jueves, 13 de enero de 2011

Obama: 'Gabby Opened Her Eyes' For First Time

Condolencias tristes del Pueblo Ndowé de Guinea Ecuatorial por la matanza en Tucson Arizona

Presidencia de Êtômbâ â Ndôwé-Partido del Pueblo Ndowé de Guinea Ecuatorial

Comunicado de Prensa
13/01/2011

Con motivo de la reciente matanza de Tucson Arizona D. Rafael Evita Ika Presidente de Êtômbâ â Ndôwé-Partido del Pueblo Ndowé de Guinea Ecuatorial, expresa en una nota de prensa, sus condolencias, dolor, consternación y apoyo a las familias y al pueblo Norteamericano por la matanza de Tucson, Arizona. Así como el rechazo del pueblo Ndowé de Guinea Ecuatorial por el motivo que fuese que desencadenó el tiroteo que dejó seis muertos, 14 heridos y la Nación USA sacudida.

El Señor acoja las almas de los desaparecidos. El pueblo Ndôwé de Guinea Ecuatorial desea fervientemente mejora y una pronta recuperacion para la Republicana Gabrielle Giffords, baleada a quemarropa el Sábado en la cabeza y que permanece en un Hospital ingresada luchando por su vida.
 
Rafael Evita Ika
Presidente de Êtômbâ â Ndôwé-Partido del Pueblo Ndowé de Guinea Ecuatorial.

Nación polarizada necesita sanación;OBAMA

El presidente Barack Obama imploró el miércoles a una América dividida en honor a los atacados en el tiroteo de Arizona a convertirse en un país mejor, y en un momento dramático, dijo que la Rep. Gabrielle Giffords, quien el sábado fue baleado a quemarropa en la cabeza, había abierto sus ojos por primera vez poco después de su visita al hospital.


THE HINDU- TUCSON (Arizona), January 13, 2011



Obama anunció dramáticamente que, tras su visita junto a la cama con la Sra. Giffords, tras el intento de asesinato que sufrió "abrió los ojos,  que así que puedo decir, que ella sabe que estamos aquí, y ella sabe que la queremos”.

La primera dama Michelle Obama iba de la mano del marido de la Sra. Giffords, Mark Kelly, cuando se supo del detalle se produjeron aplausos en el escenario.

En su intervención en un monumento en Tucson, Arizona, Obama reconoció que no hay manera de saber lo que desencadenó el tiroteo que dejó seis muertos, 13 heridos y la nación sacudida. Trató en lugar de dejar recuerdos indelebles de las personas que fueron abatidos a tiros y para reunir a los países a utilizar el momento como una reflexión sobre el comportamiento de la nación y la compasión.

"Creo que podemos ser mejores", dijo Obama a una multitud en la cancha de baloncesto de la Universidad de Arizona " y muchos otros viendo en todo el país. "Los que murieron aquí, los que salvaron vidas aquí" me ayudan a creer. No puede ser capaz de detener todo el mal en el mundo, pero sé que la forma en que se traten entre sí depende enteramente de nosotros. "

Obama dijo, Giffords abrió los ojos unos minutos después de salir de su sala de terapia intensiva del hospital ayer por la noche. El Sr. Obama que después de dejar la habitación del hospital de la Universidad Centro Médico de Tucson, algunos de sus colegas en el Congreso se mantuvo. Ellos estaban allí cuando la congresista gravemente herido abrió los ojos por primera vez.

El tiroteo ha provocado un debate nacional sobre la recalentada retórica política de control de armas y el acceso a la atención de la salud mental. Como acusaciones surgieron en Washington y más allá de si la retórica política dura desempeñada un papel en la motivación del ataque, Obama trató de calmar la retórica.

"Las fuerzas que nos dividen no son tan fuertes como las que nos unen", dijo.

Después de ofrecer cuentas personales de cada persona que murió, desafió a cualquiera que escuche a pensar en la manera de honrar su memoria. Él arremetió en contra cualquier instinto de punto de culpa o de la deriva hacia la mezquindad política o para adherirse a las explicaciones sencillas que pueden no tener ningún mérito.

