El hijo del dictador ecuatoguineano Obiang gasta cientos de millones en propiedades en el extranjero
Mientras la mayoría de sus compatriotas en Guinea Ecuatorial viven con menos de un euro al día, Teodorín ha gastado cientos de millones en casas en París, Buenos Aires, Ciudad del Cabo y Los Ángeles, se traslada en automóviles Bentley, Lamborghini o Ferrari y, de acuerdo con la ONG Global Witness, ha añadido a sus bienes una mansión en Malibú valorada en 27 millones de euros. Y eso que como ministro de Agricultura y Bosques en el Gobierno de su padre, Teodoro Obiang Nguema, gana un salario de 4.000 euros al mes.
La ONG ha hecho un llamamiento al Gobierno de EE UU para que investigue de dónde proceden los fondos para la adquisición de la casa del que se supone es candidato a suceder a Obiang en la presidencia de la antigua colonia española.
"La mayoría de los 500.000 habitantes de Guinea Ecuatorial vive con un euro al día"
El inmueble, de acuerdo con la documentación aportada por Global Witness, dispone de vistas al mar, campo de golf de cuatro hoyos, cancha de tenis y piscina. Fue comprada el mes de febrero pasado por la empresa Sweetwater Malibú, de la que el primogénito de Obiang, de 37 años, es director. La mansión, con seis habitaciones y ocho cuartos de baño, tiene un valor de 27 millones de euros, aunque se desconoce cuánto se pagó en realidad, porque "las partes no querían publicar el valor de la propiedad", según Global Witness.
La adquisición de bienes de lujo y propiedades no es una novedad en el comportamiento de Teodorín: dos años atrás y en sólo un fin de semana, compró en Ciudad del Cabo dos Bentley y un Lamborghini. Se podían ver aparcados frente al hotel Mount Nelson, el más lujoso de la ciudad. También compró dos casas en los selectos barrios de Clifton, junto a la playa, y en Bishopscourt, junto a la montaña, por valor de 2,5 y 2,7 millones de euros, respectivamente. Las pasadas navidades alquiló el yate del magnate de Microsoft Paul Allen por 550.000 euros para ir de crucero con la que entonces era su novia, la cantante estadounidense de rap Eve. Tras concluir que su relación con el hijo del dictador africano no era buena publicidad, Eve decidió cortar por lo sano el pasado mes de agosto. Eso sí, en el ínterin, su pretendiente formó en Detroit su propia compañía discográfica: TNO (correspondiente a las siglas de Teodoro Nguema Obiang), con una inversión de 25 millones de dólares [19,5 millones de euros]. Teodorín es un habitual de París, donde reta a carreras en su otro Lamborghini a los paparazzi que le persiguen, compra trajes de diseño y se rodea de bellezas eslavas. En Guinea al ministro de Bosques se le conoce como ministro corta-árboles, lo que no es de extrañar dado que la madera es el segundo recurso natural del país, después del petróleo.
Gabriel Nguema Obiang, hermano menor de Teodorín, es el ministro encargado del petróleo. Todo queda en familia en Guinea, donde de los 50 ministros del Gobierno, 21 tienen relaciones familiares o de clan con Obiang, que lleva gobernando el país desde 1979 después de acabar con un golpe de Estado con la presidencia de Francisco Nguema, su tío, que fue juzgado y ejecutado. De hecho, mientras Teodoro Obiang, enfermo de cáncer de próstata, favorece a su díscolo primogénito, las empresas petroleras y otros ministros del Gabinete tienen preferencias por Gabriel, más discreto que su hermano.
Guinea Ecuatorial, con una población de poco más de medio millón de habitantes, tiene unos ingresos procedentes de los pozos de petróleo descubiertos en la década de los noventa de 3.000 millones de dólares al año. Con estos beneficios, su población debería tener la segunda renta per cápita más elevada del mundo, pero está a la cola del Indice de Desarrollo Humano de la ONU y la mayoría vive con menos de un euro al día.