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martes, 14 de octubre de 2014

La necesidad de diálogo político en Guinea Ecuatorial

Ecuatorial, antigua colonia española hasta 1968 ─uno de los mayores productores de hidrocarburos del continente africano y con uno de los índices de desarrollo humano más bajos del mundo─, inició un proceso de democratización en 1991 con la aprobación, en referéndum, de la reforma constitucional que venía a reconocer el pluralismo político. Gracias a dicha reforma constitucional fueron legalizados unos trece partidos políticos. En marzo de 1993 el Gobierno y estos firmaron el llamado Pacto Nacional Vinculante, que venía a regular los mismos derechos y obligaciones recogidos ya tanto en la Ley Fundamental, como en el resto del Ordenamiento Jurídico promulgado de cara a la implantación de dicho proceso de democratización.

Sin embargo, la situación que se vive en el país, dos décadas después, indica que el proceso no ha llegado a buen puerto. ¿Por qué? Pues porque el Pacto Nacional Vinculante ha sido sistemáticamente incumplido e instrumentalizado por el Gobierno, lo que fácilmente se demuestra por los siguientes hechos:

1. El libre acceso de los partidos políticos a los Medios de Comunicación del Estado, recogido por el Pacto Nacional, no existe. Por el contrario, dichos medios están al servicio exclusivo del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), en el poder. Ante esta situación injusta, CPDS importó una pequeña emisora de radio y pidió la correspondiente autorización gubernativa para su puesta en marcha, lo que motivó el asalto a la sede de ese partido en septiembre de 2008 por parte de las fuerzas de Seguridad del Estado.

2. El Pacto Nacional prohibía a los partidos políticos utilizar a la Administración Pública y empresas públicas y privadas para la recaudación de las cuotas de sus militantes. El PDGE sigue cobrando a todos los trabajadores una cuota mensual obligatoria a través de sus nóminas, a pesar de que ese partido cuenta con todos los medios y recursos del país para financiarse, frente a la situación de permanente precariedad de los partidos de la oposición.

3. En la misma línea, sigue existiendo la discriminación laboral y empresarial contra los militantes de la oposición o sospechosos de serlo.

4. El Pacto Nacional autorizaba a los partidos políticos el derecho ─reconocido también por la Ley Fundamental y la Ley de reunión y manifestación─ de reuniones y manifestaciones. Dos décadas más tarde, únicamente el partido en poder puede celebrar manifestaciones y reuniones públicas en periodo no electoral.

5. El mismo Pacto prohibía los confinamientos extrajudiciales a opositores y al resto de ciudadanos. Sin embargo, en el país, concretamente en el distrito de Mongomo, hay personas que, por razones políticas, ven restringido su derecho a circular libremente, y no pueden legalizar su partido.

6. Los partidos políticos discrepantes con el régimen sufren de modo permanente el acoso y las maniobras de éste para desestabilizarlos y debilitarlos con la creación de bicefalias en sus directivas.

7. Las elecciones se celebran en condiciones irregulares y fraudulentas, lo que de modo sistemático otorga al PDGE el 99% de los votos, así como un sempiterno único escaño al principal partido de la oposición discrepante con el régimen.

El país inició un proceso de democratización en 1991 con la aprobación de la reforma constitucional que venía a reconocer el pluralismo político, pero el Pacto Nacional Vinculante ha sido sistemáticamente incumplido por Obiang

8. La Comisión de Vigilancia y Seguimiento, creada en el seno del Pacto Nacional para monitorizar su cumplimiento, solo se ha reunido tres veces en los últimos seis años, y en todas ellas solamente para condenar la reivindicación de algún partido político.

A todos esos incumplimientos, hay que añadir que:

a) En un pequeño país, como Guinea Ecuatorial, que no alcanza el millón de habitantes y no existe conflicto armado, hay numerosos refugiados políticos.

b) Por la manifiestamente injusta distribución de la riqueza nacional, día a día se agudizan las diferencias sociales entre los ricos y los pobres, lo que se traduce en una situación de conflicto social y político latente.

c) Todavía existe una discriminación evidente de todos aquellos que no procesan la ideología del partido gobernante, en lo laboral y hasta en la concesión de becas.

d) A lo largo del proceso de democratización, y pese a la existencia de una ley que data del año 1990, no se ha legalizado ni un solo sindicato en Guinea Ecuatorial, lo que supone una inexplicable laguna cuando se trata de construir un Estado democrático de derecho; tampoco existe una sociedad civil como tal.

