09:28 (28-01-2011)
El presidente de la Cámara baja aseguró a los miembros de la Mesa del Congreso que el Gobierno le encomendó la visita al país. El Partido Popular aún no ha decidido si participará en la comitiva.
Miguel Gil y Javier Sedano. Madrid (La Gaceta)
Ni en el Palacio de la Moncloa ni en el de Viana, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, conocían la iniciativa de la tercera autoridad del Estado, el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, de realizar un viaje oficial en febrero a la Guinea Ecuatorial del dictador Teodoro Obiang, país de suma importancia geoestratégica con importantes reservas de crudo (el golfo de Guinea alberga el 4,1% de las reservas mundiales de crudo).
El martes pasado, tal y como ayer avanzó LA GACETA, Bono informó a los miembros de la Mesa del Congreso acerca de su intención de viajar a Malabo, capital de la única ex colonia africana de España en la que oficialmente se habla español, la República de Guinea Ecuatorial, donde se entrevistaría con su presidente, el dictador Teodoro Obiang Nguema, que permanece en el poder desde 1979.
Según aseguró Bono entonces, como trasladaron fuentes parlamentarias, el viaje a Malabo respondería a un interés expreso del Gobierno con el fin de abrir camino a los empresarios españoles que operan en aquel país (por ejemplo Francisco Hernando, El Pocero, firmó un acuerdo con Obiang en 2009 para construir 38.000 viviendas que al final se vio truncado entre polémicas varias), aunque la tercera autoridad del Estado no dio detalles acerca de su fecha o de los componentes de la delegación que lo acompañarían.
Ahora bien, algo falla: tanto desde Exteriores como desde Moncloa ayer aseguraron a este diario que no tenían información alguna sobre esta propuesta de Bono que, como indicaron fuentes parlamentarias, ha contado con el respaldo del portavoz de Convergencia i Unió y presidente de la Comisión de Exteriores en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, y los diputados Juan Moscoso (PSOE) y Gustavo de Arístegui (PP) durante los preparativos del desplazamiento. Con todo, este último parlamentario, dispuesto a participar en la delegación a expensas de lo que decida su partido, que aún no se ha pronunciado oficialmente sobre la materia aunque, siempre en privado, no ocultan tanto su sorpresa como su cautela ante esta iniciativa.
“Nada que ver”
“No lo controlamos. De los viajes de Bono nos enteramos por la prensa, como ocurrió con su última visita al Líbano. No tiene nada que ver con nosotros. Una cosa es el Gobierno y otra el Parlamento”, zanjaban fuentes de Moncloa a este diario. Desde allí otra fuente corroboraba que “no tengo la menor información” sobre el viaje que el presidente del Congreso ha relatado como encargo del Gobierno, aunque concedía que no podía descartar que Bono se hubiera coordinado con algún departamento. Ahora bien, el hecho es que desde el Gobierno oficialmente no conocen -ni mucho menos informan- sobre el mismo.
Y, como apuntamos, en la misma línea, se manifestaron fuentes consultadas del Ministerio de Asuntos Exteriores. “No está previsto que vaya nadie. No hay ningún viaje proyectado por el Ministerio a Guinea Ecuatorial”, en todo caso, desde el departamento que dirige Trinidad Jiménez, quisieron aclarar –como hizo Moncloa– que no les corresponde a ellos organizar un viaje en el que no participe o esté involucrado algún miembro del propio ministerio.
“Lo sabríamos”
Lo cierto es que desde que Jiménez asumió la cartera de Exteriores no se ha producido ningún viaje oficial al país centroafricano, si bien en el mes de noviembre de 2010, Trinidad Jiménez se entrevistó con su colega ecuatoguineano, en la que es, hasta ahora, la primera y única reunión que ha mantenido con un miembro del Gobierno de Teodoro Obiang desde que relevó a Moratinos en octubre de ese mismo año.
Pero eso no es todo, fuentes del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) dijeron a LA GACETA no tener tampoco constancia del viaje. “Si estuviese previsto algún encuentro con empresarios españoles, nosotros lo sabríamos porque una de nuestras funciones sería contactar con las empresas que tienen negocios allí, aunque todavía es pronto y puede ser que lo gestione otro departamento”, afirmaron desde el organismo dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y sobre el que pilota la internacionalización de las empresas españolas.
