La
cobardía que ha caracterizado la actuación del sempiterno dictador Teodoro Obiang
Nguema Mbasogo se ha visto a lo largo de los últimos años en diferentes ámbitos. Por
ejemplo, una desconfianza total en los soldados autóctonos le obliga a firmar un
contrato con Marruecos para que huestes marroquíes aseguren su seguridad.
Obiang
Nguema siempre ha sido un cleptócrata. Y cuando sus desfalcos al Estado se
hicieron importantes sintió que el sitio más indicado para poner los fondos
desfalcados al Estado y los bienes consecuentemente obtenidos era en el
extranjero. El pobre de mente no creía que iba a llamar tanto la atención y
activar varias investigaciones internacionales. A medida que ha ido
incrementando la presión de la justicia internacional sobre él y su familia por
un exceso de ostentación, Obiang Nguema hizo sonar la retirada de sus bienes de
la escena internacional de los de su clan. Este pobre de mente no es consciente
de las enormes cantidades de euros que representan los bienes embargados e
incluso subastados.
Este
repliegue de Obiang Nguema ha significado un aumento de mercenarios en el país
en paralelo con una intensa campaña de compra de armas. A pesar de que es
consciente de lo inútil que resulta, el miedo a un ataque de Francia le ha hecho
acumular armas modernas de ataque y defensa en los cuarteles de Bata y Malabo;
son armas compradas recientemente.
Informaciones
fidedignas indican que durante varias noches de la última semana del pasado mes
de Agosto, caravanas de camiones militares transportaron material bélico hacia
Mongomo. Ha dejado caer en su entorno que, en el caso de que los franceses le
ataquen, podrá defenderse mejor desde Mongomo.