"EL HIJO DE DIOS- IV" por: EnengeA’Bodjedi
Cecil John Rhodes (5 de Julio 1853- 26 de marzo 1902) era un británico que devino un comerciante, magnate de la minería, y político en Sur África. Rhodes fue el fundador de la empresa de diamantes llamado DeBeers. Un ferviente creyente en el imperialismo colonial británico, Cecil Rhodes fue también el fundador del estado de Rhodesia, que fue nombrado en su honor. En 1964, la Rhodesia Norteña devino el estado independiente de Zambia, y en 1980, Rhodesia (antes conocido bajo el nombre de Rhodesia Sureña) devino el país independiente con el nombre de Zimbabwe. Cecil Rhodes dispuso de las provisiones necesarias para la Rhodes Scholarship (Beca de Rhodes) que es financiado por su patrimonio.
Cecil Rhodes nunca se caso, alegando "Tengo mucho trabajo que hacer." Algunos escritores y académicos han insinuado que tal vez Rhodes era homosexual. Es inferido que Cecil Rhodes era homosexual y que sus relaciones con hombres a veces devinieron físicas. Un tal Neville Pickering fue descrito como el amante de Cecil Rhodes aunque no había evidencia definitiva. Cuando Pickering celebro sus 25 cumpleaños en 1882, el Tarzan Rhodes redacto un nuevo testamento, dejando su patrimonio a Pickering. Dos anyos más tarde, Pickering sufrió un accidente, y fue Rhodes quien le cuido lealmente por 6 semanas, hasta el punto de rehusar a contestar telegramas acerca de sus intereses comerciales en África. Pickering murió en los brazos de Rhodes, y durante su funeral, Rhodes lloro con fervor. Entre llantos, el Tarzan Cecil John Rhodes dijo rotundamente a la gente que asistió el entierro: "¡ABSOLUTAMENTE, DEFINITIVAMENTE, YO NO SOY HOMOSEXUAL!"
El sucesor de Neville Pickering en la cama del Tarzan Cecil Rhodes fue Henry Latham Currey, el hijo de un viejo amigo, que devino el secretario particular de Rhodes. Cuando Currey devino prometido para casarse, Tarzan Rhodes estuvo muy mortificado y su relación termino. Durante los últimos anyos de su vida, Cecil Rhodes fue acechado por una princesa polaca llamada Catherine Radziwill, nacida Rzewuska, que fue esposada a una dinastía polaco-lituano noble llamada Radziwill. La princesa polaca Catherine alegaba falsamente que estaba prometida para casarse con Rhodes, o que ellos tenían relaciones sexuales. Princesa Catherine Radziwill pidió la mano de Cecil Rhodes, pero este rechazo la oferta de matrimonio de la polaca, pero "NO PORQUE YO SOY EL HOMOSEXUAL NUMERO UNO EN SUR AFRICA!"
El aventurero Cecil Rhodes mantenía una relación estrecha con Leander Starr Jameson después de que se conocieron en Kimberley, Sur África, donde compartieron un bungalow. Jameson cuido a Rhodes durante su última enfermedad, era fideicomisario del patrimonio de Rhodes, que le permitió a continuar viviendo en la residencia señorial del Tarzan Rhodes después de su muerte. Jourdan, el secretario de Rhodes, que estaba presente poco después del fallecimiento de Rhodes dijo, "Jameson estaba luchando contra su propia aflicción...Ninguna madre podía exhibir mas ternura hacia los restos de un hijo querido." Jameson falleció en Inglaterra en 1917, pero después de la guerra, en 1920, su cadáver fue trasladado a una tumba al lado de la de Rhodes en la Colina Malindidzimu, una colina de granita en el Parque Nacional Matopo, 40 km al sur de Bulawayo, Zimbabwe. Si uno está de pie cerca de las tumbas, probablemente se puede oír la voz ancestral del Tarzan Cecil John Rhodes negando rotundamente: "Aunque Leander Starr Jameson está enterrado al lado mío, ¡ABSOLUTAMENTE, DEFINITVAMENTE YO NO ERA UN HOMOSEXUAL!"
