30-01-2011 / 14:40 h
EFE
Alfonso Bauluz Redacción Internacional, 30 ene (EFE).- El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, alcanzó hoy la Presidencia de turno de la Unión Africana (UA), casi 32 años después de acceder al poder mediante el "Golpe de Libertad" contra su tío Macías en su país, y es ahora uno de los mandatarios africanos más veterano y longevo.
Obiang, que con el apoyo del Gobierno español de entonces se encaramó al poder en la pequeña ex colonia española en el corazón de África, es el segundo gobernante que ha conocido el país, independiente desde el 12 de octubre de 1968.
Al sanguinario régimen de terror implantado en el país desde su independencia se sucedieron las esperanzas de libertad, que acompañaron al juicio sumarísimo en el Cine Marfil de Malabo en el que fue condenado a la pena de muerte mediante fusilamiento Francisco Macías Nguema, uno de los más brutales dictadores del continente.
El país, sumido en la miseria y el terror, quiso ver en el Gobierno militar encabezado por el teniente coronel Obiang Nguema Mbasogo, formado en la Academia Militar de Zaragoza (nordeste español), una esperanza de futuro que el tiempo ha desvirtuado.
Sus detractores abarcan desde la tímida oposición en el exilio hasta las numerosas organizaciones defensoras de los derechos humanos que denuncian su política represora y el enriquecimiento del "clan de Mongomo", localidad de la que es originario y proceden quienes, tras el "boom" del petróleo, monopolizan los negocios en el país.
El informe de 2004 del Senado estadounidense sobre la extinta Banca Riggs atestigua los desmanes del entorno de Obiang y su acumulación de propiedades y cuentas en paraísos fiscales.
"The New York Times" difundió otro informe del Departamento de Justicia de 2007, en el que se desvelan "las extorsiones y el robo de fondos públicos y otras modalidades de corrupción" atribuidos a su hijo, Teodoro Nguema Obiang, más conocido en el país como "Teodorín".
Su hijo, el actual ministro de Agricultura y Bosques y presidente de la Federación de Jóvenes del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) está considerado el presunto "delfín" del propio Teodoro Obiang, reelegido en las elecciones presidenciales de noviembre de 2009 con más del 90 por ciento de los votos.
Queda lejos el momento en el que Obiang accedió al poder, época en la que entre los gobernantes más veteranos y longevos de África se encontraban el presidente zaireño Mobutu Sese Seko o el marfileño Félix Hufué Buañí y él era uno de los benjamines en el club de los mandatarios africanos.
La organización que preside Obiang es precisamente una de las organizaciones multilaterales que ha intentado mediar para solucionar la actual crisis de Costa de Marfil y habitualmente interviene en las periódicas sacudidas políticas de las naciones del continente.
Superviviente nato, de golpes reales o figurados, Obiang ha logrado superar numerosas intentonas como la encabezada por el conocido mercenario Simon Mann.
Incluido por Reporteros sin Fronteras -como el depuesto Ben Ali de Túnez- entre los mayores depredadores de la libertad de prensa, el gobernante guineano, que este año cumple 70 años, no ha dudado en recurrir a las ejecuciones sumarísimas para reprimir a los disidentes y opositores como ha denunciado reiteradamente Amnistía Internacional.
Sus relaciones con la ex metrópoli han estado plagadas de recriminaciones mutuas y constantes altibajos con enfrentamientos a causa de las violaciones de los derechos humanos, aunque los gobiernos españoles han tratado de soslayar el choque diplomático, más aún a raíz de la puesta en explotación, a mediados de los noventa, de los recursos petrolíferos y gasísticos.
La correspondencia desclasificada del Departamento de Estado norteamericano ya da cuenta del interés en el país de las grandes multinacionales durante el mandato de Macías Nguema e Hispanoil, a través de la sociedad hispano-guineana Guineo-Española de Petróleos, SA (GEPSA), participada al 50 por ciento por el Estado guineano, comenzó a principios de los ochenta la exploración.
