miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿La invisibilidad de la pobreza a la sombra de los escaparates propicia la eficacia del lavado de la sucia imagen de Obiang Nguema?

Por Nguba a Monjeli | Septiembre de 2012
 

La crisis económica mundial, consecuencia de la profunda crisis financiera internacional, está azotando duramente y sin tregua a países que cuatro años atrás daban la impresión de tener unas economías muy sólidas y cuya solvencia no se podía poner en cuestión.

 A pesar de ello, algunos países parecen resistir bastante bien el embate de esta dura crisis económica mundial. Es el caso particular de Guinea Ecuatorial, que está atravesando una era de bonanza económica sin precedentes gracias al sector energético. La cara oculta de este país, la miseria de las capas populares que representan cerca del 85%, no parece interesar o inquietar a la casta de Akoakam que gobierna el país bajo la batuta del cleptócrata en el jefe Obiang Nguema Mbasogo e hijos.

Enzarzados en varios frentes judiciales internacionales por una excesiva ostentación de petrodólares que levantó las sospechas de blanqueo de dinero proveniente de los fondos estatales (petróleo, gas, madera, etc…), los frutos de esta bonanza económica se están utilizando básicamente para lavar la deplorable imagen del régimen en plaza y reparar los estropicios dejados tras de sí por el ilegal vicepresidente segundo y vástago del presidente, amamantado en la cleptocracia oficial del régimen.

Tomemos el caso del nefasto premio UNESCO-Obiang Nguema, reconvertido en el premio UNESCO-Guinea Ecuatorial. Un gasto de 2,2 millones de EUROS que vendrían bien para la enormemente deficiente sanidad pública (en Junio 2012, alarmante aumento del número de casos de sida y epidemia de sarampión en tres barrios de la capital) o la educación, abandonada a su suerte desde hace casi 4 décadas a pesar de los continuos parches y fuegos artificiales de autobombo que se oyen. Otro caso importante es el despilfarro en el «escaparate encantado» de Sipopo, herramienta y pieza clave que utiliza el régimen en su política de «lavado de imagen» para deslumbrar a los visitantes (leer las sinceras declaraciones de la pobre cegata Hope Sullivan-Masters, subyugada por tanto esplendor) y convencerles de la inexistencia de ese casi 85% de la población mantenida en una pobreza estructural permanente.

Este soberbio escaparate que se utiliza profusamente para albergar una cumbre internacional tras otra, costó más de un billón de francos CFA, es decir, un millón de millones de francos CFA. Algunos expertos aseguran que esta cantidad es equivalente a 100 años del presupuesto anual de Educación en este sufrido país que es Guinea Ecuatorial.

Lo más llamativo de las actividades de este soberbio escaparate de Sipopo es que casi todas las cumbres internacionales que se celebran en él,  no les cuesta ningún dólar a los organizadores. Esta es la explicación del éxito de este bunker que algunos llaman Sodoma y Gomorra.

La irresponsabilidad que demuestra esta dictadura bete et mechante no tiene parangón. Instalados en la bonanza económica, se observa que ha incrementado su nivel de insensibilidad hacia los más desfavorecidos. El Contencioso Pueblo Ndowe-Guinea Ecuatorial representa para la dictadura fang una verdadera gravilla en el zapato, aunque aparentemente parezcan ignorarlo. Es un problema muy serio.

Un segmento importante de la población denuncia discriminación sistemática por parte del Estado, lesión en sus derechos humanos además de imposibilidad de cambiar al gobierno en plaza desde hacen 4 décadas. Estamos en una situación en la que este pueblo observa que su soberanía ha sido raptada y se está usando contra ellos. Mucho tienen que cambiar las cosas para que el Pueblo Ndowe se sienta a gusto en este Estado monocolor Fang, donde por sistema son discriminados, expropiados, prácticamente expulsados de sus terrenos familiares. Es evidente que tras 4 décadas de terror étnico, soportando todo tipo de vejaciones y esperando que los gobernantes fang repongan las cosas a su justo sitio, los Ndowe opten por exigir una verdadera refundación del Estado o de lo contrario aplicarían su derecho a la autodeterminación de un Estado que jamás les ha amparado; más bien al contrario.