martes, 17 de diciembre de 2013

El futuro que nos depara la globalización: Macro-regiones económicas y micro-regiones políticas.

Por Ma-Bàlle ma-a Joba,
Sàngo à Mboka
 
La velocidad geométricamente creciente de las mutaciones que se están produciendo en el mundo globalizado actual hace que aquellos que se enrocan en defender la concepción caduca y arcaica de Estado, como el que existe hoy en día en Guinea Ecuatorial, se queden desfasados y, sientan cualquier proposición de modificarlo ―sin siquiera analizarla y aunque sea para mejorarlo―como una agresión.
Esta actitud, comprensible por otro lado, denota una limitación de su nivel de comprensión y su terquedad a pensar que la razón es suya; que todo lo que venga de las etnias no fang (según ellos, «minorías») no debe ser considerado. Como dijo alguien, podrán vencer pero no convencer. Lo extraordinario es la manera tan infantil que tienen de «esquivar» el problema. Siendo tan «buenos escritores y novelistas», hasta cuándo deben tratar un asunto tan serio como la terrible situación que sufren las etnias no-fang, tienden a «novelarlo» todo a lo «Marcial Lafuente Estefanía».
Señores, la tendencia actual consiste en el desmontaje o aligeramiento paulatino de la pesada maquinaria del Estado como se conoce desde el siglo antepasado. La realidad es tozuda. Hablando en plata, el Estado tal como se conoce hasta ahora en Guinea Ecuatorial ―inexistente en realidad― debe ser desmontado para actualizar sus viejas, arcaicas y viciadas estructuras y aumentar su eficacia en la resolución de los acuciantes problemas que sufren las poblaciones más desfavorecidas; que, como por casualidad, pertenecen a las etnias no-fang. Las enormes inercias burocráticas debidas a un excesivo número de departamentos ministeriales y otras administraciones que sirven para «cobijar a todo el clan nguemista» y sus acólitos, ralentizan la ya raquítica e ínfima acción del Estado en la resolución de los verdaderos problemas de la gente —no hablo de los escaparates, que aparecen como champiñones por todas partes.
Por lo tanto es necesario el establecimiento de estructuras locales más dinámicas y eficaces que sean más cercanas a la gente; estructuras locales que podrían tomar en consideración las seis comunidades culturales diferenciadas que existen en Guinea Ecuatorial que son: La comunidad cultural Ndowé , la bissió, la bubi, la ambo, la fang y la fernandina.
La propuesta de manifiesto «abierto» AM.BI.BU.ND.FA., presentado por el Partido del Pueblo Ndowé  no es ninguna casualidad; teniendo en cuenta que este partido se mantiene al día sobre los conceptos actualizados y las continuas mutaciones, fruto de la globalización. He ahí una herramienta solvente que nos ayudaría a arrancar el motor del nuevo Estado con fuerza y eficacia; con el objeto de que todos los hijos de Guinea Ecuatorial, sin discriminación, puedan gozar de las mismas oportunidades.
Es más, somos conscientes de que la globalización impone un mundo compuesto de macro-regiones económicas (CEDEAO, UE, CEEAC, CEMAC,...) en el que cada Estado-nación tal como lo conocemos hoy, tras una periodo de transición, será remplazado por micro-regiones políticas. Esta tendencia, que puede parecer contradictoria, viene a indicar que son dos sistemas complementarios. Es cierto que estos vertiginosos cambios traen de cabeza a muchos líderes africanos; pero deben darse cuenta de que vamos de cabeza en esa dirección. Los hijos de Guinea Ecuatorial tienen por delante varias opciones de Estado: Un Estado unitario realmente democrático, un Estado de Autonomías, un Estado Federal o Confederal...
El reto es la valentía que debemos tener todas las etnias para dar el primer paso: Una sentada de todos para refundar un Estado de todos, que respete los derechos de todos.