Además de las razones señaladas, ¿por qué, a nuestro juicio, ha fracasado el proceso democrático? En primer lugar, porque el proceso se inició sin la participación del Pueblo, que es el verdadero depositario de la soberanía nacional en una democracia. Así, todo lo que se ha hecho en el marco de dicho ensayo, ha sido bajo la iniciativa y dictámenes de quienes ejercen el poder, cuando se necesitaba iniciar el proceso con un consenso general de todas las sensibilidades políticas del país.

No se partió con una idea clara de que una Constitución o Ley Fundamental es un contrato social en el que están contenidos todos los derechos y obligaciones de los ciudadanos, la organización del Estado, la medida de los derechos que se le ceden a este último para que cumpla su objetivo de generar el bienestar social, y los límites que se le ponen al Estado para que no se extralimite en el ejercicio de sus poderes. Dicho de otra manera, la Ley Fundamental de Guinea Ecuatorial, con sus respectivas reformas, no es una Constitución pactada, sino otorgada.

Obiang ha convocado para noviembre la mesa de diálogo sin atender a ninguno de los pasos previos pedidos por la oposición. Dicha convocatoria está llena de trampas para seguir engañando a la oposición, a la población y a la comunidad internacional

En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, no ha habido un diálogo leal, exigente y sincero entre los diferentes actores políticos. Y en ausencia de un diálogo en los términos señalados, no se puede hablar de democracia.

Nuestra Ley Fundamental reconoce la pluralidad, y no se puede convivir en la pluralidad si no hay tolerancia, diálogo y respeto a las diferencias. La ausencia del diálogo y tolerancia entraña marginación y exclusión de aquellos que tienen opiniones diferentes. Cuando eso ocurre y no hay diálogo entre todos, se abona el terreno para la irrupción de grupos o individuos espontáneos y/o violentos, cuyo vocabulario es diametralmente opuesto al vocabulario de la democracia.

El objetivo que persigue el necesario diálogo político en Guinea Ecuatorial es conseguir la reconciliación nacional y alcanzar una mejor convivencia democrática que evite conflictos en el país. Para poder celebrar el diálogo, los partidos de la oposición democrática, encabezados por Convergencia para la Democracia Social (CPDS), han pedido al Jefe del Estado, el General Obiang, que haga gestos de buena voluntad para dar credibilidad al proceso y generar la necesaria confianza en los actores políticos participantes, así como a la opinión pública, nacional e internacional. Dichos pasos son, entre otros:

1. Adopción de disposiciones legales necesarias para una reconciliación nacional (promulgación de una Ley de Amnistía General). Este sería un gesto para dar seguridad a los exiliados, un gesto de buena voluntad y sinceridad del Jefe del Estado. Puesto que hay refugiados políticos, algunos de ellos con causas pendientes con la Justicia, y presos políticos (si los hubiere), es necesario que exista una ley que les dé cobertura legal para el ejercicio de sus derechos políticos, garantías para su protección física y subsistencia para los exiliados que retornen al país.

2. Legalización de los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil que lo soliciten, tanto del interior, como del exilio.

3. Solucionar la situación de bicefalia de algunos partidos políticos, situación creada por el régimen para debilitar a la oposición democrática.

4. Legalización de medios de comunicación para el desarrollo de las actividades de los partidos políticos sin censuras.

El pasado 29 de agosto, Obiang convocó dicha mesa de diálogo, a desarrollarse a partir del próximo mes de noviembre, sin atender a ninguno de los pasos previos pedidos por la oposición. Dicha convocatoria está llena de trampas para seguir engañando a la oposición, a la población y a la comunidad internacional. Por ejemplo, da un plazo de 60 días para la legalización de partidos, limita el diálogo a la mera revisión de algunas leyes y en tan solo cinco sesiones en cinco días, organizadas y presididas por el propio Gobierno.

Con sus trampas y engaños, Obiang quiere desaprovechar una oportunidad histórica para que en Guinea Ecuatorial haya una convivencia pacífica y democrática duradera. Sus maniobras para seguir en el poder y cederlo a su propio hijo, impidiendo la celebración de elecciones democráticas que posibilitasen una alternancia en el poder, violando sistemática e impunemente los derechos humanos y empobreciendo a su población son los ingredientes propicios para un estallido social y político.

La oposición democrática propone y apuesta por un cambio para una democracia estable y duradera, y ésta ha de producirse, necesariamente, mediante diálogo constructivo, concertación y consenso, sin la posibilidad de que nadie tome represalias posteriores contra nadie, ya que las represalias siempre engendrarían más represalias en el futuro y, por tanto, más inestabilidad.

Por estos motivos, CPDS y las demás fuerzas políticas piden a la comunidad internacional que adopte las medidas necesarias para que dicha mesa de diálogo pueda celebrarse en condiciones democráticas tales que Obiang no sea, al mismo tiempo, juez y parte de un diálogo cuyo resultado puede marcar, para bien o para mal, un punto de inflexión en la situación política del país.