"En un momento en que nuestro discurso se ha vuelto tan fuertemente polarizado, en un momento en que estamos demasiado dispuestos a echar la culpa de todo lo que aflige al mundo a los pies de los que piensan diferente a nosotros, es importante para nosotros hacer una pausa por un momento y asegurarnos de que estamos hablando entre sí de una manera que sana, no de una manera que hiere”, dijo el Presidente.

El interno Daniel Hernández, que prestó primeros auxilios in situ a los heridos y a la herida congresista Giffords, recibió ovación de un héroe en el funeral.

Obama fue uno de los que dieron los 20 años de edad, Hernández una ovación de pie en el servicio del miércoles. La gobernadora de Arizona, Jan Brewer, dijo que las acciones rápidas Hernández probablemente salvó la vida la Sra. Giffords. Hernández se apresuró a ayudar a la congresista y trató de detener la pérdida de sangre con las manos.

Las memorias de las seis personas muertas dominaron gran parte del discurso de Obama. El presidente, recordó por ejemplo al juez federal John Roll que estaba en camino de asistir a misa cuando se detuvo a saludar a Giffords y fue asesinado a tiros; Dorothy Morris, protegida por su marido, pero muerto, no obstante, y Phyllis Schneck, un republicano que tomaron un brillo a Giffords, demócrata, y que quería conocerla mejor.

Se habló largo y tendido, de 9 años de edad Verde Christina Taylor, la única chica en su equipo de béisbol, que a menudo dijo que quería ser la primera mujer en jugar en las Grandes Ligas. Ella acababa de ser elegido para el consejo estudiantil de su escuela primaria y había un creciente interés en el servicio público.

Obama volvió a jugar el papel de consolador nacional que llega a todos los presidentes y, en raras ocasiones, ayuda a definirlos.

La historia reciente recuerda a George W. Bush con un megáfono en medio de los escombros de los ataques terroristas del 11 de septiembre 2001, el liderazgo de Bill Clinton después del atentado de Oklahoma City en 1995, y la respuesta de Ronald Reagan a la explosión del transbordador espacial Challenger en 1986, cuando habló del "dolor hasta la médula."

Obama se basó en su experiencia propia sombrío, después de la masacre por uno de los propios miembros de las fuerzas armadas en el puesto de Fort Hood, Texas, el Ejército en 2009, que dejó 13 muertos y más de dos docenas de heridos. Entonces, como ahora, Obama centró sus comentarios sobre cómo las víctimas llevaron a sus vidas.

Obama fue acompañado en el Air Force One por los miembros republicanos de la delegación del Congreso de Arizona, el líder demócrata de la Cámara Nancy Pelosi, la Corte Suprema Anthony Kennedy, Fiscal General Eric Holder y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napo

Guinea Ecuatorial, un bulevar mundial de corrupción

La expulsión de Guinea Ecuatorial de la ETTI (Iniciativa de Transparencia en la Industria Extractiva) reafirma las críticas internas y externas sobre la corrupción galopante del régimen de Teodoro Obiang, en el poder desde 1979. Con la complicidad de las petroleras norteamericanas y la vista gorda de potencias democráticas occidentales, principalmente Estados Unidos, Francia y España, el régimen negroafricano ha encontrado en la corrupción la manera más épica de perpetuarse en el poder y contentar a sus socios occidentales.  Pedro Nolasco Ndong Obama

No hay por dónde empezar para definir el silencio y la complicidad que las potencias democráticas occidentales y la denominada comunidad internacional mantienen en torno al caos sociopolítico que se vive en Guinea Ecuatorial. Menos aún lo es describir el modus operandi con el que campa y se cola el general Teodoro Obiang en sociedades civilizadas con la anuencia de sus instituciones y dirigentes.

La decisión de la ETTI de expulsar a Guinea de su seno ilustra, pero sólo a vista de pájaro, parte del drama que vive el país centroafricano, donde una familia está esquilmando los recursos naturales en provecho propio, ha diezmado las esperanzas de libertad de varias generaciones y recrimina, con prácticas de terrorismo de Estado, cualquier exigencia interna de apertura democrática, a pesar de haber decretado oficialmente el pluralismo político.

