viernes, 20 de enero de 2012

"EL HIJO DE DIOS- VI" por: EnengeA’Bodjedi

"EL HIJO DE DIOS- VI" por: EnengeA’Bodjedi

Coincidiendo con las fiestas de Santa Isabel, en el mes de noviembre de 1960, se inauguró una exposición de pintura y escultura en la sede del Ayuntamiento capitalino. Acudieron al evento todas las fuerzas vivas de la ciudad.

En el amplio salón del edificio municipal se iban formando grupúsculos que comentaban los aspectos más relevantes de la muestra. El Fiscal, Fernández Dans; el Presidente del Patronato de Indígenas, Alzina de Boschi; el Secretario de dicho organismo, Morales; el Magistrado Juan de Miguel Zaragoza y yo charlábamos animadamente cuando se acercó al círculo el Gobernador General acompañado de su Ayudante, señor Matres.

Deferentemente todos interrumpieron sus opiniones para escuchar a Don Faustino. Don Faustino era alto y grueso, muy corpulento. Y ostensiblemente se puso delante del Fiscal, con lo que físicamente anulaba su presencia. Fernández Dans era delgado y eclipsado por la corpulencia de don Faustino dejaba de ser visible. Por ello se desplazo hacia la izquierda. Nuevo movimiento de don Faustino para situarse delante de él y ningunearle físicamente. Dans se aparta lateralmente hacia su izquierda otra vez. Y la escena se repite. Y así hasta cinco veces sucesivas. Viendo que el fiscal no se retiraba del grupo, don Faustino se volvió hacia Fernández Dans y le grito en presencia de todos:

--- ¡Váyase, hombre, váyase! ¿No se ha dado cuenta de que no tolero su presencia? ¡Váyase, imbécil!

Dans, educadamente y rojo como un pimiento, se retiro con un cortes "con permiso."

Don Faustino, conseguido su propósito, se volvió hacia los circundantes y estallo en una carcajada estentórea:

---Ja, ja, ja... Un idiota que estaba estorbando, que se lo he dado a entender repetidamente y que no lo captaba. Ja, ja, ja.

El Magistrado y yo nos quedamos serios. Los otros contertulios sonrieron aduladora y cobardemente.

Al final todo se abortó y el quijotismo de aquel tribunal, notable en osadía, quedó en agua de borrajas...De la inventada homosexualidad de Galbe tampoco se volvió a hablar... La vida seguía, pero no para Acacio Mañe. Aunque ocho años después (y ya sin violencia alguna) se proclamaría la independencia de Guinea Ecuatorial. Con la independencia soñada, una brutal cosecha de muertes. Decenas de asesinatos políticos imputables al proclamado Presidente de la Republica.

Con la partida de los "Tarzanes" españoles de la Republica de Guinea Ecuatorial, después del 5 de marzo de 1969, comenzó el REINO DE TERROR de los "King Kongs" (Gorilas) africanos del clan Esangi de los Fang, protegidos por sus bieri (cráneos ancestrales fang, supuestamente con poderes místicos y sobrenaturales). En Fang, eso significa padre y ngi significa gorila. Unas breves biografías de los 3 King Kongs del clan Esangi de los Fang, fuera de control en Guinea Ecuatorial, son:

1. Masie me Nguema (Francisco Macias Nguema Biyogo) del clan Esangi de los Fang, según se supone, nació en Oyem (Gabón) al comienzo de los años 1920. Su padre Nguema era un notorio brujo, caníbal y poseedor del evu, la sustancia del mal muy temido entre los Fang. Desde la antigüedad, los nganga nya isoko (psiquiatras y psicoanalistas) del Pueblo Ndowe ya sabían que los comportamientos psicopáticos de los adultos tienen sus raíces en unos acontecimientos traumáticos en la infancia o en la familia de origen de un individuo. Por eso, cuando los nganga Ndowe empiezan a tratar las enfermedades físicas y/o psíquicas, preguntan a sus pacientes, " ¿Quien es tu padre y quien es tu madre?" De tal palo, tal astilla.