MWA MOTO A TONDENDI BOJOWA. (La gente tiene afición a la mentira.)
Mary Henrietta Kingsley (13 de octubre 1862- 3 de junio 1900) nació en Islington, London y era la hija del médico, viajero y escritor George Kingsley y su esposa Mary Bailey. Mary Kingsley ni fue bautizada ni fue criada como una cristiana. Ella no le interesaba la inminente llegada de Jesucristo, EL HIJO DE DIOS. Muchos individuos, europeos y Africanos, estaban asombrados que una mujer de la edad de Mary Kngsley viajara sin su marido ni otro hombre. Muchas veces, los Africanos preguntaron a la británica," ¿dónde está tu marido?" Muy irritada por esta pregunta, la amazona Mary Henrietta Kingsley les contestó con una voz enérgica y masculina. "¡YO NO TENGO MARIDO!" De todas formas, la "Jane" Mary Henrietta Kingsley quería que la gente supiera que ella ¡ABSOLUTAMENTE, DEFINITIVAMENTE NO ERA UNA LESBIANA!
En su libro TRAVELS IN WEST AFRICA (VIAJES EN EL OESTE DE AFRICA) (1897), Mary Kingsley dedicó un capítulo entero sobre su visita en la isla Manji de los Benga, titulado "Corisco." En agosto de 1895, cuando ella estaba en el poblado Mpongwe de Olamba, en la Misión Presbiteriana de Baraka, Kingsley fue a ver al doctor Robert Hamill Nassau (11 de octubre 1835- 6 de Mayo 1921) para hablar con él sobre fetiches. Hablaron mucho tiempo. Durante una de esas conversaciones, el doctor Nassau mencionó que había tres lagos en el centro de la isla de Manji (Bololwe bwa Bodungwe, Bololwe bwa Ukati y Bololwe bwa Abela) en que solo las mujeres del lugar pescaban ngunu en ocasiones muy señaladas.
Nassau proporcionó a Mary Kingsley toda la ayuda posible, lo que se tradujo en el ofrecimiento de su vapor, el LAFAYETTE. Acompañada por una tripulación capitaneada por Iveke ja Ibiya (1874-ca.1935) del clan Bobunja de los Benga, e integrada por algunos amigos de Iveke, Kingsley zarpó hacia el estuario Mune, saliendo del estuario Malongo a las 8 de la mañana porque el Capitán Iveke quería aprovechar al máximo el viento y la marea. Dr. Nassau les acompañó amablemente por el muelle para verles partir.
Cuando llegaron a Manji, Iveke y Mary Kingsley fueron a la casa de su padre, el reverendo Ibiya j'Ikenge, que era el único representante de la Misión Presbiteriana americana en la isla de Manji, cuando Kingsley llegó allá. La aventura inglesa escribió sobre muchos temas, incluyendo la invasión Fang en el País Ndowe, desde Duala hasta Libreville, durante la última década del siglo 19. En su libro, TRAVELS IN WEST AFRICA, Kinglsey escribió:
El señor Ibiya dice que unos de los primeros miembros blancos de la Misión Presbiteriana americana, que llegó a esta costa hacen treinta años, realizó un viaje al interior hasta más allá de Batanga. Cuando el viaje tocaba a su fin oyó hablar por primera vez de que llegaban los Fang, aunque entonces lo hacían solo en calidad de emigrantes que se dirigían hacia el oeste. A su llegada a Corisco, y basándose en lo que había oído, predijo que antes de que pasaran diez años deberían tratar con los Fang en los distritos de la costa. Tanto los nativos como los europeos se rieron de él, pero en un periodo inferior a los diez años los Fang habían cruzado las fronteras de los territorios Mpongwe y Galwa, aunque el profeta no vivió para ver como se cumplía su profecía. En la actualidad, en algunos puntos los Fang han llegado a la línea de la costa y están muy ocupados tratando de aprender a manejar una canoa en mar abierto. Aun no dominan ese arte con los Mpongwe o los Benga, auténticos maestros, pero progresan adecuadamente en sus tentativas, puesto que son una raza infatigable y, sobre todo, valiente, que es el elemento clave para el éxito de cualquier raza...la presencia de los Fang en el Ogowe es relativamente reciente, y que a su llegada no poseían ninguna experiencia sobre cómo enfrentarse a un rio rápido y grande;...La presencia de los Fang entre las demás tribus de la costa provoca la decadencia de estas, pero hay otros motivos que facilitan su extinción...en África una tribu barre a otra tribu, y esta se pierde en la eternidad como la espuma de una ola que rompe y de la que, transcurrido un siglo, no queda nada que demuestre su existencia.