Guinea Ecuatorial es un país que ha suscrito importantes tratados y convenios internacionales sobre transparencia política y económica, respeto de los derechos humanos, democratización y buena gobernabilidad: “El Estado guineoecuatoriano acata los principios de Derecho Internacional y reafirma su adhesión a los derechos y obligaciones que emanan de las Organizaciones y Organismos internacionales a los que se ha adherido”, (artículo 8 de la Constitución).

La Constitución, ‘democrática y pluralista’, si bien semántica, aprobada por referéndum popular en 1991 reconoce, teóricamente, el ejercicio de las libertades públicas y fundamentales, y demás derechos y deberes que cualquier constitución occidental consagra a sus ciudadanos. De ser efectiva, Guinea Ecuatorial estaría a punto de cumplir veinte años de democracia. Empero, este período no ha servido que para fortalecer un régimen omnímodo y monocultivo, que se hace aún más fuerte con el correr del tiempo, en una continua huida hacia delante, anulando, a su paso, los compromisos sociopolíticos suscritos en el plano interno y eterno. La disidencia, harto del hostigamiento y la represión, o se ha domesticado o se ha exiliado.

En medio de este desaire, trastienda de la barbarie política y del desconocimiento tácito de la legalidad refrendada, el régimen de Malabo es hoy por hoy uno de los más intocables del mundo occidental, cuyas potencias democráticas, como Estados Unidos, Francia o España – por citar sólo los que mantienen estrechas relaciones diplomáticas y de cooperación con la tiranía – y sus gigantescas multinacionales han venido ofreciendo todo tipo de colaboración, incluida la militar, a un régimen cuyas prácticas de corrupción pandillera, nepotismo, de terrorismo de Estado y de violación sistemática de los derechos humanos son constantes, sistemáticas y permanentes.

“La familia de Teodoro Obiang, dictador en este país desde hace mucho tiempo, ha acumulado una riqueza fabulosa y el Gobierno no ha mostrado ninguna voluntad política para que se lleve a cabo una verdadera auditoria”, dice un miembro de ETTI al prestigioso diario económico Financial Times.

El susurro de la ONG ni llega tarde ni llega a tiempo, simple abulta el baúl de denuncias continuas y reiteradas de otras ONG’s internacionales como Amnistía Internacional, Transparency International, Freedom House, Reporteros sin Fronteras, Médicos sin Fronteras; de instituciones del sistema de las Naciones Unidas, como la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra o de instituciones gubernamentales como el Departamento de Estado norteamericano, cuyos informes regulares describen de forma sucinta y pormenorizada cómo Teodoro Obiang y su régimen han convertido Guinea Ecuatorial en un bulevar de corrupción y en un enorme campo de concentración, que se extiende más allá de sus fronteras, con secuestros a exiliados políticos en países africanos como Benín, Gabón, Ghana, Nigeria y Camerún.

Los residentes huidos al occidente tampoco están a salvo. Los residentes en el Reino de España tienen que ingeniárselas para sortear la persecución de sicarios a sueldo de Malabo y predispuestos a eliminar físicamente. En verano de 1995, un grupo de estos sicarios actúo en el barrio madrileño de Alcorcón, hiriendo mortalmente a un opositor guineano, que se salvó la vida milagrosamente. Sin embargo, el Gobierno español tuvo que maniobrar cerca del poder judicial para proteger al déspota de Malabo y la Justicia, siempre al son del Gobierno socialista, tachó el tema de delincuencia común, a pesar de los informes policiales, los servicios secretos y las declaraciones de los propios sicarios durante el juicio oral y público.

