lunes, 16 de septiembre de 2013

Teodoro Obiang Nguema Mbasogo se arma hasta los dientes por miedo a la reacción popular y sobre todo a una intervención exterior.



La cobardía que ha caracterizado la actuación del sempiterno dictador Teodoro Obiang Nguema Mbasogo se ha visto a lo largo de los últimos años en diferentes ámbitos. Por ejemplo, una desconfianza total en los soldados autóctonos le obliga a firmar un contrato con Marruecos para que huestes marroquíes aseguren su seguridad.

Obiang Nguema siempre ha sido un cleptócrata. Y cuando sus desfalcos al Estado se hicieron importantes sintió que el sitio más indicado para poner los fondos desfalcados al Estado y los bienes consecuentemente obtenidos era en el extranjero. El pobre de mente no creía que iba a llamar tanto la atención y activar varias investigaciones internacionales. A medida que ha ido incrementando la presión de la justicia internacional sobre él y su familia por un exceso de ostentación, Obiang Nguema hizo sonar la retirada de sus bienes de la escena internacional de los de su clan. Este pobre de mente no es consciente de las enormes cantidades de euros que representan los bienes embargados e incluso subastados.

Este repliegue de Obiang Nguema ha significado un aumento de mercenarios en el país en paralelo con una intensa campaña de compra de armas. A pesar de que es consciente de lo inútil que resulta, el miedo a un ataque de Francia le ha hecho acumular armas modernas de ataque y defensa en los cuarteles de Bata y Malabo; son armas compradas recientemente.

Informaciones fidedignas indican que durante varias noches de la última semana del pasado mes de Agosto, caravanas de camiones militares transportaron material bélico hacia Mongomo. Ha dejado caer en su entorno que, en el caso de que los franceses le ataquen, podrá defenderse mejor desde Mongomo.