Guinea Ecuatorial es hoy el cuarto productor del continente según el último informe anual del Departamento de Estado, que señala que Estados Unidos es el primer inversor directo en el país, y describe como "constructivas" las relaciones bilaterales, pese a señalar las "lagunas" en el respeto de la oposición política y los derechos humanos del régimen de Teodoro Obiang Nguema. EFE
EFE
Alfonso Bauluz Redacción Internacional, 30 ene (EFE).- El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, alcanzó hoy la Presidencia de turno de la Unión Africana (UA), casi 32 años después de acceder al poder mediante el "Golpe de Libertad" contra su tío Macías en su país, y es ahora uno de los mandatarios africanos más veterano y longevo.
Obiang, que con el apoyo del Gobierno español de entonces se encaramó al poder en la pequeña ex colonia española en el corazón de África, es el segundo gobernante que ha conocido el país, independiente desde el 12 de octubre de 1968.
Al sanguinario régimen de terror implantado en el país desde su independencia se sucedieron las esperanzas de libertad, que acompañaron al juicio sumarísimo en el Cine Marfil de Malabo en el que fue condenado a la pena de muerte mediante fusilamiento Francisco Macías Nguema, uno de los más brutales dictadores del continente.
El país, sumido en la miseria y el terror, quiso ver en el Gobierno militar encabezado por el teniente coronel Obiang Nguema Mbasogo, formado en la Academia Militar de Zaragoza (nordeste español), una esperanza de futuro que el tiempo ha desvirtuado.
Sus detractores abarcan desde la tímida oposición en el exilio hasta las numerosas organizaciones defensoras de los derechos humanos que denuncian su política represora y el enriquecimiento del "clan de Mongomo", localidad de la que es originario y proceden quienes, tras el "boom" del petróleo, monopolizan los negocios en el país.
El informe de 2004 del Senado estadounidense sobre la extinta Banca Riggs atestigua los desmanes del entorno de Obiang y su acumulación de propiedades y cuentas en paraísos fiscales.
"The New York Times" difundió otro informe del Departamento de Justicia de 2007, en el que se desvelan "las extorsiones y el robo de fondos públicos y otras modalidades de corrupción" atribuidos a su hijo, Teodoro Nguema Obiang, más conocido en el país como "Teodorín".
Su hijo, el actual ministro de Agricultura y Bosques y presidente de la Federación de Jóvenes del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) está considerado el presunto "delfín" del propio Teodoro Obiang, reelegido en las elecciones presidenciales de noviembre de 2009 con más del 90 por ciento de los votos.
Queda lejos el momento en el que Obiang accedió al poder, época en la que entre los gobernantes más veteranos y longevos de África se encontraban el presidente zaireño Mobutu Sese Seko o el marfileño Félix Hufué Buañí y él era uno de los benjamines en el club de los mandatarios africanos.
La organización que preside Obiang es precisamente una de las organizaciones multilaterales que ha intentado mediar para solucionar la actual crisis de Costa de Marfil y habitualmente interviene en las periódicas sacudidas políticas de las naciones del continente.
Superviviente nato, de golpes reales o figurados, Obiang ha logrado superar numerosas intentonas como la encabezada por el conocido mercenario Simon Mann.
Incluido por Reporteros sin Fronteras -como el depuesto Ben Ali de Túnez- entre los mayores depredadores de la libertad de prensa, el gobernante guineano, que este año cumple 70 años, no ha dudado en recurrir a las ejecuciones sumarísimas para reprimir a los disidentes y opositores como ha denunciado reiteradamente Amnistía Internacional.
Sus relaciones con la ex metrópoli han estado plagadas de recriminaciones mutuas y constantes altibajos con enfrentamientos a causa de las violaciones de los derechos humanos, aunque los gobiernos españoles han tratado de soslayar el choque diplomático, más aún a raíz de la puesta en explotación, a mediados de los noventa, de los recursos petrolíferos y gasísticos.
La correspondencia desclasificada del Departamento de Estado norteamericano ya da cuenta del interés en el país de las grandes multinacionales durante el mandato de Macías Nguema e Hispanoil, a través de la sociedad hispano-guineana Guineo-Española de Petróleos, SA (GEPSA), participada al 50 por ciento por el Estado guineano, comenzó a principios de los ochenta la exploración.
Guinea Ecuatorial es hoy el cuarto productor del continente según el último informe anual del Departamento de Estado, que señala que Estados Unidos es el primer inversor directo en el país, y describe como "constructivas" las relaciones bilaterales, pese a señalar las "lagunas" en el respeto de la oposición política y los derechos humanos del régimen de Teodoro Obiang Nguema. EFE