John Carlin- 16 NOV 2013
L'etat c'est moi" Louis XIV.
Es
muy fácil criticar la dictadura de Guinea Ecuatorial, pero no hay que olvidar
que goza, en un continente inquieto, de una estabilidad notable. Ya van 34 años de gobierno
ininterrumpido desde que el Presidente Teodoro Obiang asumió
el poder, arrebatándoselo a su tío, al que posteriormente ejecutó, en un
golpe de estado. Es muy fácil criticar, pero es el país africano que más
riqueza genera al año per cápita: la cifra ronda los 20.000 euros, un poco
por debajo de España pero por encima de Portugal, Chile, Argentina, Rusia,
Sudáfrica y Brasil.
Hay
detalles, claro. Detalles que el gobierno de Obiang posiblemente no se haya
esmerado en transmitir a los jugadores de la selección española que ayer
disputaron un partido amistoso con Guinea, “un país, deportivamente, hermano
nuestro”, según Jorge Pérez, secretario general de la Federación Española de
Fútbol. Por ejemplo, que la expectativa de vida es mayor en Eritrea, país
cuya riqueza anual per cápita es 30 veces menor que la de Guinea; o que en el
ránking de mortalidad infantil Guinea ocupa el puesto 14 en el mundo, peor
que Liberia, cuya riqueza per cápita es menor que la de Eritrea. Todo esto
podría tener algo que ver con que Guinea es de los países del mundo que menos
invierte en salud (el 4% del presupuesto estatal) y menos aún en educación,
el 0,6%.
”
No es justo obligar al equipo de Vicente del Bosque, gente con una imagen
ejemplar, a rebajarse al nivel de los políticos”
La
clave está en ese “per cápita”. Por cabeza, como se traduciría al idioma
oficial de Guinea, este pequeño país de 700.000 habitantes se ha inflado de
dinero desde el descubrimiento de petróleo en las aguas que lo rodean. Pero
está claro, ya que tres cuartos de la población vive en la más abismal
pobreza, que algunas cabezas se reparten una mayor parte del petropastel que
otras, especialmente aquellas que comparten el nombre Obiang, como el hijo
del dictador, Teodorín, actualmente segundo vicepresidente de la República.
Poco interesado en cuestiones administrativas de estado, Teodorín ha
utilizado buena parte del botín nacional en la compra de lujosas propiedades
en París, Ciudad del Cabo y Malibú, California, y una amplia flota de
Bentleys, Lamborghinis, Maseratis y Bugattis.
Lo
asombroso es que, como habrán constatado los
jugadores de la selección española, en Guinea reina la paz
social. Esto se debe al pragmatismo del presidente Obiang, que concentra todo
el poder de la ley en sus manos, manos que nunca han temblado a la hora de
ordenar ejecuciones y torturas de aquellos que dudan de sus buenas
intenciones.
La
verdad, hablando un poco más en serio, es que no hay régimen feudal más
caricaturesco sobre la faz de la tierra. Los hay más salvajes, aunque suelen
estar en guerra, como Siria, o más represivos, como Corea del Norte, pero no
los hay más corruptos. Según Transparency International, Guinea es uno de 10
países que compiten por el título de campeón del mundo de la corrupción
estatal.
“No
hay régimen feudal más caricaturesco sobre la faz de la tierra que el del
dictador Obiang”
¿Debería
el campeón del mundo de fútbol no haber jugado en Guinea? Quizá hubo cierta
coherencia en haberlo hecho ya que sucesivos gobiernos españoles han
mantenido relaciones fraternales con Obiang. Un ejemplo entre muchos: el
expresidente del Congreso José Bono fue a visitarle a Guinea en 2011 y
declaró, con alarmante sinceridad: “Es muchísimo más lo que nos une que lo
que nos separa”.
Pero
no. No debería haber ido la selección española a Guinea. No es justo obligar
al equipo de Vicente del Bosque, gente con una imagen ejemplar, a rebajarse
al nivel de los políticos. Por supuesto que el fútbol es un negocio en el que
también se impone la realpolitik,
por no decir el sucio cinismo, pero esta selección en particular ha logrado mantenerse
ajena a percepciones de esta naturaleza. Ha sido motivo de orgullo por cómo
ha jugado y cómo se ha comportado. Existió la posibilidad de declarar,
públicamente, que no, no iría a Guinea, y así lanzar un mensaje que se
hubiera aplaudido fuera y dentro de España, pero lo que se ha hecho, de
manera innecesaria, demostrando tanto una crasa ignorancia como una falta
lamentable de sensibilidad, es arrastrar a un gran equipo de fútbol por las
cloacas para mayor gloria de una grotesca tiranía.
Gracias
a la Federación Española de Fútbol, y al gobierno que la apoyó, no solo se
disputó un partido tonto e irrelevante, sino que nada más salir los dos
equipos al campo los Obiang ya habían ganado por goleada.
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La teoría de mayorías étnicas Y SUS PACTOS “SIN SEPARACIÓN, SIN DISCRIMINACIÓN, SIN AGRESIÓN, conservar la Unidad y la Independencia Nacional” hicieron Guinea Ecuatorial. Francisco Macias Nguema, rompió los pactos de Unidad e Independencia Nacional. “ Sin pactos de independencia, no hay UNIDAD NACIONAL, no existe Guinea Ecuatorial.” Registrate y opina, escribe tu noticia o comentario directamente aquí, o envíalo a tiraniaecuatoguineana@yahoo.com
domingo, 17 de noviembre de 2013
Guinea ganó por goleada
Publicado por
La tragedia de un DICTADOR azotado por todos los lados
en
19:14
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Etiquetas:
EL PAIS