Son muchos los
políticos, expertos en la política fang o creadores de opinión sobre Guinea
Ecuatorial, generalmente fang,
que levantaron el grito al cielo
cuando Etombba e-a Ndowéÿé-Partido del Pueblo Ndowe irrumpió en el escenario
político guineoecuatoriano, con un discurso totalmente diferente del que
estaban acostumbrados a escuchar.
Esta extrañeza
tiene una explicación: Estos señores se movían en un escenario
donde prácticamente monologaban
entre ellos mismos con una
participación prácticamente residual de algún no-fang. Consecuentemente a esta nefasta situación estos «dueños» de la
opinión sobre Guinea Ecuatorial creyeron que todas sus afirmaciones eran
verdades irrefutables. Por ejemplo, “para ellos la inteligencia
política de los Ndowe se mantendría «dormida» ad vitam
aeternam como desde la independencia cuando se les envió al limbo.”
La viva reacción
que demostraron les delató inmediatamente; y sirvió a los responsables
políticos ndowé para «ver» de qué pie cojeaba cada uno de ellos. Ellos mismos
se definieron o retrataron. Esta reacción dejaba en evidencia la divergencia
que existía entre sus objetivos y los objetivos que reclamaba con toda la
legitimidad del mundo el Pueblo Ndowé
Los Ndowé creemos
que es importante definirse y tener claro lo que significa esta definición y
sus consecuencias. Es evidente que esta premisa esencial condiciona totalmente
los objetivos de cada parte.
Si un político
guineoecuatoriano, independientemente de su etnia, opta por hacer oposición al
dictador está claro
que coincide en casi todas las cosas con este,
excepto en la
forma de gobernar. Por lo tanto quedaba retratado: El escenario actual
era el idóneo para él, excepto que la dirección del
gobierno era lo que había que cambiar.
Es poco serio
considerar que la estructura sobre la
que se ha construido esta Guinea Ecuatorial de corte
fang es la que conviene a todas y cada una de las etnias que componen su
población real. Pero aquellos políticos que optan por hacer oposición al
dictador no lo pueden ver dado que tienen la vista puesta en las «pistas»
elaboradas, construidas o seguidas por el viejo dictador fang Obiang Nguema. Y
esto es así porque a estos políticos les gustaría ocupar su puesto
con la intención
de hacer lo mismo que él ha hecho; es decir volver a reeditar un sistema
clánico-tribal-étnico similar al que estamos sufriendo actualmente.
Es poco inteligente
pensar que la caída de Obiang Nguema y su clan supondrán el
bienestar inmediato de los
habitantes de Guinea Ecuatorial; hay que ser necio para creer en tal
posibilidad.
En lugar de
analizar la realidad guineoecuatoriana
partiendo desde la base, son muchos los que obvian lo que quieren de la
historia real y solo ven el petróleo que significa una lluvia de millones de
dólares que caería en sus manos si
son elegidos presidente.
Es más, recalcan a quien quiera escucharles que se debe exigir todo el
dinero robado a los del clan actual en el poder; pero se callan la parte final
de su pensamiento: «…Para que
yo me lo
cepille si soy presidente.»
Porque una de las
premisas sobre la que descansa el análisis político de Etombba e-a
Ndowéÿé-Partido del Pueblo Ndowe es que
«el Estado de Guinea Ecuatorial se sostiene sobre una estructura que
ignora nuestros derechos humanos y no niega nuestros derechos económicos y
sociales», es imposible que nos dediquemos a hacer oposición. Y la razón
es evidente; lo hemos dicho y lo reiteramos una vez más:
- Si pretendemos
salvar Guinea Ecuatorial, es necesaria
la sentada de los
Pueblos para aclarar las bases
sobre las que vamos a funcionar
entre todos; procurando dejar claramente establecidas las nuevas normas
de obligado cumplimiento por las
partes.
- Si la opción
anterior no es viable, los Ndowe
preferimos salir de este
estúpido juego que nos
ha aportado solamente sangre, lágrimas y miseria.
Ya no estamos por
la labor de firmar cheques en blanco para que después lo tengamos que pagar
caro, con nuestra sangre