Desde su independencia el 1 de Enero de 1960, la hoy República Unida del Camerún solo ha tenido dos presidentes: Ahmadou Ahidjo, que gobernó hasta que dimitió el 4 de Noviembre de 1982; y Paul Biya, que tomó las riendas del país desde la renuncia de su antecesor hasta hoy.
A unos cuantos meses de las elecciones presidenciales de Octubre, que como siempre se preveían favorables al presidente camerunés, el pasado día 9 de marzo, Paul Biya anunció en directo en la radio-televisión camerunesa CRTV un contundente mensaje: «He decidido no presentarme a las elecciones presidenciales del próximo mes de octubre, después de haberservido a mi país durante tres décadas; he decidido retirarme».
Tras soltar su discurso, Paul Biyase quedó tan pancho, esperandoque le feliciten por su valentía. En realidad, son tres los factoresque explican esta decisión sinprecedentes en este hombre, acostumbrado a «ganar» elecciones: a) Las recientes revueltas en el Magreb, que han sido un serio aviso, un mazazo en la testa, para esos longevos y arcáicos «dinosaurios» presidentes africanos; b) ciertos conatos de revueltas en ciertas ciudades camerunesas, sofocadas duramente y sin contemplaciones por la policía; y c) desde finales del mes pasado, Franck Biya, su hijo, le pidió que abandone el poder ahora para salvar el honor de la familia.
¡Qué contraste con el vástago vago y estúpido de nuestro dictador de turno en Guinea Ecuatorial! En los estados mayores de los partidos de la oposición, que algunos tachan de seudo-partidos de la oposición por ser muy «fieles» al presidente, la noticia no ha sentado nada bien, puesto que este hecho compromete seriamente el porvenir de algunos de sus líderes.
Ma-Bàlle ma-a Joba
A unos cuantos meses de las elecciones presidenciales de Octubre, que como siempre se preveían favorables al presidente camerunés, el pasado día 9 de marzo, Paul Biya anunció en directo en la radio-televisión camerunesa CRTV un contundente mensaje: «He decidido no presentarme a las elecciones presidenciales del próximo mes de octubre, después de haberservido a mi país durante tres décadas; he decidido retirarme».
Tras soltar su discurso, Paul Biyase quedó tan pancho, esperandoque le feliciten por su valentía. En realidad, son tres los factoresque explican esta decisión sinprecedentes en este hombre, acostumbrado a «ganar» elecciones: a) Las recientes revueltas en el Magreb, que han sido un serio aviso, un mazazo en la testa, para esos longevos y arcáicos «dinosaurios» presidentes africanos; b) ciertos conatos de revueltas en ciertas ciudades camerunesas, sofocadas duramente y sin contemplaciones por la policía; y c) desde finales del mes pasado, Franck Biya, su hijo, le pidió que abandone el poder ahora para salvar el honor de la familia.
¡Qué contraste con el vástago vago y estúpido de nuestro dictador de turno en Guinea Ecuatorial! En los estados mayores de los partidos de la oposición, que algunos tachan de seudo-partidos de la oposición por ser muy «fieles» al presidente, la noticia no ha sentado nada bien, puesto que este hecho compromete seriamente el porvenir de algunos de sus líderes.
Ma-Bàlle ma-a Joba