martes, 31 de agosto de 2010

REIVINDICACIÓN POLÍTICA Y PARTICULARISMO EN ANNOBÓN, "ya no queremos estar unidos con los pueblos fang y bubi"

Annobón es una isla de 17 quilómetros cuadrados situada al suroeste del archipiélago de Sao Tomé y Príncipe. En el siglo XVI esta isla fue ocupada por colonos portugueses, que la poblaron con esclavos angoleños; en la actualidad sus 2 000 habitantes aún hablan una lengua criolla derivada del portugués: la Fa d'Ambú. Pero Annobón, al igual que Bioko (el antiguo Fernando Poo), fue cedido por Portugal a España mediante el Tratado del Pardo en 1778 (aunque la colonización española sólo se inició realmente en 1861). En 1968, al otorgar España la independencia a sus territorios subsaharianos, Annobón pasó a integrarse en la República de Guinea Ecuatorial.

UNA ISLA MÁRTIR

Al igual que los otros territorios guineanos, Annobón ha sufrido un paulatino proceso de degradación a lo largo de los 26 años de independencia. El Estado no ha realizado ninguna inversión para incrementar la productividad de la isla, y las infraestructuras existentes en 1968 (luz, agua corriente, hospital…) han quedado muy dañadas o completamente inoperantes.

En la actualidad, Annobón sufre un estado de absoluta incomunicación. La distancia que separa esta isla con la costa más cercana (Cabo López, a 350 km) es demasiado grande para superarla con las frágiles embarcaciones locales ; por ello, los Annoboneses, para relacionarse con el exterior, deben esperar la llegada del único barco estatal ecuatoguineano (el "Acacio Mañé"). En los últimos 24 años este buque sólo ha efectuado 16 viajes a Annobón. Los Annoboneses se han visto muy perjudicados por este aislamiento, pues se aprovisionan básicamente gracias a los envíos que realizan los emigrantes a sus familiares (parte de los habitantes de Annobón deben emigrar hacia Bioko, Gabón o Europa como consecuencia de la superpoblación de la isla). Los aviones de la Cooperación española aseguraban mensualmente la llegada de cartas y productos de primera necesidad a la isla (cereales, medicinas…) ; pero en 1992, un conflicto diplomático entre España y Guinea se saldó con la prohibición de vuelo en el espacio aéreo guineano a los aviones españoles, lo que condenó a esta isla a la autarquía.


Annobón está sometido, como el resto del territorio guineano, a un régimen político despótico, en el que un pequeño grupo de personas acapara todos los poderes a costa de marginalizar a la mayoría de la población : frecuentemente se vende la ayuda internacional a los países vecinos, y los beneficios generados pasan a engrosar las cuentas bancarias de los dirigentes guineanos ; la mayoría de becas recae sobre los miembros de ciertos clanes fang (Esangui, principalmente) ; se cobran elevadas comisiones a los empresarios que quieren invertir en el país… Todos estos hechos provocan un fuerte descontento en Annobón ; pero lo que más irrita a los Annoboneses es el control militar a que están sometidos. En 1987, los soldados destacados en la isla detuvieron al alcalde y al secretario municipal, que habían intercedido por algunos conciudadanos detenidos. En 1991 y 1992 un oficial ordenó la salida del "Acacio Mañé" de Malabo sin permitir que se completara la carga de productos destinados a la isla (CANAN 1994a : p. 65)… En diversas ocasiones, los soldados han requisado mercancías obtenidas mediante comercio con buques pesqueros, pues ante el déficit de comunicaciones, el Estado no abastece regularmente al destacamento militar de Annobón, que de vez en cuando debe recurrir al pillaje para asegurar su alimentación.

Ninguno de los dos gobiernos ecuatoguineanos ha mostrado la más mínima consideración hacia los isleños : en 1973 Macías Nguema bloqueó el envío de ayuda médica a la isla, afectada por una grave epidemia de cólera (lo que causó la muerte a 350 personas) ; en 1976, un destacamento de la guardia macista saqueó la isla, violó a numerosas mujeres, y reclutó a todos los hombres en edad laboral para trabajar en las plantaciones de Bioko (que se habían quedado sin braceros debido a la evacuación masiva de trabajadores calabares por parte del ejército nigeriano). Obiang Nguema, por su parte, en 1987 deportó a numerosos presos a la isla (los cuales se dedicaron al pillaje con el beneplácito de las autoridades militares), y en 1988 firmó un convenio para el vertido de residuos tóxicos europeos en aguas territoriales annobonesas.