Con este panorama desolador, está más que demostrado la connivencia de Gobiernos democráticos occidentales con el longevo y execrable régimen de Teodoro Obiang. Las razones quizás hay que buscarlas en los recursos naturales que el hombre fuerte de Malabo regala a sus multinacionales y, cómo no, de las ingentes cantidades de divisa que deposita en sus bancos y la irrupción de sus familiares, colaboradores y demás aláteres en el mercado inmobiliario de Estados Unidos, España, Francia y Suiza. Tampoco se puede pasar por alto los recelos de carácter imperialista y neocolonialista por el control geopolítico y geoestratégico del Golfo de Guinea, donde la pequeña colonia española se presenta como el más perfecto aliado del neocolonialismo en su expresión más sofisticada, si no moderna y contemporánea.

Cualquier analista moralmente comprometida – siempre desde una perspectiva independiente e imparcial – que se pone a investigar el drama que se vive en Guinea Ecuatorial, encontrará sin mayores esfuerzos que el país es prácticamente un gran bulevar mundial de corrupción, donde el propio régimen y sus prohombres; Gobiernos occidentales, sus diplomáticos, multinacionales y demás aventureros pugnan por el saqueo de los recursos naturales como hordas invasores llegados de otro planeta para acabar con la especie humana en los territorios subsaharianos de Guinea Ecuatorial. ¿Quién, en este contexto, va a hablar de los centenares de presos políticos que languidecen en las prisiones, parte de ellos secuestrados en países africanos en una clara demostración de terrorismo de Estado, ni menos del saqueo del los recursos naturales del país?

En veinte años de cuasi-transición democrática los socios del régimen siempre han confiado en avances en el frustrado proceso político del país centroafricano, aun cuando su líder y el partido gobernante rozan el 99,99 de votos en los enésimos procesos electorales organizados, desde las municipales, legislativas y presidenciales, hasta el extremo de que la rendida oposición sólo cuenta con un escaño de entre los 100 que componen la Cámara guineana y menos de una decena de concejales de los cerca de 300 del país.

Cuando se puso en marcha la ETTI en 2002 con el respaldo del Gobierno de Gran Bretaña muchos creíamos que el trabajo de dicha ONG iba a servir de algo a Gobiernos occidentales e instituciones supranacionales como la Unión Europea. Hoy la ETTI grita en vacío y ve en regímenes corruptos y despóticos africanos como sus principales enemigos, cuando es todo lo contrario; el real y verdadero enemigo está en su propio lecho, que no es otro que la Unión Europea, que en ningún momento ha querido contrariar a sus socios africanos cuando violan flagrantemente los variados acuerdos suscritos en materia de democratización, estabilidad política, reforzamiento institucional y transparencia en la gestión económica. Demasiados compromisos para no respetar ninguno y demasiada vista gorda para no incomodar a los sátrapas.

Luego la culpa es, como siempre, de los propios africanos y, sobre todo, de aquellos rendidos desde la impotencia y la desesperación, a quienes las sociedades occidentales reprochan de pasar de víctimas toda la vida. Pero ésta hipérbole no es menos cierta, para no decir cínica o simplemente desconocimiento tácito de lo que realmente ocurre en África y con los africanos, obligados a huir de sus gobernantes, porque son déspotas insaciables y verdugos lunáticos. Los africanos no se pasan de víctimas, sino que justamente son víctimas que no esperan ni reclaman ninguna ayuda de occidente, sino simplemente que les quiete las botas de encima. Si regímenes como los de Guinea Ecuatorial no contaran con el grandioso apoyo y respaldo de multinacionales como Exxon Mobil, Maratón Oil, Amerada Hess, France Telecom., Total-Elf, etc, ni de la cooperación incondicional de países como Estados Unidos, Francia y España, no serían tan prepotentes en el plano interno.

Si la ETTI quiere ser efectiva, poniendo en práctica sus principios, debería librar igual, quizás, la más importante batalla contra sus propios Gobiernos. Y esto es tan fácil como fomentar un debate al más alto nivel cerca de la sociedad civil con suficiente capacidad para influir en la agenda electoral y en el quehacer político de los Gobiernos occidentales, porque la sociedad civil europea o norteamericana no sabe a ciencia cierta hasta qué punto los Gobiernos que votan constituyen uno de los principales obstáculos en la senda de los africanos para definir su propio destino. Si no, hay que esperar todavía una mayor peregrinación de los subsaharianos hacia occidente en las próximas décadas. Porque África se muere ante la ignorancia, complicidad y traición de sus propios hijos y la indiferencia pactada de las potencias democráticas occidentales, el colonialismo nostálgico y una comunidad internacional, la ONU y la Unión Europea que, respecto a África, predican unos valores que no profesan sobre el terreno.