Masie me Nguema, el primer presidente de la Republica de Guinea Ecuatorial, sufrió muchos acontecimientos traumáticos durante su infancia y niñez. Nguema, el padre de Masie, fue expulsado y repudiado por sus paisanos Fang en Oyem, con toda su familia Esangi por ser una casta de criminales. Cuando Nguema, su pequeño hijo Masie, y los demás muy despreciados "gorilas errantes" (miembros del clan Esangi) salieron expulsados de Oyem, sus paisanos Fang probablemente les escarnecían con comentarios como: "! Vosotros los gorilas del clan Esangi debéis emigrar a la vecina colonia de la Guinea Española, a ver si los españoles pueden rehabilitaros a vosotros criminales, algo que los franceses aquí en Gabón no han podido hacer!"

Condenados al ostracismo, el criminal común Nguema, sus hijos y los demás miembros del clan Esangi emigraron hacia el oeste, hasta que llegaron a Mongomo, cuando la influencia española era aun mínima en las selvas de la provincia del rio Mune (Muni). Nguema estableció su templo de Bweti a Njobe en las selvas de Mongomo, Guinea Española. Según la tradición oral Fang, el criminal común Nguema sacrificó al hermano menor de Masie me Nguema, porque el Bweti a Njobe practicado por los Fang exige huesos humanos para obtener el PODER POLITICO. Para fundar su templo de Bweti a Njobe, el sacrificio del líder de Bweti, Nguema, debía venir de su familia. Por eso, el hermano menor de Masie fue inmolado y su padre Nguema fue el asesino, dejando a Masie me Nguema traumatizado psicológicamente y paranoico para toda la vida. Durante la ceremonia de fundación del templo de Bweti a Njobe en las selvas de Mongomo, perteneciente al clan Esangi de los Fang, Nguema y sus hermanos sacaron sus bieri escondidos y gritaron juntos histéricamente el lema de su clan: "!Somos los poderosos gorilas! Una vez que agarramos el poder (político), ¡nunca lo dejamos!"

En la psiquiatría europea, Sigmund Freud explico el fenómeno del "Complejo de Edipo" como el deseo que tiene un niño de 3 a 5 años de matar a su padre y tener relaciones sexuales con su madre. Desde la antigüedad, los nganga nya isoko del Pueblo Ndowe ya habían formulado y elaborado el fenómeno del Complejo de Edipo a través de los proverbios Ndowe: a) "I YOWUDE TE," A NANGAKIYI NA NYANGWE. (Benga) ("Yo sé todo," se acostó con su madre.), and b) MWANA NA HANGWE, NGONDE UMA. (Benga) (La relación entre un hijo y su padre es una luna llena.). En el simbolismo de los Ndowe, la luna representa el principio femenino supremo del cosmos, una MADRE. La relación tempestuosa entre un hijo y su padre tiene su base en una rivalidad sexual por la luna llena (una mujer, la esposa del padre y la madre del hijo). Sigmund Freud creía que una resolución fracasada del Complejo de Edipo en un hijo podía conducir a la neurosis, a la pedofilia, y a la homosexualidad. El Complejo de Edipo está muy relacionado con el complejo de castración. La palabra Ndowe UTONGA (Bapuku, Benga, Kombe) significa "eunuco" o "un hombre castrado." Masie me Nguema, sabiendo cuando muy pequeño que su mbani (rival sexual) y padre Nguema había inmolado a su hermano para fundar su templo de Bweti a Njobe, no se atrevió a rivalizarse sexualmente con su padre cuando llego a la edad de resolver el Complejo de Edipo.

Los problemas psicosexuales de Masie me Nguema alcanzaron su punto crítico cuando servia como vicepresidente del Gobierno de la Guinea Ecuatorial, 1964-1968. Durante una reunión en la Cuidad Ndowe de Bata/Vilangwa, José Menéndez Hernández escribió en su libro, LOS ULTIMOS DE GUINEA, que Masie dijo furiosamente:

Esta mañana fui a mi casa de Mongomo sin avisar previamente y encontré a mi mujer con un blanco. Me han dicho que se llama Conrado y que sus padres tienen una explotación maderera en Rio Benito. Como podéis ver he sido víctima de un abuso colonialista, y como este es un gobierno colegiado os he mandado venir para tomar acuerdos validos, ya que yo solo no puedo resolver. Hay que hacer "justicia". Las decisiones que hemos de tomar son estas:

--Meter en la cárcel al violador.

--Expulsar de Guinea al culpable y a toda su familia, los García Zurita.

--Incautarles las fincas para reparar el agravio.