Algunos habitantes de esta provincia, indignados por esta situación, a partir de 1992 empezaron a difundir comunicados de protesta firmados por el denominado Consejo de ancianos de Annobón (CANAN). El CANAN, con el apoyo de grupos de exilados annoboneses, emprendió una campaña internacional para solicitar el fin de las agresiones contra su pueblo. Los dirigentes guineanos, ofendidos por la publicidad que obtuvieron los comunicados del CANAN gracias a su difusión en Radio exterior de España, incrementaron la represión.

La tensión política se agudizó en verano de 1993, al llegar a Annobón algunos estudiantes de secundaria procedentes de los institutos de Malabo y Bata (centros muy politizados como consecuencia de continuas protestas estudiantiles). Algunos alborotos se saldaron con un decreto del gobernador en el que se advertía que la tropa abriría fuego al menor disturbio. Pero las arbitrariedades de las autoridades locales generaron nuevas protestas, durante las cuales los militares dispararon, causando la muerte a dos personas y heridas a algunas otras. Pocos días después, llegaban a la isla 200 soldados procedentes de Bata, que detuvieron a una treintena de jóvenes y torturaron a los ciudadanos más destacados de la isla. Se sometió a juicio militar a los presos, dictándose dos condenas a muerte por estos sucesos, aunque los condenados pronto fueron puestos en libertad gracias a la inter-cesión del Relator especial de la Comisión de Derechos humanos dela ONU (ARTUCIO 1994 : p. 12). Estos disturbios provocaron reacciones antiannobonesas entre la élite política del país, que adoptó medidas de control sobre los funcionarios procedentes de la isla.

El fortalecimiento de un particularismo

El recrudecimiento de las agresiones militares (que el CANAN ha cali-ficado como "guerra", "invasión" o incluso "genocidio") ha reforzadola cohesión grupal de los Annoboneses, que han considerado los abusos de la tropa como un ataque contra su etnia en conjunto.

En los últimos tiempos se ha asistido a una revitalización de la reivin-dicación identitaria de los Annoboneses. Un comunicado del CANAN afirmaba recientemente: "La esperanza de […] que nuestro pueblo recupere el bienestar, la prosperidad, la verdadera identidad y el orgullo de ser annobonés no se ha desvanecido aún" (CANAN 1994a : p. 61).

Este grupo incluso llegó a calificar a los jóvenes muertos en la revuelta de agosto de 1993 de "nacionalistas" (CANAN 1993a).


Este auge del particularismo va asociado a un claro sentimiento de rechazo hacia la etnia mayoritaria en Guinea Ecuatorial, los Fang. Los Annoboneses consideran que los Fang son los responsables del estado de depauperación en que se encuentra Guinea, en general, y Annobón en particular (los dos presidentes de la república, Macías y Obiang Nguema han sido fang). El CANAN afirma, sin equivocarse demasiado, que "un clan fang" (el Esangui) domina el país, calificando al gobierno actual de "dictadura fascio-tribal" ; pero hace extensiva su crítica a toda la etnia mayoritaria, calificando la situación en Annobón de "opresión fang", y llegando a aseverar que "la sociedad guineana ha condenado a los Annoboneses a ser siervos de los Fang" (CANAN 1994a : pp. 61-62). Estas afirmaciones están caracterizadas por un marcado tono racista : "los Fang son demasiado amos como para ser labradores" (ibid. : p. 63), "todos los Fang piensan del mismo modo", o "el Fang no quiere nada bueno para Annobón, ni de los Annoboneses" (CANAN 1994b : p. 78). Pero, en realidad, si bien es cierto que son militares fang los que efectúan la represión en la isla de Annobón, no lo es menos que el pueblo fang (como los otros grupos étnicos del país) también sufre las consecuencias de la dictadura (CANAN 1993b), ya que en buena parte se ve sometido a las mismas vejaciones que los Annoboneses (tal y como lo exponen todos los informes sobre la situación de los derechos humanos en el país).

Pero a pesar del resurgimiento del sentimiento particularista en esta isla, hasta ahora la lengua annobonesa no ha vehiculado las reivindica-ciones étnicas. Todo lo contrario : los Annoboneses se enorgullecen de tener apellidos españoles y de hablar el español mejor que sus compatriotas (CANAN 1993c). Ante el exacerbado discurso antiespañol del Partido democrático de Guinea ecuatorial (PDGE, en el poder), los habitantes de Annobón reivindican su hispanidad, a sabiendas de que la embajada española en Malabo y Radio exterior de España denuncian duramente las violaciones de derechos humanos y apoyan sus protestas (aunque los exilados Annoboneses en España, más radicales, acusan al gobierno español de tibieza ante Obiang) (VIYIL 1994b : p. 5).