El hijo del presidente de Guinea Ecuatorial invirtió fondos en EEUU

Un hijo de Teodoro Obiang, el presidente de Guinea Ecuatorial, usó agentes de bienes raíces, abogados y banqueros para invertir por lo menos 110 millones de dólares en EEUU, según un informe presentado al Senado.
Efe

Washington

El Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado escuchó informes y testimonios durante una audiencia sobre la forma en que funcionarios extranjeros, sus familiares o socios, han empleado servicios e instituciones financieras para ingresar millones de dólares de fondos sospechosos en Estados Unidos.

El informe de 330 páginas preparado por el subcomité para esta audiencia señala que Teodoro Obiang Nguema Mangue, hijo del presidente de Guinea Ecuatorial y ministro en su gabinete de gobierno, "es objeto de una investigación criminal estadounidense, (y) ha sido identificado en denuncias de corrupción presentadas en Francia".

Además, Obiang Nguema "fue objeto de una audiencia del Subcomité en 2004 que mostró cómo el Banco Riggs ayudó a funcionarios de Guinea Ecuatorial en la apertura de cuentas y la realización de transacciones sospechosas".

El banco Riggs, establecido en 1836 y que fue durante la mayor parte de su historia el banco más grande en la capital de Estados Unidos, se vio envuelto en escándalos a comienzos de la década de 2000 -incluidos los manejos de cuentas de dictadores como el chileno Augusto Pinochet- y en 2005 fue absorbido por otro banco.

El informe del Subcomité sostuvo que dos abogados, Michael Berger y George Nagler, "ayudaron a Obiang (Nguema) a eludir las leyes estadounidenses contra el lavado del dinero y el control de 'personas políticamente expuestas' en instituciones financieras estadounidenses".

Según el informe, estos abogados prestaron esos servicios permitiendo que Obiang Nguema usara los beneficios de las oficinas legales y cuentas de compañías de fachada "como conductos para sus fondos y sin alertar al banco sobre el uso de estas cuentas".

"Si más tarde un banco descubrió el uso de la cuenta por parte de Obiang, y cerró la cuenta, los abogados le ayudaron a abrir otra", añade el documento.

"Las firmas de fachada formadas por Obiang incluyeron Beautiful Vision, Unlimited Horizong, Sweetwater Malibu, Sweetwater Management y Sweet Pink", de acuerdo con el informe.

Dos agentes de bienes raíces, Neal Baddin y John Kerrigan, "ayudaron a Obiang en la compra y venta de bienes raíces caros en California, incluida su adquisición por 30 millones de dólares de una residencia en Malibú con fondos transferidos desde Guinea Ecuatorial".

"Obiang usó un testaferro para la compra de un avión Gulfstream por 38,5 millones de dólares", según el informe.

En la audiencia Neal Baddin, un agente de bienes raíces que trabajó para Obiang, dijo que él no tenía ni el conocimiento ni la capacitación para los tratos con lo que el gobierno de EEUU describe como "personas políticamente expuestas".

En la audiencia, los abogados Berger y Nagler, identificados como abogados de Obiang Nguema, rehusaron responder a las preguntas amparándose en la Quinta Enmienda de la Constitución de EEUU que los protege de incriminarse a sí mismos.

La audiencia escuchó también testimonios sobre Omar Bongo, quien fuera presidente de Gabón durante más de cuatro décadas hasta su muerte el año pasado y quien habría usado las cuentas bancarias de una firma de cabildeo para transferir más de 18 millones de dólares destinados a la compra de equipos militares de EEUU.

Jeffrey Birrel, un cabildero registrado que representa a Gabón, se amparó en la Quinta Enmienda constitucional.