Por más que se
intentó de ocultar aquel fracaso, la noticia llegó a oídos del gran Rey de la
tribu los hombres gorila, que llamó y exigió la inmediata presencia del
ministro de relaciones con el reino, cuyo sobrino el flamante ministro de
relaciones con la tribu de los Búhos, se había encargado de la operación. Ante
este:
-Sois unos
inútiles- recriminó el gran Rey dirigiéndose a su ministro.
-Enselencia…,
Enselencia- llamó la atención del Rey el ministro y prosiguió:- Es que ese
hombre de la tribu del mar tiene mucha suerte- intentó justificarse.
-¿Cómo que tiene mucha
suerte ese insignificante hombre de mar?- preguntó enojado el gran Rey de la
tribu de los hombres gorilas y agregó:- Después de 45 años que les tenemos
totalmente dominados, no puede tener suerte- giró sobre sí y de espaldas al
ministro aseveró:- Sois unos auténticos incompetentes- seguido aseguró el
ministro:
-Enselencia, el
plan era perfecto- a continuación matizó:- Mi sobrino el flamante ministro
supervisó personalmente la operación y todo tenía que haber salido bien-
atónito mirándolo, frunció las cejas el gran Rey y preguntó seguido en todo
burlesco:
-¿Salió tan bien el
plan que, solito nuestro hombre terminó hospitalizado?
-Lo que sucedió
Enselencia…- trató de explicar el ministro y continuó:- Es que él nunca hubo
estado en una gran ciudad y, de noche, confundió las luces de un auto con dos motocicletas.
-Somos el
hazmerreir de todos, incluso de los nuestros- indicó suave en su tono el gran
Rey. Volvió a girar sobre sus talones, llevándose las manos a cabeza y continuó
comentando entre susurros:- ¡Ese hombrecito de la tribu del mar me quita el
sueño!- Y prosiguió:- Vosotros mis inútiles servidores habéis superado la
idiotez- finalmente agresivo y firme exigió:- ¡Quiero a ese hombre desprestigiado y arruinado!
-Sí Enselencia-
aseguró el ministro de relaciones con el Reino, para seguido agregar:- De
hecho, vamos a ejecutar ya el plan “C” que acabará definitivamente con ese
hombre.
-¿Plan “C”?- preguntó sorprendido el gran
Rey, quien seguido cuestionó:- No sabía que se hubieran ejecutado previamente
unos planes A y B.
-Si Enselencia-
afirmó el ministro y aclaró seguido:- El plan “A” fue a inicio de todo, cuando
apareció ese maldito Ngôlôkôdî e hizo aquella primera declaración atreviéndose
a decir lo que antes nunca osó nadie decir sobre nosotros- seguido
explicó:- Tratamos de callarle
inventando y contando mentiras contra sus antepasados- finalmente sentenció:-
No funcionó el plan, porque no se lo creyó nadie y claro, el maldito salió
fortalecido.
-Sois unos absolutos
energúmenos- dispuso el gran Rey y seguido preguntó entre dientes e irónico:-
¿A quién se le ocurre tratar de desprestigiar a un hombre utilizando como base
a sus antepasados?
-Ehhhh…, ehhhh-
titubeó el ministro y continuó especificando:-El plan “B” ha sido este último
con “Otugu-tugu” que acaba de fracasar Enselencia- finalmente zanjó asegurando:-
el plan “C” no fallará Enselencia.- Antes de que definiera nada al respecto,
alzó el brazo el gran Rey y…:
-No quiero saber
nada de ello- indicó. Pero seguido exigió:- Ponerlo en marcha ya, porque, las
palabras de Ngôlôkôdî están siendo escuchadas y seguidas ya por los hombres de
la tribu de las montañas, por los hombres de la tribu de sangre de Ballena, por
los hombres de la tribu Ntumba, en definitiva, ese insignificante hombre de la
tribu de los hombres del mar está siendo seguido por mucha gente- finalmente
matizó enojado el gran Rey:- incluso muchos hombres y mujeres de nuestra tribu
de los hombres gorila, además de algunos de los hijos de mis propios ministros
hablan ya como Ngôlôkôdî y se escucha en
todas partes esas palabras de Ngôlôkôdî; “SENTADA DE LOS PUEBLOS”, “IGUALDAD DE LOS PUEBLOS”, “PUEBLOS” Y
“FEDERACIÓN”…
-No se preocupe
Enselencia, que pondremos inmediatamente en acción el definitivo plan “C”-
aseguró el ministro. Seguido se despidió del gran Rey y se marchó.
El ministro de
relaciones con el Reino buscó y rebuscó entre los hombres de la tribu de los
hombres gorila, al que más odio le tenía a Ngôlôkôdî y lo halló. Se trataba de
un hombre de conocidas tendencias Nazis y fascista, que respondía al nombre
“Okoguo Ndegue”, un despiadado y demente hombre de la tribu gorila, con un egocentrismo centrado en la
supremacía de los hombres de la tribu gorila. Para “Okoguo
Ndegue”,
los otros pueblos debían ser aniquilados; para él, los hombres de la tribu
gorila tenían
que ser la referencia del país. El idioma hablado en el país debía ser el de los
hombres de la tribu gorila,
todos los gobernantes, los nombres de las calles, los militares y fuerzas de
seguridad del Estado, todos los puestos
de trabajo, O sea, todo tenía que estar en manos de los
hombres de la tribu gorila; supieran o no hacerlo. Un hombre asfixiado de odio
hacia Ngôlôkôdî, es a quien ordenó que elaborase un minucioso plan que apartase
definitivamente a Ngôlôkôdî de la política.
Unas semanas
después, en los medios de comunicación aparecía una vergonzante, abominable y
bochornosa declaración de una mujer extranjera de la raza menanga, asegurando
que Ngôlôkôdî le debía dinero, respaldada por el mismo “Okoguo Ndegue”, quien
rápidamente y exaltado pidió:
-Que sea inmediatamente
detenido ese maldito Ngôlôkôdî y ejecutado públicamente- algunas personas
trataron de conocer lo sucedido, pero el odio de “Okoguo Ndegue” hacia
Ngôlôkôdî lo cegaba haciendo que se
negase a conceder la presunción de inocencia a Ngôlôkôdî y, diera
cualquier tipo de explicación que arrojase luz sobre el asunto. Sin embargo,
pidiera una y otra vez, que los Pueblos finiquitaran de una maldita vez y por
todas con la vida de Ngôlôkôdî.
Continuará
Rafael Evita Ika
Presidente de
Etômbâ â Ndôwé- Partido del Pueblo Ndowé