Antes de la Independencia
de Guinea Ecuatorial cuando éramos distintos países bajo colonización española,
entre los Fang que vivían en territorio Ndôwé existía un concepto “mwadjang” (hermano),
que percibí como cuidarse entre ellos, lo que para mí los hacía dignos
de admiración. El hombre fang de antaño entendía aquel “mwadjang” como el dar todo cuanto a su
alcance estuviera a su “mwadjang.” Dicen que a la visita del “mwadjang”, el
hombre fang oriundo entregaba incluso a su propia mujer para la satisfacción de
su mwadjang y eso, era asi en todas los Fang. Los Ndôwé que habían conseguido
viajar al territorio Fang por cualquier motivo, a su regreso a Bata resaltaban aquella
cualidad en el sentido hospitalario de los Fang. Un tío mío especialista de “Bombas
de inyección” era el único en todo Rio Muni y viajaba mucho reparando
Bombas de Inyección. Contaba mi tío que en el territorio Fang no podía uno pasar
la noche en la calle, que los Fang aún sin conocerte, no dejaban al extranjero
en la intemperie. Sin que les sobrase, siempre alguno ofrecía alojamiento,
comida, agua y bebida al extranjero. Y si eras conocido, hasta su propia mujer te ofrecía.
Las consecuencias de las influencias
occidentales en el territorio Ndôwé desde 1447, habían hecho distintos a los Ndôwé.
Hacia 1963, periodo hasta el que puedo rescatar mi memoria infantil, recuerdo
que en el territorio Ndôwé la hospitalidad no tenía nada que ver con lo contaba
mi tío que ocurría en territorio Fang. Es cierto que los Ndôwé eran
hospitalarios también pero, no con el desconocido extranjero que llegaba de la
nada. En el territorio Ndôwé si el extranjero llegaba sin conocer a nadie,
dormía perfectamente en la playa, en las plazas. Debía el extranjero pasar varias noches
durmiendo en un lugar concreto para que entonces un Ndôwé se sensibilizara y
ofreciera alojamiento. En relación a eso, hay que reconocer que humanitariamente,
los Fang eran más sensibles que los Ndôwé, gracias a su concepto de mwadjang,
que extendían a los que no eran Fang.
Es cierto que nadie tiene a título
personal la obligación de proveer alojamiento, alimento y seguridad a ningún
extranjero. Pero, como seres humanos, no deberíamos permitir que otro ser humano
pernoctase en la intemperie teniendo nosotros un techo que puede cobijarle de
las inclemencias meteorológicas y de la noche. Por ello de niño
siempre admiré esa cualidad Fang de ofrecer todo cuanto tenían al que llegaba.
Eso era el “mwadjang” de los fang con los que yo crecí; entre los amigos Fang que tuve
y con los que conviví, llegar a sus casas era motivo para que sus madres
pusieran comida frente a mí sin importarles si había comido o no, compartían
todo cuanto poseían y más. !Qué lindo era aquel concepto Fang de “mwadjang” que
conocí de niño!
Con esa confianza establecida entre Ndôwé
y Fang llegamos a una Independencia obligados por España como un país, y no
pudimos en ningún momento imaginar lo que nos esperaba bajo el manto de un solo
Estado.
Sin
embargo, solo cinco meses después de la Independencia que parecía un éxito,
Francisco Macías Nguema Biyogo perdió el Norte, eliminó a los Fang que habían
convivido con los Ndôwé y a los preparados que pudieran estorbarle. Acto seguido, invocó un manipulado espíritu del
"mwadjang", convertido en un "mwadjangnismo" basado en el odio que asoció a la
supremacía Fang, para con violencia dominar a los demás pueblos de Guinea
Ecuatorial. Ese “mwadjangnismo”, significaba que Guinea Ecuatorial era de ellos y que podían tomar lo que quisieran y asesinar a quien
quisieran. La violencia se apoderó de los territorios y hogares Ndôwé mientras
se edificaba un sistema de odio, basado en un ultra-nacionalismo Fang que se fue asentando hasta extremos de traducirse en los
asesinatos de todos los políticos e intelectuales Ndôwé, con el único propósito
maligno de dejarnos sin referencia. La violencia con la que se estableció dicho
sistema originó el síndrome de Estocolmo en las personas Ndôwé.
