viernes, 14 de enero de 2011

Washington califica a Obiang de "dictador" y Malabo insiste en su "firme" apoyo a los DDHH en Guinea Ecuatorial

MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Phillip J. Crowley, ha calificado de "dictador" al presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, y ha denunciado el "desastroso" historial en Derechos Humanos del régimen de Malabo. En respuesta, el Gobierno guineano ha expresado su "firme apoyo a los Derechos Humanos" y ha invitado a los responsables norteamericanos a visitar el país para "comprobarlo 'in situ'".


En un artículo publicado el pasado 30 de diciembre por el diario 'The New York Times', Crowley arremetió contra el ex consejero de la Casa Blanca y actual responsable de una importante empresa de 'lobby', Lanny J. Davis, entre cuyos clientes figuran el presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, y el "dictador de Guinea Ecuatorial". "Es un hecho que el presidente Obiang tiene un historial desastroso en Derechos Humanos", escribió el portavoz del Departamento de Estado. Es un hecho", insistió.

En respuesta a estas afirmaciones, el Ministerio de Información de Guinea Ecuatorial emitió este lunes un comunicado en el que asegura que el presidente Obiang "se ha mantenido siempre firme en su apoyo a la defensa de los Derechos Humanos".

Esa "firme" defensa de los Derechos Humanos se ha verificado "desde el mismo 3 de agosto de 1979, día del Golpe de la Libertad, en el que él mismo encabezó la histórica revuelta que acabó precisamente con el auténtico genocidio que había desangrado a nuestro Estado, ante la total pasividad de la comunidad internacional", añadió.

Tras ponderar el "radical desarrollo" económico y de Derechos Humanos que vive el país desde el descubrimiento del petróleo en 1996, gracias a las políticas de Obiang --que han beneficiado a "empresas estadounidenses", precisa el comunicado--, el Gobierno invita "a Phillip J. Crowley, a representantes de otras instituciones democráticas de Estados Unidos, así como a otros observadores independientes", a que visiten el país y puedan comprobar 'in situ' "las pruebas evidentes de estas transformaciones".