martes, 18 de enero de 2011

Gobierno de unidad en Túnez para contener las protestas

El primer ministro de Túnez nombró el lunes a varias figuras de la oposición en un nuevo gobierno de unidad, tratando de lograr una estabilidad política después de que las violentas protestas en las calles hicieran caer al presidente el viernes.
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El primer ministro Mohamed Ganuchi también dijo que el Gobierno estaba comprometido con la liberación de prisioneros políticos, y que cualquiera con una gran riqueza o sospechoso de corrupción sería investigado.


El ministro del Interior Ahmed Friaa dijo a la televisión estatal que al menos 78 personas habían muerto en los disturbios y que el coste hasta ahora en daños y pérdidas empresariales era de 3.000 millones de dinares (1.570 millones de euros).

La ola de protestas contra el desempleo, los sobornos y la represión que ha desbancado al presidente Zine al Abidine Ben Ali ha afectado a las bolsas y mercados de divisas desde Jordania a Marruecos y los inversores están a la espera de ver si los tunecinos aceptan el Gobierno de unidad - y si los disturbios se extienden al extranjero.

Antes de que se anunciara el Gobierno de unidad, alrededor de 1.000 personas se habían reunido en el principal paseo de la capital, y algunos decían que no aceptarían a miembros del partido gobernante RCD en la nueva coalición porque bloquearían las reformas necesarias.

Las fuerzas de seguridad usaron cañones de agua y lanzaron disparos al aire para dispersar la protesta, que acabó pacíficamente.

Ganuchi es miembro del RCD, que previamente encabezaba Ben Ali, y el partido retiene una significativa presencia en el nuevo Gobierno.

El primer ministro dijo que líderes opositores tendrán un lugar en el gabinete, pero los ministros de Defensa, Interior, Finanzas y Asuntos Exteriores mantendrán sus puestos en el nuevo Gobierno.

Ganuchi nombró a Nayib Chebbi, fundador del Partido Democrático Progresista (PDP), que se oponía a Ben Ali, como ministro de Desarrollo Regional. El líder del partido Ettajdid Ahmed Ibrahim será ministro de Educación y Mustafa Ben Jaafar, jefe del Foro Democráticos por el Trabajo y las Libertades, ministro de Salud.

"Estamos comprometidos a intensificar nuestros esfuerzos para restablecer la paz y la calma en los corazones de todos los tunecinos. Nuestra prioridad es la seguridad, además de la reforma política y económica", dijo Ganuchi en rueda de prensa.

TUNECINOS, ESCÉPTICOS

En las calles de la capital, los tunecinos de a pie eran escépticos.

Mohamed Mishrgi dijo: "No confiamos en este Gobierno porque son las mismas caras, como Ganuchi, Morjane y particularmente Friaa. No ha cambiado nada. Aún está ahí el sistema de Ben Ali. Por esa razón las manifestaciones continúan en Túnez. Queremos un nuevo estado con nuevas personas".

Otro transeúnte, Hosni Saidani, añadió: "Es difícil confiar en estas personas porque han participado en el sistema de Ben Ali pero no tuvieron el coraje suficiente para decirle que parara. Así que ¿cómo pueden hacer el cambio hacia la democracia?"

"Estas personas participaron en el sistema de Ben Ali. Es verdad, la gente no les quiere en el nuevo gobierno pero no podemos tener un cambio completo, tenemos que ir hacia la democracia paso a paso", dijo Mohamed Bouzayin, residente en la ciudad.

El presidente del Parlamento Fuad Mebaza, que juró el cargo como presidente interino, había pedido a Ganuchi formar un gobierno de unidad nacional, y las autoridades constitucionales dijeron que se celebrarían elecciones presidenciales en un plazo de 60 días.

Moncef Marzuki, un profesor de medicina que dirige el partido opositor CPR y que está exiliado en Francia dijo a Reuters que sería candidato en estos comicios.

Ben Ali huyó a Arabia Saudí en medio de una revuelta popular por el desempleo, la corrupción, la pobreza y la represión. Su salida apresurada el viernes sacudió al mundo árabe, donde otros líderes autocráticos encabezan gobiernos igualmente represivos.

El destacado economista tunecino Moncef Cheijruhu dijo que el banco central le había comunicado que la familia del ex presidente se había llevado del país 1,5 toneladas de oro, valoradas en 66 millones de dólares.

Los hombres de las milicias leales a Ben Ali intentaron entrar en el banco central el domingo para retirar más oro, pero se lo impidió el Ejército, dijo a Reuters en una entrevista.

Dentro de la repatriación de turistas que se ha llevado a cabo en los últimos días, el Ministerio de Asuntos Exteriores español informó el lunes de que en los últimos días 350 turistas habían vuelto a España y estaba prevista la salida de dos vuelos, con lo que la mayoría de españoles que viajaron de vacaciones a Túnez y se vieron sorprendidos por la violencia habrá salido del país.