Pedro Elá Nguema Buna, Ministro Delegado de AA.EE, de G. Ecuatorial recibe del Embajador de España en Malabo, Manuel Gómez-Acebo, un mensaje de España para Obiang Nguema.
Exilio guineo en España, 6 de Agosto de 2012.- Radio Quebec Internacional informó en la madrugada del pasado día 5 de Agosto sobre las audiencias privadas que los Embajadores de Francia y de España, habrían mantenido con el Ministro Delegado de Asuntos Exteriores de Guinea Ecuatorial, Pedro Elá Nguema Buna, unos días antes de la celebración de los fastos del 33 aniversario del golpe de estado del 3 de agosto, que aupó en el poder, en 1979, a Obiang Nguema en Guinea Ecuatorial.
La Oficina de información del Gobierno de Guinea Ecuatorial, informó, efectivamente del encuentro, el día 1 de Agosto, del Ministro Delegado de Asuntos Exteriores “ecuatorguineano” Elá Nguema Buna con el Embajador español en Malabo, Manuel Gómez-Acebo, enmarcándola en un edulcorado objetivo (siempre bañado de mentira…) de “Revisar el marco de cooperación y replantear una nueva visión de la cooperación entre España y Guinea Ecuatorial…”
La Oficina de Información del Gobierno de Guinea Ecuatorial, no hace referencia alguna al encuentro entre el Ministro Delegado ecuatorguineano de Asuntos Exteriores y el Embajador francés en Malabo. (Verdad ocultada, como siempre)
Sin embargo la información captada de la Emisora de Radio Quebec Internacional, en lengua francesa, aseguraba que el objeto del encuentro entre el Representante francés y el español en Malabo, con Pedro Elá Nguema Buma, tuvo por objeto ofrecer al dictador Obiang Nguema la opción de elegir una salida protegida, de la actual situación de acoso y acorralamiento en que se encuentra, a nivel internacional. La emisora de Radio Quebec Internacional, no habla del resultado del diálogo entre los dos mandatarios europeos y el Ministro Delegado de Asuntos Exteriores ecuatorguineano. Se estaría a la espera de la respuesta, que a esta propuesta europea, vaya a dar el caduco dictador Obiang Nguema, asediado por numerosos delitos de robo, tráfico de droga y de armas, así como otros flagrantes delitos de lesa patria y humanidad, ante los que la comunidad internacional occidental, empieza a sentirse avergonzada.
Canadá es, en el escenario internacional, uno de los países más claramente incómodos y denunciantes de la situación de la falta de respeto de los derechos humanos en el régimen dictatorial de Obiang Nguema Mbasogo, como lo vienen demostrando las numerosas condenas que este país produce o apoya incontestablemente, contra el régimen dictatorial de Guinea Ecuatorial.
El mensaje que dos Embajadores europeos (francés y español) residentes en Malabo, han depositado en la conciencia y decisión de Obiang Nguema, a través de su Ministro Delegado de Asuntos exteriores, no solo revela el hartazgo y la vergüenza que siente el mundo occidental, tras largas décadas de apoyo y protección a un tirano africano -al final, desagradecido; pero se corresponde con la petición y propuesta lanzada desde la oposición y el pueblo guineoecuatoriano, para que la Comunidad Internacional y los países y potencias occidentales, especialmente implicados eviten un asalto final, sobre la población guineana inerme y desasistida, por un Obiang Nguema y sus huestes, acorralados, nerviosos y desesperados.
Por otra parte, la Justicia francesa, fiel a su programa de desmantelamiento de guaridas de latrocinio establecidas en su suelo patrio, por el fugitivo de la Justicia, Teodorín, auto confinado en Guinea Ecuatorial, parece estar dispuesta a llevar a cabo una nueva vuelta de tuerca en la incautación y bloqueo de los robos del compulsivo ladronzuelo, Teodorín, futuro heredero de la dictadura de su padrastro Teodoro Obiang Nguema.
Mientras tanto, la mentira, el disimulo, la falsedad y la falsificación u ocultación de la dura verdad que pesa sobre ellos siguen siendo el refugio para Obiang Nguema, su familia, sus secuaces y apoyos espurios.