viernes, 7 de octubre de 2011

Rafael Evita Ika: A propósito de las declaraciones machistas de los dirigentes que junto a Teodoro Obiang Nguema Mbasogo gobiernan Guinea Ecuatorial.

Fíjense que antes en la Guinea Ecuatorial que yo conozco, una chica era una mujer antes de que estos sinverguenzas llegasen al poder, sin embargo,  hoy en día en la Guinea Ecuatorial que ha forjado Teodoro Obiang Nguema Mbasogo y su tiranía, a estas niñas el sistema considera mujeres para sus abusos, y acostumbró a llamar chichas como indica en la foto publicada en la página web del gobierno de Guinea Ecuatorial.


Bochorno causa las estúpidas declaraciones machistas de los dirigentes de Guinea Ecuatorial relacionadas con la escolarización de las niñas de secundaria en el el país. Tratan los gobernantes de ocultar la verdad y atribuir los fracasos escolares de las niñas a una supuesta precariedad en asuntos sexuales, cuando primero, ellos los gobernantes de Guinea Ecuatorial, con el usurpador y malicioso presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo en cabeza, son los autores de violaciones de niñas y niños en edad escolar forzando esa promiscuidad sexual, embarazos y contagio de enfermedades que ahora pretende atribuir como causa del fracaso escolar de las menores. Segundo, destacar la inoperancia del responsable de educación que es incapaz de lidiar adecuadamente con el asunto por falta de visión, para solucionar los problemas en su departamento que son debidos sin duda a alguna, a la falta de formación de los profesionales asignados al desempeño del trabajo educacional de los menores. Debemos indicar muy claro que en Guinea Ecuatorial, el único requisito para ocupar un puestos de relevancia es estar relacionado familiar o amistosamente al presidente o en su caso al PDGE, aunque no estuviese preparada dicha persona para desempeñar las funciones, y por lo consiguiente de lidiar adecuadamente con asuntos de alto calibre como es el caso de la educación en nuestro país. Por lo que podemos afirmar que los problemas aquí son debidos sin duda alguna a los abusos de los gobernantes, y la falta de formación de los profesionales asignados al desempeño del trabajo educacional de las menores.

No voy a repetir dichas declaraciones porque producen náuseas. Pero pueden leerlas en: http://www.guineaecuatorialpress.com/noticia.php?id=1950 
Tenemos que afirmar aquí y ahora primero, que los protagonistas de dichos abusos que provocan el abandono escolar de las menores son altos ejecutivos del gobierno; Ministros, Vice-Ministros, Secretarios de Estado, Directores Generales del Gobierno del Tirano y el mismo Criminal Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, quienes potencian y propician además de participar en dichos abusos a menores en edad escolar. Por ello, he de manifestar y mostrar mi total rechazo a tan desafortunados comentarios machistas ya que ellos, los gobernantes de Guinea Ecuatorial, son los autores materiales y morales de la situación escolar de las menores, con sus abusos impiden su pleno desarrollo escolar. Y para callar a estos locos gobernantes de Guinea Ecuatorial que hacen dicho comentario, les diré que aquí está la historia de una mujer que se ha desarrollado en un ambiente normal, sin delincuentes como ustedes cerca de ella y ha llegado tan lejos que ninguno de ustedes, ni su payaso ladrón Presidente Teodoro Obiang Nguema alcanzarán llegar. Ella es Ellen Jhonson Sirleaf y es Presidenta electa democráticamente de un país, es Premio Nobel de la PAZ sin comprar a ningún organismo, como está tratando de hacer Teodoro Obiang Nguema Mbasogo con la UNESCO, para lavar su sucia jeta.