Algunas de las principales reivindicaciones de los Annoboneses son comunes a las del resto de los Guineanos : fin de la represión militar, aumento de las inversiones estatales, creación y reparación de obras públicas, y fomento de las inversiones privadas. Incluso solicitan que se les permita una mayor participación en el marco estatal : se pide una incremento de su intervención en el gobierno, en la política y en la economía nacional (CANAN 1994a : p. 63), y una mejora de las comunicaciones con el resto del país (ibid. : p. 66). Los isleños exigen que se acabe con la situación de "abandono" y que se les "brinden las mismas oportunidades y derechos ante la ley y la nación" (ibid. : p. 68) ; para ello, exigen que el Presidente visite la isla (se sienten discriminados, pues en 15 años de gobierno éste aún no ha visitado este distrito) (ibid. : p. 66).

Pero, dadas las circunstancias, los Annoboneses consideran que el Estado guineano no les garantiza el derecho a la igualdad : "el Annobonés está convencido de que no es guineano debido a los malos tratos a que siempre está sujeto" (CANAN 1994b : p. 78).

Decepcionados por las promesas incumplidas de los gobernantes, aseguran que no les cabe ninguna esperanza en un cambio de actitud por parte de las autoridades : "creemos y estamos seguros de que por parte de Guinea no recibiremos ninguna ayuda ya que no es el pueblo fang el que sufre de hecho" (Canan 1993b).

Habitualmente el CANAN difunde comunicados en los que asegura que Annobón "es hermana de la misma madre" que la Región continental y Bioko (CANAN 1994b : p. 73), realzando su lealtad a la República guineana : "Nosotros somos guineanos y queremos seguir siéndolo y lo seguiremos siendo" (CANAN 1994c : p. 91). Pero paradójicamente, de vez en cuando en los mensajes de esta organización se encuentran inequívocas proclamas de carácter independentista, en las que se asegura que el discurso sobre la unidad nacional sólo beneficia a la etnia fang, y que la concesión de una independencia conjunta fue un error de las autoridades coloniales (CANAN 1994a : p. 66). En marzo de 1993, el CANAN llegó a declarar : "creemos que ya es hora de desprenderse de la tutela paternal de la isla de Bioko y dar a los habitantes de la isla la oportunidad de elegir libremente sus regidores administrativos" (CANAN 1994d : p. 89), un año más tarde, radicaliza esta postura proclamando abiertamente sus ansias secesionistas : "ya no queremos estar unidos con los pueblos fang y bubi" (CANAN 1994b : p. 78).

Argumentando que la isla está "invadida por los Fang" (CANAN 1994a : p. 67) y explotada por el resto del país, proponen una "ruptura económica" que desemboque en una "independencia económica de la isla" (CANAN 1994b : p. 78). Las autoridades isleñas solicitaron infructuosamente la autonomía a una comisión ministerial que visitó Annobón el 11 de julio de 1993, llegando a amenazar con proclamar la independencia del enclave.

Pero la viabilidad de la plena soberanía es más que dudosa. Un plan de desarrollo elaborado por Annoboneses residentes en Europa cifraba en más de 430 millones de pesetas (3,5 millones de dólares) la inversión necesaria para desarrollar la infraestructura de esta diminuta isla (SEGORBE 1994 : p. 35). Aunque los isleños creen que los ingresos procedentes de las licencias de pesca, que ahora sólo enriquecen a la élite dirigente, pueden ayudar al progreso de Annobón (CANAN 1994a : p. 63), difícilmente su importe alcanzará la cantidad antes apuntada. Por otra parte, ante la dificultad de crear equipamientos específicos para el lugar, tanto expertos de la Cooperación española, como algunos exilados annoboneses, han señalado la necesidad de planificar estrategias conjuntas de desarrollo con la Repú-blica de Sao Tomé y Príncipe (opinión que no parece estar muy extendida entre los isleños).

El particularismo étnico annobonés no ha desembocado en la formación de una fuerza política propria. Esto puede deberse a la ley de partidos, que prohibe las formaciones que no sean de ámbito estatal (si bien los Bubis de la isla de Bioko han desafiado esta prohibición, creando el clandestino Movimiento para la autodeterminación de la îsla de Bioko) ; pero la opción por otras estrategias colectivas también puede derivarse de la precaria situación en que se encuentran los Annoboneses (provocada por su escaso peso demográfico y por su aislamiento).

