CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE TEODORO OBIANG NGUEMA MBAZUAG
Autor: Roy Buyer
Pedi: 23/12/15
Eviya Inyedi ja meÿeba
Sr. Presidente,
Me parece improcedente, su propuesta hecha en el congreso recientemente realizado de su partido en la ciudad Vilangwa (Bata) el día 3/12/15, para terminar con la impunidad con que desempeñan sus funciones los delincuentes en su actual Guinea Ecuatorial. En ese congreso propuso usted que a éstos, los delincuentes, se les cortara el tendón; Me imagino que se refería al “tendón de Aquiles” como castigo para unos y para los que produjeran la muerte a sus respectivas víctimas, propuso usted, que corrieran la misma suerte que los asesinados.
Dado que usted, Teodoro Obiang Nguema Mbazuag no sólo es hijo de su padre y de su madre, debo recordarle que libremente también usurpó la responsabilidad que le catapulta al más grande estatus o escalafón jerárquico existente en la República de Guinea Ecuatorial, que es ni más ni menos que ser el Jefe del Estado guineoecuatoriano. Es precisamente en ese sentido en que le vengo a decir que, con sus declaraciones sobre cómo debería actuar la justica en ese su coto privado, me produjo pena y vergüenza simultáneamente. Sí, vergüenza ajena porque me siento tan guineoecuatoriano como el que más y, en consecuencia provisto de mi sano juicio tal cual lo estoy, me horroriza pensar que el presidente de mi país se digne a pronunciar semejantes burradas en público. ¿Matar?, ¿sabe usted lo que es eso?, ¿ha oído usted hablar de Derechos Humanos en alguna ocasión?, ¿Sí?, es verdad que ha iodo usted hablar de Derechos Humanos. Se me había olvidado en su día, fue usted jefe de cárcel en la Primera República. En varias ocasiones le he visto asistir a misa, si desligara su relación con la iglesia Católica de Guinea Ecuatorial y con el Vaticano, le garantizo que sería el primer dictador colonialista en romper con esa relación ficticia. ¿Le parece acertado que tales declaraciones vengan de un feligrés que se presenta en sociedad a tenor de sus actos como buen cristiano? Mayor es aún mi vergüenza cuando observo a la Primera Dama de la Nación Guineoecuatoriana, a su lado riéndose a mandíbula abierta, destrozando todas las normas del protocolo del correcto comportamiento en público, como si la hubieran contado un chiste verde y en un entorno más restringido. Pues, si su actitud no es plausible, más reprochable e impropia es la de su esposa de turno elegida para la ocasión. Bajo ningún concepto ustedes, usted y la Primera Dama, a pesar de su condición de usurpadores del poder que ostentan, deben olvidar que representan a la totalidad de los guineoecuatorianos, en definitiva en cada uno de sus actos representan a Guinea Ecuatorial.
Con frecuencia, sus aduladores y simpatizantes me suelen reprochar mi falta de respeto y consideración a la persona del Jefe de Estado guineoecuatoriano. No obstante una vez más debo recordarles que; A usted le corresponde en primer lugar respetar la institución que representa. En la medida en que usted no lo haga, además de su condición de usurpador, incita a los demás a que no le brindemos el respeto que evidentemente se merece por ostentar la responsabilidad que atesora. Este nefasto comportamiento que refleja un desconocimiento sobre el “saber estar”, es directamente proporcional a la osadía que me empuja una vez sí y otra también a ningunearle ya bien sea en público como en privado y, no quiero imaginarme lo que haría si un día tuviera la suerte de tenerle delante en un debate televisado. Efectivamente ya le va bien esta democracia que se ha inventado a su medida y que ha hecho llamar “democracia a la guineana”.
La razón de ésta carta pública, es la de recordarle que; En el momento de confeccionar la relación de los delincuentes a matar y/o a cortar los tendones, ya que en definitiva todos son chorizos que os beneficiáis de Guinea Ecuatorial y de los Guineanos, encabece usted esa relación con su nombre (Teodoro Obiang Nguema Mbazuag) y a continuación prosiga con el de su esposa; Sí, la Primera Dama. Acto seguido que no le tiemble el pulso y, ponga el de sus hijos y en especial los de Tontorín el preferido y, cómo no el del experto en finanzas y exportador de divisas en contenedores. Sin olvidar a sus hermanos que un buen día les trajo del pueblo, donde no hacían más que cazar y ayudar a su papaíto a robar las cabras ajenas. Ponga también en la relación a los sobrinos para de ese modo, vayamos componiendo el puzle. Los colegas. Todos, ponga usted a todos si no se acuerda de todos, pues le recomiendo que celebre usted una de esas fiestas privadas como las que en su día celebraba en los caseríos de las plantaciones de cacao, de ese modo en cuanto los vea de cerca eso le refrescará la memoria. Una vez haya apuntado a los colegas, a continuación en la relación ponga también a todos aquellos que sabe usted perfectamente que se han enriquecido de manera ilícita, son aproximadamente el 20% de los guineanos que viven muy bien y están muy de acuerdo con su gestión y que ostentan una renta similar a la de los ciudadanos noruegos. ¡Ah! y no se olvide de ninguno de sus ministros. Tanto los de éste gabinete como los de anteriores gobiernos a lo largo de los 37 años que lleva usted en la poltrona de la Jefatura del estado guineo y sin olvidar a la descamisada de su querida suegra que también se apuntó a la juerga del saqueo institucionalizado .
Una vez haya puesto en la relación a todos los delincuentes o choricillos tal cual lo es usted, entonces proceda usted a anotar los nombres de cuantos chorizos le vayan brindando sus Cuerpos de Seguridad del Estado.
Lo cierto es que, está en nosotros recuperar la Guinea Ecuatorial por la que murió D. Saturnino Ibongo Iyanga, D. Agustín Eñeso Ñeñe, D. Manuel Castillo Barril, D. Vicente Castellón, D. Atanasio Ndongo Miyone, D. Bonifacio Ondo Edu, D. Edmundo Bosio Dioco, D. Rafael Momo Bokara, el Sr. D. Jeus Beundi y otros tantos, dado que la Guinea Ecuatorial actual no la reconoce ni la madre que la parió.