Como es evidente, el objetivo económico subyace en todo desplazamiento al territorio de Obiang. “Si no atendemos a un país como Guinea, con toda su riqueza petrolífera y proyección futura, y pese las relaciones preferentes a las que podemos tener acceso tanto por la historia como por el idioma, no sé con quién podemos vernos”, reconoce otra fuente parlamentaria que defiende la iniciativa de Bono (entendiendo que se lo habría encomendado el Gobierno). Prosigue: “Es evidente que hay una situación dictatorial, pero por la misma regla de tres, España debería romper su relación con más de setenta países. ¿China o Arabia Saudí sí pero Guinea no? Hay que ser realistas sin renunciar nunca a los principios”, concluye.
Polémica a la vista
El debate está servido. Ya durante la pasada legislatura se intentó sin éxito otra visita desde el Congreso. Más. En 2006, durante una visita oficial de Obiang a España, cuando se entrevistó con José Luis Rodríguez Zapatero, el ex presidente del Congreso se vio obligado a cancelar la visita del dictador a la Cámara baja.
Pese a la crisis y los recortes presupuestarios, a comienzo de mes Bono organizó otro viaje con tres portavoces parlamentarios. En concreto, durante los días 11 y 12 de este mes viajó a visitar a las tropas españolas destacadas en el Líbano (siguiendo la estela de la tradicional foto navideña que en 2010 logró en primer lugar Rubalcaba con su viaje a Afganistán).
Morealizó la última visita oficial a Guinearatinos
El ex ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, realizó en 2009 el último viaje oficial al país del dictador Teodoro Obiang. El objetivo de Moratinos –acompañado de una amplia delegación de empresario y diputados– se centró en intentar recuperar el terreno perdido en una de las economías que mayor crecimiento han experimentado. Durante los tres días que duró la visita, el ex ministro se reunió con miembros del Gobierno y empresarios locales, pero siempre reconoció la dificultad para consolidar negocios en un país con el que hemos mantenido un escaso comercio bilateral.
Según datos de la Agencia Tributaria, las exportaciones españolas lograron su cifra récord en el año 2009 (190 millones),
El presidente de la Cámara baja aseguró a los miembros de la Mesa del Congreso que el Gobierno le encomendó la visita al país. El Partido Popular aún no ha decidido si participará en la comitiva.
Miguel Gil y Javier Sedano. Madrid (La Gaceta)
Ni en el Palacio de la Moncloa ni en el de Viana, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, conocían la iniciativa de la tercera autoridad del Estado, el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, de realizar un viaje oficial en febrero a la Guinea Ecuatorial del dictador Teodoro Obiang, país de suma importancia geoestratégica con importantes reservas de crudo (el golfo de Guinea alberga el 4,1% de las reservas mundiales de crudo).
El martes pasado, tal y como ayer avanzó LA GACETA, Bono informó a los miembros de la Mesa del Congreso acerca de su intención de viajar a Malabo, capital de la única ex colonia africana de España en la que oficialmente se habla español, la República de Guinea Ecuatorial, donde se entrevistaría con su presidente, el dictador Teodoro Obiang Nguema, que permanece en el poder desde 1979.
Según aseguró Bono entonces, como trasladaron fuentes parlamentarias, el viaje a Malabo respondería a un interés expreso del Gobierno con el fin de abrir camino a los empresarios españoles que operan en aquel país (por ejemplo Francisco Hernando, El Pocero, firmó un acuerdo con Obiang en 2009 para construir 38.000 viviendas que al final se vio truncado entre polémicas varias), aunque la tercera autoridad del Estado no dio detalles acerca de su fecha o de los componentes de la delegación que lo acompañarían.
Ahora bien, algo falla: tanto desde Exteriores como desde Moncloa ayer aseguraron a este diario que no tenían información alguna sobre esta propuesta de Bono que, como indicaron fuentes parlamentarias, ha contado con el respaldo del portavoz de Convergencia i Unió y presidente de la Comisión de Exteriores en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, y los diputados Juan Moscoso (PSOE) y Gustavo de Arístegui (PP) durante los preparativos del desplazamiento. Con todo, este último parlamentario, dispuesto a participar en la delegación a expensas de lo que decida su partido, que aún no se ha pronunciado oficialmente sobre la materia aunque, siempre en privado, no ocultan tanto su sorpresa como su cautela ante esta iniciativa.