Llegó el golpe de Estado y el
ultra-nacionalismo que impusiera Macías se suavizó un poco en la medida de detenciones
arbitrarias y asesinatos, pero, continuado por Obiang Nguema en otra forma, atropelló
las manifestaciones multiculturales que conviven en Guinea Ecuatorial y es una
nefasta organización política porque no garantiza el respeto y la convivencia
pacífica entre las nacionalidades. Se agudizó tanto el "mwadjangnismo" hasta convertirse
en "un síndrome tan natural y profundo que ni siquiera los fang se dan cuenta de él, es un acto reflejo. Se trata de un concepto claramente
excluyente que, unido al “Biloplobo” (los que hablan con sonidos inteligibles)
reduce a las demás etnias a la categoría de extranjeros en su propio país o de
ciudadanos de segunda clase. Precisamente, cuando un Fang dirime una cuestión
entre un Fang y uno de otra etnia, solo preste atención a su “Moadjang”. Esta
práctica excluyente se extiende a otros ámbitos, como el de empleo” (F.A.E.). Y ha
impedido la implantación de la democracia en el país, porque ha conllevado a
perseguir a los que se quejaban o, a ignorar los llantos de los otros pueblos
victimas del "mwadjangnismo."
Un ejemplo de ese
"mwadjangnismo" fue la pretensión de la dirección de
“guinea-ecuatorial.net” a que yo pidiera perdón por denunciar públicamente el
mwadjangnismo en mi primera declaración oficial como presidente de Etômbâ â Ndôwé
el 10 de Julio 2010. Otro ejemplo fue los insultos como respuesta a los
contundentes argumentos que esgrimidos y otro ejemplo fue el silencio cómplice generalizado
Fang ante aquella arbitrariedad de guinea-ecuatorial.net, que vetó mis escritos
y prohibió que se me nombrara. Hoy Enero 2013, un hombre Fang ha tenido el
valor de decir: “Tenemos
que reconocer nosotros los Fang que, siendo mayoría, lo que ya ofrece muchas
ventajas, padecemos también lo que yo llamaría “El Síndrome de Moadjang”. Y no solo eso, además lo
ha descrito exactamente igual que lo hicimos nosotros en 2010. Lo que viene a
confirmar nuestra razón hace casi 3 años sobre lo manifestado. Pero eso no es
lo que quiero resaltar en este momento, me interesa resaltar ahora, que las
aguas parecen volver a su cauce y eso
indica que es aún posible organizar políticamente nuestro país
de manera que sin atropellar las manifestaciones multiculturales, garantizar la convivencia dentro del respeto y pacíficamente.
El Sr. Abaga
Edjang ha dado el paso gigantes, ahora el resto de Fang deben entender que: si
se va vivir a casa de alguien y se le atropella causado graves daños y muerte
de sus familiares, hay que pedir perdón, reconciliar y restablecer la
concordia, para poder seguir viviendo juntos.
Aquí no vale decir, "yo no hice nada a nadie", porque es como lo de
la colonización. Decimos que los españoles
colonizaron Guinea Ecuatorial, sin embargo, el gitano de “Chiclana de la
Frontera” no colonizó Guinea, pero como español, se considera que colonizó
porque de una forma u otra los beneficios que generó la colonización llegaron a
él como súbdito español. Del mismo modo aquel fang que quiera decir que él
personalmente no hizo nada a ningún Ndôwé, debe saber que los beneficios del
"mwadjangnismo" aplicado en detrimento de los demás pueblos, revertieron de una
forma u otra en él como fang, porque el “mwadjangnismo” solo benefició a los
Fang en una medida u en otra. Por ello, les necesario el perdón entre los pueblos de Guinea Ecuatorial, porque el "mwadjangnismo" ha
sido el sostén de las dos tiranías que han machacado a Ndôwé, Bissió, Bubis y
Ambo, además de los mismos Fang porque ha servido de escudo para el asesinato de muchos Fang.
Concluyendo, es necesario desterrar el “mwadjangnismo”, sentarnos, perdonarnos y
reconciliar. Solo así seremos capaces de restaurar la confianza que nos permita
en concordia refundar un nuevo país para todos, sin odios ni rencores.
Rafael Evita Ika
Presidente de Etômbâ â Ndôwé-Partido del Pueblo Ndowé
Responsable de la Seguridad y Supervivencia del Pueblo Ndowé