                Ellen Jhonson Sirleaf
El premio Nobel de la paz ha sido concedido este año a tres mujeres: la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf, y las activistas Leymah Gbowee y Tawakkul Karman. El jurado destacó en su argumentación su "lucha no violenta por la seguridad de las mujeres y por los derechos de las mujeres para participar plenamente en las tareas de pacificación". Además, subrayó que no se puede alcanzar "la democracia y una paz duradera en el mundo hasta que las mujeres no obtengan las mismas oportunidades que los hombres para influir en el desarrollo social a todos los niveles". Ellen Johnson Sirleaf, de 72 años, es desde 2006 la primera mujer africana elegida democráticamente para presidir su país. Leymah Roberta Gbowee, de 39 años, es una activista conocida por haber organizado el movimiento pacifista que logró poner fin a la segunda guerra civil en Liberia en 2003, lo que posibilitó la elección democrática de Johnson Sirleaf. Por su parte, Tawakkul Karman, es una política yemení y activista pro derechos humanos que lidera el grupo de Mujeres Periodistas Sin Cadenas, creado en 2005. El premio de la Paz cierra la semana grande de los Nobel de este año, que comenzó el lunes con el de Medicina, seguido el martes por el de Física y el miércoles por el de Química, los tres galardones de carácter científico. El próximo lunes el Banco Central de Suecia dará a conocer el nombre del ganador o ganadores del premio Nobel de Economía, el que cierra la edición de este año. La entrega de estos galardones se realizará, conforme a la tradición, en dos ceremonias paralelas, en Oslo para el de la Paz y en Estocolmo los restantes, el día 10 de diciembre, aniversario de la muerte de Alfred Nobel. Los Nobel están dotados con 10 millones de coronas suecas -unos 1,1 millones de euros- para cada una de sus seis disciplinas.

Primera presidenta de África

Ellen Johnson Sirleaf, galardonada este viernes, es presidenta de Liberia desde 2006, cuando se convirtió en la primera mujer en ocupar una jefatura de Estado en África. Johnson Sirleaf también es conocida por haber contribuido a poner fin al conflicto armado en Liberia y a la caída del anterior presidente, Charles Taylor, al que un tribunal internacional juzga por crímenes contra la Humanidad. Apodada en su país la "Dama de Hierro", Johnson Sirleaf, de 72 años, opta a un segundo mandato en las elecciones presidenciales previstas para el próximo martes, día 11. Nacida el 29 de octubre de 1938 en Monrovia, estudio economía en la Universidad estadounidense de Harvard y a comienzos de la década de 1970 ocupó el cargo de secretaria de Estado de Finanzas. En 1979 fue nombrada ministra de Finanzas en el Gobierno del presidente William Tolbert, cuyo derrocamiento y posterior asesinato, tras el golpe de estado perpetrado el 12 de abril de 1980 por el sargento Samuel K. Doe, le obligaron a abandonar el país. Durante su exilio ocupó la vicepresidencia de la oficina regional de África del Citibank, con sede en Nairobi entre 1982 y 1985.

Diez años de cárcel

Regresó a su país en 1985 para presentar su candidatura al Senado. Un discurso público, en el que criticó el régimen militar, le valió una condena de diez años de cárcel, aunque finalmente fue liberada poco después de ingresar en prisión. Trabajó como vicepresidente y miembro de la directiva del "Equator Bank" en Washington (EEUU) entre 1986 y 1992. De 1992 a 1997 dirigió la oficina para África del Programa Regional para el Desarrollo de Naciones Unidas y también trabajó para el Banco Mundial como economista especializada en estrategias de desarrollo para países africanos. Regresa a su país al finalizar la guerra civil en 1997. Si bien en un principio apoyó el golpe de estado de Charles Taylor contra el general Samuel Doe, más tarde se opuso a su gobierno y se enfrentó a éste en las elecciones de 1997, en las que obtuvo un 10% de los votos. Acusada de traición por Taylor, sufrió un nuevo destierro político. En las elecciones presidenciales del 11 de octubre de 2005, Ellen Johnson, candidata del Partido de la Unidad, quedó en segunda posición, detrás del exfutbolista George Weah. Estos resultados obligaron a una segunda vuelta celebrada el 8 de noviembre en la que se impuso con el 59,4 por ciento de los votos. Las autoridades electorales del país confirmaron los resultados de los comicios el 23 de noviembre y fue proclamada presidenta del país. Tomó posesión el 16 de enero de 2006 convirtiéndose en la primera mujer jefe de estado tanto en Liberia como en el continente africano

Si nuestras menores de Guinea Ecuatorial en el ciclo segundario pudiesen crecer en ambientes seguros, fuera del alcance de los maleantes que gobiernan Guinea Ecuatorial, podrían llegar a ser como Ellen Jhonson Sirleaf. Sin embargo, la desgracia de tener a unos desalmados como dirigentes, les condena a tener relaciones forzadas y aguantar a unos viejos babosos, que se dicen gobernantes cuando el único título que se les puede atribuir merecidamente es el de  "auténticos gánsteres y violadores de menores".