jueves, 16 de agosto de 2012

DEL ESTADO CENTRALIZADO, AL ESTADO DESCENTRALIZADO. JUSTA Y COHERENTE TENDENCIA DEMOCRÁTICA

DEL ESTADO CENTRALIZADO, AL ESTADO DESCENTRALIZADO
JUSTA Y COHERENTE TENDENCIA DEMOCRÁTICA
Por Roy Buyer

Pedi: 09/08/2012
Eviya Inyedy ja meÿeba.


Si la democracia es el sistema de convivencia social considerable como el menos malo de todos los conocidos, la existencia del estado centralizado podría considerarse como el vehículo elegido para con su eficaz funcionamiento y evolución tienda a un estado democrático descentralizado más sofisticado, más moderno y con una administración con servicios más fluidos que en definitiva es cuanto desea el contribuyente, cuya expresión nominal es la de un estado descentralizado y democrático.

No obstante, a lo largo de varias décadas de la puesta en marcha de este modelo de estado, el centralizado, podemos confirmar que la eficacidad del mismo está intrínsecamente ligada a la actitud responsable de los dirigentes a la hora de ejercer el correcto funcionamiento del mismo.

No tengo nada qué objetar contra los estados centralizados que cumplen correctamente con su pretendido propósito, que en resumidas cuentas consiste en gobernar de manera centralizada un territorio determinado como la República Francesa, el Japón…

Lo cierto es que la función de estos estados centralistas por lo general, puede considerarse como aceptable. De hecho los ciudadanos de un estado centralista cuando éste cumple fehacientemente con su función de gobierno, sus conciudadanos no tienen qué objetar. Sin embargo, cuando la circunstancia es distinta, los ciudadanos pertenecientes al estado centralista, echan en falta la existencia de la evolución del estilo gubernamental utilizado en su estado centralista, en beneficio de la opción de un estado de estructura administrativa descentralizada.

El modelo de estado con estructura centralizada en manos de unos gobernantes inefectivos, resulta más complejo enmendar esta ineficacia del sistema, puesto que en muchas ocasiones, por no decir la gran mayoría de las mismas, la carencia no se encuentra en los aledaños donde se perciben las consecuencias de la ineficacia. En cambio cuando así se produjera en un estado de estructura administrativa descentralizada, al disponer de gobierno propio y transferidas las funciones a la región afectada por la ineficacia del sistema, los ciudadanos se encuentran más próximos a sus gobernantes y estos se ven en la tesitura de tener que solucionar el posible atasco detectado. Por otro lado mientras los afectados por la ineficacia de los gobernantes de un estado con estructuras administrativas centralista ante esta situación podrían llegar a la desesperación, al enfrentamiento con sus gobernantes como consecuencia de la ineficacia de los mismos, e incluso a anhelar un sistema descentralizado para disponer ellos, los ciudadanos más poder de participación de las decisiones de gobierno que directamente incide en sus vidas cotidianas

No obstante una situación similar en un estado con estructura administrativa descentralizada, sus ciudadanos ante una situación límite de ineficacia del sistema, tienen la opción de ejercer exigir sus derechos a quienes ostenten en el momento la responsabilidad de gobernar además con la ventaja de que estos los tienen físicamente más cerca. En consecuencia entenderían estos, los gobernantes, mejor los problemas presentados por sus ciudadanos puestos que tanto gobernantes como ciudadanos pertenecerían a un mismo pueblo.

Me permitirán citar como ejemplo uno de los últimos errores cometidos por el dictador de Guinea Ecuatorial. Cambiarles a los ciudadanos de Mbini-Bolondo el nombre del Rio È-yoÿÿo por Rio Wele, es un hecho que incide directamente en las conciencias de los ciudadanos Ndowe de la zona. Ahora bien, los gobernantes que esa determinación tomaron, a esas localidades ya no volverán Dios sabe hasta cuándo, lo cual hace que cualquier posibilidad de reclamación se evapore en la distancia. Por otro lado si los gobernantes fueran autóctonos de la región tendrían la sensibilidad a flor de piel y absolutamente seguro que este error garrafal no se habría producido.

Si la democracia es el sistema que permite al Pueblo disponer de los servicios de sus dirigentes, estos evidentemente estarán más cerca del Pueblo si la estructura burocrática que los inter-relaciona es descentralizada. Con una estructura de perfil descentralizado cualquier adversidad a resolver, la solución de la misma viene de agentes físicamente más cercanos que en una estructura de perfil centralista. Debo reconocer a viva voz que la descentralización de los estados es ni más ni menos que un paso adelante en la evolución de la democracia; es decir: La aplicación de la descentralización de un estado implica dar una vuelta más a la evolución del sistema democrático y a ello deben tender los estados africanos puesto que en más de 50 años sus correspondientes ciudadanos no han mejorado su calidad de vida con este modelo centralista trasnochado y caduco.

Considero que, para estados con colectividades heterogéneas, para estados compuestos por pueblos con tan gran desequilibrio poblacional lo más acertado y justo es un estado de estructura administrativa descentralizada. Para estados con dirigentes con gran sensibilidad por incumplir con sus obligaciones de servir a sus conciudadanos como es el nuestro, la respuesta más acertada que permitirá paliar las carencias que antes mencioné, es la descentralización del poder por las razones que sobradamente se han expuesto en este artículo.

Yo tengo amistades suizas y cuando les pregunto por qué no pasan a pertenecer a la Unión Europea siempre me contestan lo mismo; (” No, nou sommes bien comme ça”) no, estamos bien tal cual. Esa respuesta es perfectamente esclarecedora. Tienen a sus gobernantes cerca, los gobernados conocen a los gobernantes y estos entienden el sentir del pueblo que gobiernan mejor que si tuvieran que ser gobernados desde Bruselas. Además, existe un gran desequilibrio poblacional entre la población Suiza que de por sí ya es heterogénea y la población del resto de la Unión.

A buen entendedor con pocas palabras basta.