La situación económica
de Guinea Ecuatorial e incluso la financiera, según algunas fuentes solventes es
muy delicada, a pesar de la cara de póquer que pone todo miembro del régimen cuando
se le pregunta por el particular. Ya pasaron aquellos tiempos en que la crisis
económica, que causaba estragos en otras partes del mundo, provocaba una sonrisa
despectiva en el dictador; seguro de la fortaleza económica de su república
bananera. Este individuo, en lugar de poner su barba a remojo, se sonreía con
aires de grandeza. Ahora ya han llegado las vacas flacas y con ellas, la
necesidad de “socializar” los problemas económicos-financieros, extendiéndolos
a todos, incluida la oposición interior y exterior: Los ingresos y los
beneficios son privados para el clan; pero cuando llegan los problemas hay que a
todos, incluida la oposición.
Esta es en realidad
una de las principales razones de la repentina convocatoria de una mesa de diálogo
en la que el régimen dictatorial pretendía demostrar sus dotes de democracia,
“permitiendo” a la oposición en el exilio insertarse y participar en el régimen
dictatorial tras un mini-maquillaje de sus mejorables leyes. Desde luego, la
falacia de tan cacareada mesa de diálogo de Obiang Nguema, como ya dijimos, era
una crónica de un fracaso anunciado; aunque le ha servido, una auscultación de
los partidos de la oposición participantes en la mesa, para clasificar a cada uno
de los participantes. A todo esto, hay que decir que las Plataformas CEIBA y
CORED se negaron a participar en esta pantomima si no se cumplían previamente
algunas condiciones de diferente índole. Ya antes del comienzo de la susodicha mesa
de diálogo, se vio de inmediato cómo algunos sufridos exiliados regresaron de
Gabón a Guinea Ecuatorial a besarle la mano al dictador, de rodillas y
bendiciendo su benevolencia al “perdonarles” su pecado de haberse exiliado,
huyendo del país. Durante el tiempo en que duró la mesa de diálogo, los
miembros del régimen amenazaron, acosaron, hostigaron e incluso molestaron a
varios miembros de la oposición. Es más desde el minuto1, se vio que la mesa de
diálogo no tenía ningún sentido ya que se estaba desarrollando como lo dijimos:
Sometimiento y nada más.
Una de las
repercusiones más relevantes de la falacia del monólogo del fauno (Diálogo
Nacional) de Akoakam, Teodoro Obiang Nguema, es la represión interior entre sus
propias filas.
Así, se dice que
Armengol Ondo Nguema, hermano del dictador, mandó ejecutar al Alférez Juan Engonga
en Bata debido a ciertas críticas desfavorables de este sobre el fracaso del
Dialogo Nacional.
A este asesinato hay
que añadir el ahorcamiento con alevosía y nocturnidad del Gobernador de Wele
Nzas, Deogracias Olomo Abia alias Alandy, que fue asesinado en su poblado natal
Mongomo, por haber criticado los resultados del Dialogo Nacional; a raíz de lo
cual recibido el día anterior la noticia de que el dictador le llamaba
urgentemente a Malabo. Dicen que Deogracias Olomo Abia había hecho varios
comentarios entre varios amigos exponiendo su malestar por el fracaso del
Dialogo Nacional y la ocasión perdida.
Definitivamente,
Obiang Nguema no puede ser interlocutor válido para resolver el problema socio-político
de Guinea Ecuatorial. Pensar que los partidos políticos (partidocracia) son más
importantes que los Pueblos de este país multinacional es un error de bulto.
Volvemos a repetir la secuencia lógica de la resolución de Guinea Ecuatorial:
Deberían sentarse los Pueblos (Ambo, Bissió, Bubi, Fang, Ndowé) y establecer un
diálogo sincero en igualdad de condiciones para -tras perdonarnos y terminar
con la impunidad reinante actualmente- sentar las bases del país que queremos
para el bien común, lo que debería desembocar en una nueva Constitución más
democrática. Solamente después de esto, se pasará la palabra a los partidos,
que tendrán luz verde para conducir el país democráticamente, respetando todos los
derechos de las personas y de los pueblos, sin corrupción ni dictaduras.
Sàngo à Mboka
Sàngo à Mboka