuando existe, que una sola grieta puede romperla totalmente y sin remedio. Debemos construir la confianza, día si y día también, porque necesitamos que reine la confianza entre todos los Pueblos de Guinea Ecuatorial, dado que está llegando la hora de los Pueblos, que pondrán el cimiento sobre el que se elevara el nuevo Estado de Guinea Ecuatorial.