Andrés Esono Ondo Secretario General del Convergencia para la Democracia Social (CPDS), principal partido opositor de Guinea Ecuatorial.
La necesidad de diálogo político en Guinea Ecuatorial - Blogs de Tribuna http://bit.ly/1sNYDEf

martes, 15 de abril de 2014

AMENAZAN CON ROMPER RELACIONES: Guinea entra en cólera contra Rajoy por el trato dado a Obiang en el funeral de Suárez

D. Foncada

Los ecos de la última visita a Madrid del dictador guineano Teodoro Obiang aún colean en la excolonia española. Su presencia incómoda en el funeral de Estado del expresidente Adolfo Suárez y el trato “discriminatorio y de rechazo”, según el Ejecutivo guineano, ha tensado un grado más las relaciones con la república africana, que ha amenazado, incluso, con romper relaciones diplomáticas. En el memorial de agravios, los sucesivos desplantes hechos a Obiang en los últimos días. Desde la frialdad del saludo con el Rey en la catedral de la Almudena, que se llevó a cabo en unas dependencias sin cámaras de televisión y sin fotografías oficiales, hasta el desplante de Rajoy, a última hora, durante la cena posterior a la Cumbre UE/África celebrada en Bruselas la semana pasada, pasando por una pregunta parlamentaria del portavoz del PNV, Aitor Esteban, a Rajoy han terminado por abrir la caja de los truenos.

El Gobierno y el partido que sustenta a Obiang han reaccionado de forma coordinada y contundente en defensa de su presidente a raíz de la respuesta que Rajoy dio en el Congreso al diputado nacionalista, que le había reprochado que hubiera saludado siquiera al dictador africano y le instó a que haga, por tanto, otro gesto semejante con la oposición del país. Rajoy señaló entonces que el problema “hay que resolverlo de forma inteligente”, una afirmación que, lejos de ser diplomática, ha indignado aún más a las autoridades de la excolonia, que le piden que se meta en sus asuntos.

“El Gobierno de la República de Guinea Ecuatorial ignora la clase de “solución inteligente entre todos” que los políticos de España desean dar a la República de Guinea Ecuatorial”, ha respondido el Ejecutivo del país africano en un duro comunicado emitido este domingo y dirigido también a todos los políticos españoles. “Si dicha solución inteligente consiste en apoyar operaciones de invasiones mercenarias como las que han venido apoyando gobiernos anteriores españoles contra la estabilidad de Guinea Ecuatorial, con la anuncia de sus instituciones parlamentarias, habría seguramente que buscar otro apelativo para la democracia española”.

Justifican su presencia en el funeral de Suárez

El comunicado recoge hasta diez matizaciones del Gobierno guineano a las informaciones difundidas en los últimos días en la prensa española hacia Obiang, especialmente por su presencia incómoda, junto a otros mandatarios y autoridades extranjeras, en el funeral de la Almudena. El Gobierno guineano no entra a valorar que el saludo con el Rey se llevase a cabo en una sala discreta de la catedral, pero sí justifica la presencia de Obiang en las honras fúnebres de Suárez. “Que su participación incomodara a los políticos españoles es un hecho ajeno a la voluntad del gobierno ecuatoguineano”, aclaran. “La invitación formulada a tal efecto se dirigía al Jefe del Gobierno que, según la Constitución de nuestro país, es el mismo Jefe del Estado”.



“A la vista de este trato discriminatorio y de rechazo contra las instituciones ecuatoguineanas, el Gobierno y la Presidencia de la República de Guinea Ecuatorial declinan toda la responsabilidad sobre el futuro de las relaciones diplomáticas entre España y Guinea”, advierten a renglón seguido.
El malestar de las autoridades guineanas, sin embargo, no se ha queda sólo ahí. Ayer, fue el turno del partido que sustenta a Obiang el que salió a la palestra con otro comunicado redifundido después por la oficina de prensa del Gobierno del país. En él, Jerónimo Osa Osa, secretario general del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial, elevaba un grado más la tensión al atacar directamente al presidente Rajoy y al espetarle que ocupe su tiempo en otros problemas como el desafío catalán y no en la política interna del país africano. “Rajoy y el resto de los políticos españoles lo que tienen que hacer es solucionar con inteligencia los muchos problemas que tienen en España, como la enorme crisis, el paro o la cuestión de Cataluña, en vez de estar insultando continuamente al pueblo de Guinea. Comprendemos muy bien la desafección actual que los españoles sienten hacia sus políticos”, ha explicado.

Fuentes oficiales de la Moncloa han declinado hacer valoraciones sobre la respuesta del país africano a las palabras de Rajoy. Tampoco hay respuesta por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores.