viernes, 13 de enero de 2012

Guinea Ecuatorial: HRW y CPJ acusan a Obiang de "vender imagen" a través del fútbol mientras persigue a opositores y periodistas

Reclaman "reformas genuinas" en materia de DDHH en lugar de "eventos internacionales" para "seducir a visitantes extranjeros"

NUEVA YORK, 13 Ene. (EUROPA PRESS) - Las organizaciones Human Rights Watch (HRW) y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) han acusado este viernes al presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, de servirse de la celebración de la Copa Africana de Naciones de fútbol para "vender una imagen" del país mientras "persigue a opositores políticos e intimida a periodistas".

En un comunicado, ambas organizaciones denunciaron que algunos periodistas que han visitado Guinea Ecuatorial a lo largo del último año para informar sobre lo que sucede en el país "han sido detenidos, interrogados, censurados y deportados", lo cual no es "una buena señal" para los periodistas deportivos que asistan a la ceremonia de inauguración de la Copa Africana.

La inauguración tendrá lugar el 21 de enero en Bata (capital económica del país, en la región continental) y el campeonato se celebrará en Guinea Ecuatorial y Gabón. El pasado 3 de enero, el presidente Obiang declaró que estos acontecimientos deportivos suponían una ocasión para "vender la imagen del país", indicaron las dos ONG.

"Auspiciar eventos internacionales es una forma de seducir a los visitantes extranjeros e intentar generar una buena impresión ante los medios, pero se trata de estrategias superficiales que no resisten ningún escrutinio", manifestó el director para África de Human Rights Watch, Daniel Bekele.

"La única manera de que el presidente Obiang mejore verdaderamente su reputación es poniendo fin a décadas de gobierno irresponsable y permitiendo que se lleven a cabo reformas genuinas en materia de Derechos Humanos", advirtió.

CAMPAÑA CONTRA LA PRENSA

En el comunicado, las dos organizaciones denuncian lo que califican de "campaña de intimidación y detención contra la prensa". En este sentido, citan el ejemplo de un equipo de televisión de la red alemana ZDF cuyos miembros fueron "detenidos, interrogados minuciosamente, censurados y deportados" cuando efectuaban un reportaje sobre fútbol femenino y otros temas en Guinea Ecuatorial en junio de 2011.

El equipo aseguró que los agentes de seguridad les quitaron sus filmaciones y borraron o confiscaron las imágenes que consideraban "negativas", entre ellas las de niños jugando al fútbol en uno de los barrios pobres de Malabo y las entrevistas con el único parlamentario opositor, Plácido Micó, y con un abogado de Derechos Humanos.

Aparte, según el comunicado, otros periodistas extranjeros que viajaron a Guinea Ecuatorial durante la cumbre de la Unión Africana (UA) celebrada en Malabo en junio de 2011 y con anterioridad a este evento contaron a Human Rights Watch que habían sido detenidos durante períodos breves y obligados a borrar fotografías, a pesar de que contaban con permisos de prensa otorgados por el Gobierno de Malabo.

"Es habitual que el Gobierno del presidente Teodoro Obiang invite a periodistas al país, para luego restringir sus movimientos como parte de una estrategia constante por engañar al mundo y promover una imagen inmaculada", afirmó el coordinador de incidencia en África del CPJ, Mohamed Keita. "Los periodistas que cubran los eventos de la Copa Africana de Naciones deberían poder ver qué sucede detrás de esta fachada con libertad y sin temor a represalias", advirtió.

Por otra parte, los medios de comunicación oficiales informaron a principios de enero de que Obiang había recalcado la necesidad de garantizar "la seguridad y el control de los inmigrantes" antes de los partidos de la Copa Africana.

Con ello, el presidente reiteró las declaraciones vertidas por el Gobierno durante las semanas previas a la cumbre de la UA, cuando varios inmigrantes fueron detenidos en Bata por la Policía y sometidos a malos tratos, "en el marco de un operativo represivo más amplio llevado a cabo en varias regiones del país", según HRW y CPJ.

"Este tipo de medidas represivas ha sido una característica distintiva del Gobierno del presidente Obiang", señaló Human Rights Watch. "Es común que opositores políticos sean detenidos arbitrariamente y perseguidos", prosiguió.

"El poder judicial carece de independencia y se ignoran garantías básicas para los juicios justos", denunció HRW. Aparte, "pese a que existe una ley que prohíbe la tortura, esta práctica continúa representando un grave problema y los responsables gozan de impunidad casi absoluta", agregó.

Las dos organizaciones recordaron también que Obiang, que ya se ha convertido en el mandatario africano con mayor permanencia en el cargo, impulsó una serie de reformas constitucionales el pasado mes de noviembre "que fortalecieron el poder casi absoluto del cual ya gozaba". "La validez del referéndum organizado para aprobar las reformas se vio desacreditada debido a graves irregularidades", añadieron.

"CONSTRUCCIÓN COMPULSIVA"

Por otra parte, el comunicado llama la atención sobre "la construcción compulsiva y a gran escala de obras financiadas con ingresos petroleros" en Guinea Ecuatorial. El presidente Obiang ha calificado recientemente como "enemigos" a los que acusan a su Gobierno de desviar la riqueza generada por los recursos petroleros del país.

"Gran parte de estas obras están destinadas a un sector reducido integrado por la élite del país y a visitantes extranjeros", indicó Human Rights Watch. "Estos gastos fastuosos no parecen ofrecer grandes beneficios a la mayoría de la población, que continúa sumida en la pobreza", denunció.

Según las dos organizaciones, el Gobierno no ha dado a conocer los gastos en que ha incurrido para albergar a la Copa Africana de Naciones, pero entre las mejoras que se conocen se incluyen la construcción o ampliación de estadios y otros establecimientos deportivos en Malabo y Bata.

También se han realizado gastos para embellecer estas ciudades antes de la competición, "presuntamente a un alto costo". El Gobierno ha descrito la Torre de la Libertad, una estructura revestida en granito y con un sistema especial de iluminación que cuenta con un restaurante giratorio en la parte superior, como el "monumento que corona" el nuevo paseo marítimo en la ciudad de Bata y "una de las estampas urbanas más espectaculares de toda África".