"Repsol dice adiós a Obiang"
De Luis Ayllón (el 13/12/2011 a las 18:57:53, en Guinea Ecuatorial
"La decisión de Repsol de abandonar sus proyectos de explotación petrolífera en Guinea Ecuatorial tendrá consecuencias políticas." Y será el Gobierno que forme la próxima semana Mariano Rajoy el que tenga que afrontarlas. Lo cierto es que, aplicando criterios empresariales la compañía española, tras realizar los pertinentes estudios técnicos ha considerado que no le resulta rentable seguir siendo la operadora oficial del bloque C-1 que le otorgó el régimen de Teodoro Obiang en mayo de 2009. Repsol pidió una reducción del canon de explotación, pero las autoridades guineanas no aceptaron. Así que, decidió abandonar.
En realidad, Repsol llegó tarde a Guinea Ecuatorial -donde las petroleras estadounidenses y franceses se han llevado la mejor parte-y lo hizo arrastrada por el Gobierno español que quería intentar recuperar la presencia en la antigua colonia. En 2006, Miguel Ángel Moratinos, se llevó a un grupo de empresarios a Malabo, entre ellos al presidente de Repsol, Antonio Brufau, que no iba muy entusiasmado, porque Guinea Ecuatorial no entraba en sus prioridades. Obiang prometió concesiones y llegaron, pero, por lo que se ve, con pocas posibilidades de resultados positivos.
La operación del entonces ministro de Exteriores para tratar deque las empresas españolas hicieran negocios en Guinea Ecuatorial no dio resultado. Pese a las necesidades de infraestructuras del país africano, hay pocas firmas españolas que tengan necesidades allí.
Con Obiang la relación no es fácil. Se fue muy molesto por el veto del Congreso de los Diputados a su visita, cuando estuvo en España en 2006 y posteriores desplazamientos de Moratinos a Malabo no sirvieron para cerrar la herida. Tampoco la intempestiva visita de José Bono a comienzos de este año sirvió para mucho. Obiang quería que el desagravio se le hiciera en forma de visita del Rey o del presidente del Gobierno, pero no fue así.
O sea que, es previsible que ahora la retirada de Repsol no le siente nada bien y no hay que descartar que, en su fuero interno, piense que el PP haya tenido algo que ver en la decisión. Si es así, uno de los clásicos asuntos de la política exterior española, que es la relación con Guinea Ecuatorial, puede presentársele ya envenenado a quien sea ministro de Asuntos Exteriores.
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