El ‘misterioso’ Vladimir
José María Irujo Las Palmas 12 MAY 2012
Dos empresarios españoles con negocios en ese país africano localizados por EL PAÍS desmontan ahora la historia del supuesto testaferro ruso del clan Obiang en España
¿Quién es Vladimir Kokorev, el profesor de historia ruso al que investiga la Policía Judicial como supuesto testaferro en España del clan de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo? Kokorev declaró a la Fiscalía Anticorrupción que se dedicó al transporte de mercancías en África con tres barcos de su propiedad y que los 26,4 millones de dólares (19,9 millones de euros) que recibió en Las Palmas de Gran Canaria desde una cuenta del Tesoro de Guinea Ecuatorial provenían de esas actividades. Dos empresarios españoles con negocios en ese país africano localizados por EL PAÍS desmontan ahora su versión.
Fernando Martínez, uno de los dueños de Hermanos Martínez, SL, empresa importadora española presente en Malabo desde hace tres generaciones, es el auténtico propietario del Mutu Oveng, Katia y Río Mbini, los tres barcos con los que Vladimir Kokorev asegura haber desarrollado durante los años noventa su actividad empresarial en ese país. Unos viejos barcos de cabotaje que desde hace años descansan en el fondo del mar.
“Ni con una caña de pescar. Kokorev no ha tenido barcos ni se ha dedicado a la pesca. En Guinea Ecuatorial no tenía ningún negocio, ninguna empresa, nada, ni un teléfono. En el puerto nos ofreció traer chicharro desde Marruecos y Angola porque tenía contacto con generales de la antigua URSS. Vino a nuestra oficina, les llamó y consiguió que desviaran para nosotros 300 o 400 toneladas. Luego nos vendió tres viejos barcos rusos de hierro para cabotaje”, asegura Fernando Martínez desde su oficina en Malabo.
“¿De verdad que este hombre dice ser el dueño de esos tres barcos? No eran de pesca y, además, eran nuestros y solo para cabotaje porque tenían poco calado. Los trajo desde Ucrania, el viaje fue una aventura y los compraría por cuatro perras. Nos hizo la gestión del chicharro como un mero intermediario y le pagamos a su sociedad Kalunga Company. Luego encontramos otros suministradores europeos más serios y dejamos a los rusos. Kokorev nunca ha trabajado con barcos de pesca ni de transporte, tampoco ha tenido ninguna tripulación”, dice rotundo el empresario español.
Kalunga Company, SA es la sociedad panameña de Vladimir Kokorev, de 57 años, y su mujer, Julía Kokoreva, de 59, periodista, en la que recibieron en una cuenta del banco Santander en Las Palmas los 19,9 millones de euros de la cuenta de Petróleo de Guinea Ecuatorial abierta por el presidente Teodoro Obiang en el banco Riggs de Nueva York. Una cuenta que movió 700 millones de dólares (528 millones de euros) de las petroleras Marathon y Exxon Mobil.
La Fiscalía Anticorrupción investiga el supuesto blanqueo en España de ese dinero. Un informe de la Policía Judicial remitido a la juez Ana Isabel de Vega, titular del Juzgado número 5 de Las Palmas, asegura que los Kokorev son presuntos testaferros de destacados miembros del Gobierno ecuatoguineano y blanquean ingentes cantidades de dinero procedente de actividades delictivas y corrupción política en ese país. La policía duda de la versión facilitada por los rusos. Los pagos que la empresa Hermanos Martínez, SL hizo a Kalunga aparecen reflejados en el citado informe.
Vladimir Kokorev se estableció en Guinea Ecuatorial en 1991 tras la disolución de la URSS para la que había trabajado como “asesor internacional del PC” en distintos países de África, según declaró él mismo al fiscal anticorrupción Luis del Río Montesdeoca. Según su versión, todo el dinero investigado procedía de sus prósperos negocios de pesca en Guinea.
El empresario Martínez lo define como un hombre “misterioso y reservado”. “Me extrañó porque había trabajado en casi todos los países africanos. Tenía amistades con los de arriba. Trajo autobuses de Rusia y montó una empresa de transporte de pasajeros que fracasó. Era muy hermético, no tenía amistades. Salía poco de su casita de alquiler en Bata. Su mujer era muy culta, decía que escribía libros. Hablaban un perfecto español. En 1992 o 1993 se marcharon a Canarias”.
Marcial Arroyo, propietario de Enamar, empresa que transporta desde España a Guinea Ecuatorial los productos que comercia Hermanos Martínez, SL conoció también a Kokorev: “Era un hombre introvertido, muy cerrado, todo con mucho secreto y pocas palabras. Nunca soltaba prenda. Se arruinó en Guinea Ecuatorial con una empresa de transporte que montó con alguien del Gobierno. Decían que tenía contactos con la Presidencia del Gobierno”.
Los Kokorev residen hoy en Madrid, han amasado un patrimonio de seis pisos y 25 apartamentos, manejan diez sociedades y han movido en sus cuentas más de 30 millones de euros y desviado desde España fuertes sumas a 10 países distintos y a diferentes familiares del presidente Obiang, según informes de la policía y el Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales del Banco de España.
Vladimir Kokorev se presenta como antiguo diplomático con experiencia en 20 países, profesor de universidad, traductor en la Embajada soviética en Cuba, secretario en las embajadas de Angola y Mozambique y empresario en Guinea Ecuatorial.