Macias eligió quedarse solo, reconcentrándose en sus pensamientos-recuerdos. Se alejó hacia las afueras de la ciudad. Casi se compadecía de su infortunio. Lo de su mujer era como para desquiciar a cualquiera. La escena se le representaba por la noche, ya acostado y a punto de dormir. Aquella madrugada había estado en el aeroclub de Bata, en una cena solemne, a la que habían invitado a los médicos europeos de Rio Muni. Vinos, champan, a los postres discursos. Borrachera de licores y de palabras. En este estado, un tanto irreal y enaltecido, se le ocurrió tomar la carretera y acercarse a Mongomo, su pueblo natal, en vez de quedarse a dormir en Bata. Transcurrió el viaje con esa celeridad, con esa falta de consciencia inherente a los estados alcohólicos. Amanecía cuando avisto las casa exteriores del pueblo. Todavía nadie en las calles. Le extraño ver aparcado un coche en la parte trasera de su casa. Subió por la fachada hasta el primer piso. El exceso de bebida le había erotizado, urgiéndole dormir con su mujer.

Todas las luces apagadas. En el camino hacia el interruptor de la luz tropezó con una silla, que protesto enérgicamente contra el silencio ambiental. La encendió y se hizo la luz en el dormitorio y también en su cerebro. ¡Qué dolorosa estampa bicolor! Abrazados, dormidos profundamente, reposaban en el lecho conyugal su mujer y un blanco casi adolescente, cuya palidez contrastaba profundamente frente al negro denso de la piel de Ngale. Se quedó un rato mirándoles sin saber qué hacer.

"Deberé gritar, golpearlos, armar un escándalo", pensó. La situación era molesta. Los culpables tranquilamente dormidos, y el allí, mirando de hito en hito, indignado, pero de una forma un tanto pasiva, porque ni se decidía a golpearles, ni encontraba en su interior ese impulso homicida, cuya materialización en aquel momento contaría con la benevolencia sancionadora del Código Penal. ¡Y era tan fácil conseguir que aquel sueño tuviera fin! En el piso de abajo estaba el gran machete, el arma con el que los africanos afeitan sus selvas, siempre propicias a anegarlo todo. Un rápido tajo en la yugular del hombre, otro en la de la mujer y ya no volverían a engolfarse en las refriegas del sexo.

La luz encendida cumplió papel de despertador. El usurpador sexual empezó a agitarse y de pronto abrió los ojos. Medio en sueños vio a Macias erguido a los pies de la cama. Los cerró de nuevo. Se concentro. Esperando un ataque violento de Macias, se le adelanto, dio un salto, y desnudo como estaba se abalanzo hacia la puerta, desembarazándose de la presencia de Macias con un tremendo empujón. Ya en el primer piso arranco una tela que hacía de visillo en una ventana y se cubrió lo imprescindible, saliendo a la calle como un alma que se lleva el diablo.

La torturada alma del supuestamente hypersexual "King Kong" Masie Nguema Biyogo debía enfrentarse a un humillante escándalo sexual que implicaba a su esposa Fang, Ngale, y a un zancudo adolescente "Tarzan" español llamado Conrado García Zurita. Frente a un complejo de inferioridad intelectual y ahora un complejo de inferioridad sexual, Masie busco consuelo en las drogas, sobretodo de banga (marihuana) y el alucinógeno iboga. Mientras tanto, las efervescentes y chismosas mininga (mujeres fang ligeras y rameras) propalaron, con más rapidez que el tambor parlante fang nkul, el problema más intimo del pudiente gorila errante Esangi por las selvas del rio Mune: "! Masie me Nguema no tiene mina (pene, en Fang) ¡" El insulto "Masie me Nguema no tiene mina" por parte de las mujeres fang, es otra forma de decir, "! Masie me Nguema es un MARICON!" Mas tarde, el domesticado King Kong fang Masie fue llevado por su amo español, el Tarzan Antonio García Trevijano y Forte para evaluaciones psiquiátricas en España y en Nueva York para descubrir cuál era su problema o enfermedad mental. Cuando Masie me Nguema fue preguntado la cuestión rutina por los psiquiatras americanos en Nueva York, " ¿Cual es su orientación sexual?", el muy ofendido Poderoso e Hypersexual King Kong fang (supuestamente sin mina, según SUS PROPIAS HERMANAS DE SANGRE FANG) probablemente vociferó, " ¡ABSOLUTAMENTE, DEFINITIVAMENTE, YO NO SOY UN HOMOSEXUAL!"

Continuará…