Los habitantes de Annobón desconfían del PDGE, pues éste ha incumplido sistemáticamente todas las promesas realizadas, pero tampoco se identifican con los partidos de la Plataforma de oposición conjunta (POC). Según los isleños, sólo los Fang tienen acceso a los 13 partidos legales (CANAN 1994a : p. 67) (lo cual en realidad es falso : en estos partidos hay miembros de todas las etnias, y cualquiera puede formar un partido si se somete a las duras condiciones impuestas por la ley electoral). Algunos Annoboneses acusan a los partidos de la POC de dar "la espalda al pueblo annobonés" tras los sucesos de agosto de 1993 (VIYIL 1994a : p. 28) (afirmación dudosa, pues esta plataforma emitió un duro comunicado de condena el 18 de agosto). No obstante, algunos líderes políticos de la POC no han mostrado ninguna sensibilidad hacia el fenómeno annobonés (a uno de los dirigentes de Unión popular, Angel Masié Ntutumu, se le considera responsable de la represión de 1974 en la isla).

Lo cierto es que la presencia de los partidos de la POC en Annobón es nula, pues ante la falta de medios, consideran prioritario mejorar representatividad en Bioko y la Región continental (las cifras de afiliados son aún muy bajas, y el transfuguismo en la cúpula de los diferentes partidos refleja una clara inestabilidad). Por otra parte, el gobierno ha obstaculi-zado cualquier intento de la oposición de mantener contacto directo con los isleños (no se permite su propaganda en la radio, se castiga la distribución de sus publicaciones, y se le impide la realización de mitines en la isla).

Conscientes de que el PDGE sigue manteniendo el monopolio del poder, pese al lento progreso de la POC, los Annoboneses tratan de contemporizar con ambos antagonistas. Colaborando con el gobierno, los isleños pretenden obtener pequeñas concesiones ; la integridad de los dirigentes annoboneses del PDGE, que han sufrido la represión tanto como sus vecinos, ha reforzado esta estrategia (LINIGER 1993 : p. 51).

El CANAN recelaba hasta tal punto de la POC que en 1992 instigó a los Annoboneses a no afiliarse a ningún partido hasta que se hubieran establecido negociaciones colectivas a tal efecto (CANAN 1994e : p. 70). Posteriormente, el CANAN defendería el boicot a la convocatoria de elecciones presidenciales de noviembre de 1993 (boicot que triunfó espectacularmente en este distrito). Aunque estas votaciones también fueron boicoteadas por la POC (que acusó, no sin motivos, a Obiang de manipulación), el rechazo de los Annoboneses tuvo un carácter peculiar, pues como principal argumento para la abstención, el CANAN alegó la imposibilidad de resolver el contencioso annobonés en el actual marco estatal.

Paralelamente a esta doble negociación con el PDGE y con los partidos de oposición, los isleños tratan de recabar apoyo internacional para su causa (CANAN 1994a : p. 66). Aunque se sienten discriminados, porque opinan que los organismos internacionales prestan poca atención a la isla, se muestran alentados por la toma de postura de Estados Unidos, Francia y España a favor de la democratización del continente (CANAN 1994b : p. 80-81). Frecuentemente el CANAN solicita la intercesión de los gobiernos extranjeros para superar sus problemas (CANAN 1994f : p. 99).

Obiang Nguema no ha cesado de menospreciar el particularismo annobonés, argumentando que es un fenómeno teledirigido desde el exterior. Pese a las disensiones entre los partidos de oposición y la población del territorio, el gobierno guineano, en un comunicado difundido el 17 de agosto de 1993, responsabilizó a los partidos de oposición de todos los problemas que pudieran surgir en la isla.

Por otra parte, los sucesos de agosto de 1993 fueron utilizados por el ejecutivo guineano para canalizar las fuertes tensiones hispano-guineanas de 1993 (derivadas de las irregularidades en el proceso electoral). Obiang Nguema afirmó que España había incitado a los Annoboneses a rebelarse, y el viceprimer ministro guineano, Miguel Oyono, en presencia de todo el cuerpo diplomático, acusó a España de enviar a cincuenta agitadores a la isla.

La teoría de que la revuelta había sido promovida por un "grupo de jóvenes adiestrados" por agentes españoles, y de que los Annoboneses se dejan manipular por fuerzas externas, tiende a restar importancia a las legítimas aspiraciones del pueblo annobonés. Si el gobierno desprecia las reivindicaciones de este pueblo, el conflicto social en la isla no cesará de agudizarse.

Fuente: Iñaki GOROZPE