Por: Luis Lucia Ubango-Analista Social
Wed, 5 Dec 2012 15:15 EST
Su ideario descansaba en el lema del campo de honor del escudo incrustado en los colores de la bandera de esa Guinea libre: Unidad, Paz y Justicia. Aquel objetivo alcanzado el 12 de octubre de 1968 tardo poco en ir al traste. A partir del 5 de marzo de 1969, el país entro en una profunda crisis y estancamiento. Macías se obsesiono por acabar con todo el reflejo de aquel empeño Ndowe. Sus esperanzas y sueños, sus más nobles y elevados valores que capturaron y conquistaron la ilusión de todos, por ese compromiso político alcanzado. Una elite playera que encumbro a Atanasio Ndong Miyone. Por eso, el ministerio de AA.EE estaba en manos de los Ndowe (ósea, Atanasio). Con lo cual de haber triunfado su golpe, hubieran mantenido los Ndowe su protagonismo y poder. Las actuaciones de Macías desde entonces parecían que estaban pensadas para destruir la vida de todos aquellos hombres y mujeres (Ndowe, Bubis, Fernandinos y Fang) que habían llegado a lo más alto con los españoles, y colocar a su gente al frente de esos bienes, propiedades y puestos de trabajo. La única vía que encontró para domar a toda aquella gente fue cargarse vidas humanas, propiedades, empleos y sentimientos. Entonces elevo a las más altas estructuras del territorio nacional a todos los "catetos" habidos y por haber, que actuaron como "okupas": con una patada y a base de violencia meterse en las fincas ajenas y quedarse a vivir en ellas hasta que alguien los echen... Y todavía nadie los ha echado porque muchos de ellos son los que hoy nos gobiernan e imparten justicia a su manera. Un proceso inevitable que los condujo a esa posición hegemónica actual, desde que se produjo aquella mutación e injusta limpieza en el reparto de poder. Entendieron el progreso como un ascenso, “alcanzar la cima y ser más que los que quedan abajo... a costa de hacer descender a los que estaban en la cúspide". Cuando el verdadero progreso no tiene por que implicar el descenso de otros, ni estar por encima de ellos. De esa manera este país llego a estar gobernado por "una infinita colección de tontos".
Un asunto que desde entonces hizo pedazos la unidad nacional, ya que los Fang se convirtieron en "los malos" para el resto de las etnias del país. Por culpa de Macías que opto por la "Fang-Nguemizacion de su régimen". Aquella doctrina política según la cual todo lo interno de Guinea tenía que estar investido con los dogmas y las maneras Nguemistas de ser y actuar. Los nombres de las calles, plazas y colegios; los ministros y altos cargos; los presidentes y Directores Generales de empresas públicas y privadas... salvo unas excepciones puntuales que no tenían importancia. Gobernar con una clara actitud de venganza, como si se tratara de "un ajuste de cuentas", para acabar con el histórico complejo de inferioridad que llevaban a sus espaldas muchos notables Fang como Macías. Que pensaba que esa era la oportunidad que les brindo "Dios" para vengarse de los Ndowe, en honor a sus antepasados que se rindieron y se dejaron dominar durante los años de la conquista de sus poblados del interior desde el año 1900 hasta la rendición en 1926. Machacando a los Ndowe volvían a recuperar su orgullo de pueblo aguerrido, guerrero y conquistador... a base de convertir el régimen "Fang-Nguemista" en una monarquía absoluta. Ocupación y represión política, económica, social y cultural. En lugar de trabajar de manera inequívoca y transparente en la creación y consolidación de una sociedad más equitativa. Cometió Macías la torpeza de despreciar todo lo ya conseguido, para imponer a todos los guineanos su doctrina. Y tuvo que convertirse en un mentiroso endogámico, populista, chapucero, inculto, soberbio y maleducado. Un hombre sin remordimientos que provoco un pesimismo decepcionante a toda la gente de bien.
Una forma de gobernar que no fue justa, porque hacer justicia es "vivir
honestamente, no hacer daño a nadie y dar a cada uno lo suyo". Las demás
etnias y otros muchos Fang aspiraban a una normalización política, sin ningún
delito de sangre, más bien mediante el limpio juego democrático. Macías
represento una amenaza para la convivencia y el bienestar social, con conductas
y practicas carentes de ética que dieron lugar a las adversas e injustas
circunstancias vividas a partir del 5 de marzo de 1969. ¿
Qué tipo de país deseaba construir con su plan de limpieza diseñado para
eliminar a todos aquellos que, con esfuerzo y trabajo, ya estaban bien
asentados como excelentes referentes de nuestra sociedad? Con aquella obsesión
por acabar con el trato preferencial de los españoles para con los Ndowe,
Fernandinos y luego con los Bubis durante muchos años...fue la tumba de nuestra
unidad como nación. ¿Ondo Edu, Atanasio Ndongo, Edmundo Bosio, Agustín Eñeso,
Manuel Castillo Barril... hubieran sido unos buenos presidentes de la
republica? Es evidente que jamás hubieran actuado como Francisco Macías Nguema
y su sobrino.
Todos esos hombres de bien y, sobre todo los de nuestra comunidad se merecen un
aplauso grande. Por haber sido capaces de llegar hasta donde lo hicieron. Los
protagonistas de aquella emocionante etapa. Para ellos fue como aquella sensación
de "prueba superada", haber alcanzado con éxito la independencia.
Tantos años y sueños por delante, estropeados y tirados por la borda por Macías,
que freno nuestro progreso. Así nos convertimos en el ejemplo perfecto de una
sociedad incapaz de alcanzar el cenit de sus posibilidades, ya sea por su
tamaño, por su posición estratégica, por su capital humano, por la importancia
creciente de sus recursos naturales o por su mentalidad. Y lo que queda es un
gran desprecio por esos que traicionaron aquellos grandes ideales de este país:
unidad, paz y justicia. Otra Guinea es posible, en el que todos seamos iguales
ante la ley. Que la vida da muchas vueltas es una obviedad que se confirma cada
cierto tiempo.
El prestigio de Rio Muni estaba en los Ndowe.
Luis Lucia Ubango
Analista Social