Según la tradición, los Duwala y los Mpongwe, por ejemplo, dos etnias que se están extinguiendo por su propia cuenta, llegaron a la costa prácticamente desde la misma región de la que un día salieron los Fang. Los habitantes de Fernando Poo, los llamados Bubi, que son probablemente la raza más antigua que se puede encontrar actualmente en el litoral, recuerdan aun la llegada de los Mpongwe y afirman que esos hombres los expulsaron de sus distritos, cerca de Gabon. ...se puede trazar un límite de quinientos años como el más extremo para determinar el inicio de las tradiciones historicas negras y bantúes...
Tampoco la invasión por parte de otra tribu, los Fang por ejemplo, afecta excesivamente a la tradición religiosa, ya que no se trata de una invasión por medio de la guerra: llegan, se instalan en poblados entre las otras tribus, oyen las historias locales sobre espíritus y las acogen amorosamente en su sistema de creencias para luego transmitirlas a sus hijos. Mientras tanto, la tribu de la que han oído esas historias se han trasladado al oeste, lejos de ellos, porque les han arrebatado los mejores campos de arbustos y los han cubierto con sus plantaciones, porque capturan todos los peces, porque se quedan con todo el comercio, porque de vez en cuando SE COMEN A PERSONAS RESPETABLES, PORQUE CONTINUAMENTE LES ESTÁN ROBANDO, Y PORQUE HACEN TANTO RUIDO Y TIENEN TALES PELEAS ENTRE ELLOS Y CON POBLADOS RESPETABLES DE LAS TRIBUS QUE ESTABAN ALLÍ ANTES QUE LA SUYA, QUE LOS MORADORES ORIGINALES NO TIENEN MÁS REMEDIO QUE PENSAR QUE NINGUNA PERSONA DECENTE PUEDE VIVIR CERCA DE ESOS TEMIBLES Y ASQUEROSOS FANG, de modo que se van a vivir más cerca de Lambarene o de Libreville...
El propio señor Ibiya afirma que actuablemente no quedan más de dos mil miembros de su tribu, y que quienes la representan son con mucho físicamente inferiores a los ancianos que el recuerda haber visto cuando era un chaval.
Los Benga fueron en su día una etnia extremadamente poderosa y orgullosa. Ahora les queda poco que conservar de ese orgullo. Antiguamente estaban muy ocupados haciendo la guerra con sus vecinos, cazando elefantes, enrolándose como tripulación de los balleneros y embarcando a otras personas como esclavos, entre otras cosas. Los Benga tuvieron un papel destacado en el comercio de esclavos, y en la actualidad continúan siendo propietarios de esclavos. No obstante, su gloria ya paso y dentro de pocos anyos los Benga desaparecerá para unirse a las sombras de las tribus que habitaron antes que ellos esta tierra, sin dejar rastro (ni siquiera un hacha de sílex) de su existencia...
Continuará…