“Nada que ver”
“No lo controlamos. De los viajes de Bono nos enteramos por la prensa, como ocurrió con su última visita al Líbano. No tiene nada que ver con nosotros. Una cosa es el Gobierno y otra el Parlamento”, zanjaban fuentes de Moncloa a este diario. Desde allí otra fuente corroboraba que “no tengo la menor información” sobre el viaje que el presidente del Congreso ha relatado como encargo del Gobierno, aunque concedía que no podía descartar que Bono se hubiera coordinado con algún departamento. Ahora bien, el hecho es que desde el Gobierno oficialmente no conocen -ni mucho menos informan- sobre el mismo.
Y, como apuntamos, en la misma línea, se manifestaron fuentes consultadas del Ministerio de Asuntos Exteriores. “No está previsto que vaya nadie. No hay ningún viaje proyectado por el Ministerio a Guinea Ecuatorial”, en todo caso, desde el departamento que dirige Trinidad Jiménez, quisieron aclarar –como hizo Moncloa– que no les corresponde a ellos organizar un viaje en el que no participe o esté involucrado algún miembro del propio ministerio.
“Lo sabríamos”
Lo cierto es que desde que Jiménez asumió la cartera de Exteriores no se ha producido ningún viaje oficial al país centroafricano, si bien en el mes de noviembre de 2010, Trinidad Jiménez se entrevistó con su colega ecuatoguineano, en la que es, hasta ahora, la primera y única reunión que ha mantenido con un miembro del Gobierno de Teodoro Obiang desde que relevó a Moratinos en octubre de ese mismo año.
Pero eso no es todo, fuentes del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) dijeron a LA GACETA no tener tampoco constancia del viaje. “Si estuviese previsto algún encuentro con empresarios españoles, nosotros lo sabríamos porque una de nuestras funciones sería contactar con las empresas que tienen negocios allí, aunque todavía es pronto y puede ser que lo gestione otro departamento”, afirmaron desde el organismo dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y sobre el que pilota la internacionalización de las empresas españolas.
Como es evidente, el objetivo económico subyace en todo desplazamiento al territorio de Obiang. “Si no atendemos a un país como Guinea, con toda su riqueza petrolífera y proyección futura, y pese las relaciones preferentes a las que podemos tener acceso tanto por la historia como por el idioma, no sé con quién podemos vernos”, reconoce otra fuente parlamentaria que defiende la iniciativa de Bono (entendiendo que se lo habría encomendado el Gobierno). Prosigue: “Es evidente que hay una situación dictatorial, pero por la misma regla de tres, España debería romper su relación con más de setenta países. ¿China o Arabia Saudí sí pero Guinea no? Hay que ser realistas sin renunciar nunca a los principios”, concluye.
Polémica a la vista
El debate está servido. Ya durante la pasada legislatura se intentó sin éxito otra visita desde el Congreso. Más. En 2006, durante una visita oficial de Obiang a España, cuando se entrevistó con José Luis Rodríguez Zapatero, el ex presidente del Congreso se vio obligado a cancelar la visita del dictador a la Cámara baja.
Pese a la crisis y los recortes presupuestarios, a comienzo de mes Bono organizó otro viaje con tres portavoces parlamentarios. En concreto, durante los días 11 y 12 de este mes viajó a visitar a las tropas españolas destacadas en el Líbano (siguiendo la estela de la tradicional foto navideña que en 2010 logró en primer lugar Rubalcaba con su viaje a Afganistán).
Morealizó la última visita oficial a Guinearatinos
El ex ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, realizó en 2009 el último viaje oficial al país del dictador Teodoro Obiang. El objetivo de Moratinos –acompañado de una amplia delegación de empresario y diputados– se centró en intentar recuperar el terreno perdido en una de las economías que mayor crecimiento han experimentado. Durante los tres días que duró la visita, el ex ministro se reunió con miembros del Gobierno y empresarios locales, pero siempre reconoció la dificultad para consolidar negocios en un país con el que hemos mantenido un escaso comercio bilateral.
Según datos de la Agencia Tributaria, las exportaciones españolas lograron su cifra récord en el año 2009 (190 millones),