Por Severo-Matías MOTO NSA, Periodista,
político guineo y opositor al régimen dictatorial de Obiang Nguema.
“¿En qué mundo estaremos viviendo, donde asesinar a seres humanos, como hace Obiang Nguema, es menos importante que robar y vaciar las arcas del país, como lo hace Obiang Nguema?” (SMN)
“EL BAILE DE MOKÖM…”
- ¿Pero, por qué en INFOR-TUR no hay gente de Mongomo? –Me soltó, una noche, en la cárcel Modelo, Fructuoso Mba Oñana- en uno de sus frecuentes interrogatorios a los que él me sometía en la “Cárcel Modelo” de Bata.
-No lo sé, señor –le contesté- Eso solo lo sabe Daniel, que repite siempre que quiere gente competente y entendida en cada una de las responsabilidades que le ha confiado Macías. Y elige a los que quiere. A mí me metió en Información y Turismo; soy periodista, y… ahí estoy (digo) estaba…
-(Silencio)…
Durante seis meses (Octubre de 1976-Abril de 1977) me retuvieron en la “Modelo de Bata”; sometido al ritual de 100 porrazos, cada día, a la ida y a la vuelta de los trabajos forzosos de “NGOLÓ AYOP” (Donde, unos meses antes, Obiang Nguema había escrito la inhumana y truculenta historia de “EL BAILE DE LOS MALDITOS) ejecutando y sacrificando a numerosos centenares de valores guineanos; valores intelectuales, culturales, civiles, militares, políticos y humanos, por haber suscrito un documento, negándose a aceptar -por inculto y salvaje- a Macías Nguema, como Presidente de Guinea Ecuatorial).
Después de esta masacre de valores intelectuales, siguieron algunos asesinatos selectivos, como fue el asesinato de Don Edmundo Bosió Dioco y otros prominentes políticos guineanos. El camino hacia el poder, de Obiang Nguema seguía limpiándose sistemática e implacablemente, a base de matar y sacrificar a posibles rivales.
Un día del mes de Enero de 1977, nos llevaron a los presos de INFOR-TUR a “chapear”; o sea, limpiar, con machetes, la hierba y malezas del entorno del edificio de MONGOYA, donde vivía el Capitán Adolfo Mayé (Otro sobrino iletrado de Macías Nguema) En un momento dado, Mayé se asomó a la ventana; llamó a uno de los guardias que nos vigilaban y le dijo:
-Te has enterado del “ANDUMÉO” que ha sucedido en Malabo?
- “No, mi Capitán; yo no lo sabías”
-respondió el guardia
- “Han queriro dar un golpe del estado. Obiang Nguema los ha detenidos; y algunos han sucidiado en la cárcel de Black Beach”.
- ¡Vaya, hambres! Hay algunos de ellos aquí? –preguntó el cabreado guardia, señalándome, precisamente, a mí.
- No -Cortó el Capitán Maye- “Ha sucedido en Malabo; no aquí”.
Seis meses después de mi prisión, y sin que mediara motivo, acusación real o condena alguna, ordenaron mi traslado a la prisión de Black (¿Blay?) Beach, donde yo iba a cumplir el resto de los tres años de mi prisión; sin otro motivo que mi clara y pública disconformidad con el régimen; sin juicio, sin condena, sin más condición que la conocida y tan usada orden de las autoridades guineanas: “¡¡¡Hasta nueva orden!!!”
Ahí, en la cárcel de Black Beach, me encontré con Don Ponciano Mbomio, con el Capitán Don Salvador Ela Nseng. Con las celdas pletóricas de presos políticos. Black Beach entera hecha una autentica pocilga donde Ondo Ela el tétrico encargado de ejecutar las sentencias de muerte del gran Jefe de las Prisiones de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang Nguema, hacían de las suyas con la carnaza humana acumulada en las celdas, salas y salones de la prisión.
Un día, a media mañana, estábamos, como siempre hacinados en un salón, los presos que aún no habíamos sido llamados a ser interrogados (a medianoche) en la famosísima “OFICINA”, donde Obiang Nguema juzgaba y sentenciaba a muerte a los presos políticos, irrumpieron en la puerta sur del salón, algunos de los presos recluidos en las infernales y pestilentes celdas de Black Beach. No me acuerdo muy bien de si, en este turno, estaba Don Ponciano Mbomio…
Pero no me olvido, ni me olvidaré nunca del encuentro en esa sala con Don Job Obiang Mba, todavía el “especial” superviviente de la masacre que había sucedido unos meses antes, en el patio de Black Beach. Don Ponciano Mbomio Nvó nos ha contado, 36 años después, como se salvó de la masacre de EL BAILE DE MOKÖM. Bonifacio Nguema Esono, en un documento excepcional, escrito en primera persona ha relatado (con evidentes zonas oscuras) detalles, tanto de cómo Obiang Nguema preparaba el camino hacia la toma del poder (matando a sus rivales políticos y militares, para, de paso, quedarse y apoderarse de sus mujeres y novias; como detalles de cómo se preparó el infernal escenario del BAILE DE MOKÖM
Con sus declaraciones, Don Ponciano Mbomio Nvó y Don Bonifacio Nguema Esono (al margen de las inevitables lagunas, que otros deberían completar y llenar) han abierto lo que debería ser ya, UN JUICIO POPULAR A OBIANG NGUEMA que sirviera de base para el GRAN JUICIO que espera al dictador.
Aportaré, en mi tercera entrega, la
conversación que tuve con Don JOB OBIANG MBA, en ese breve instante en que (los
presos de las celdas, aprovechan el permiso para vaciar sus latas de heces y
orina, y antes de regresar a sus celdas) hablé con Don JOB OBIANG MBA;
exactamente igual que tuve la ocasión, en Black Beach, de charlar con Don Jesús
NDONG BUENDI, Gobernador del Banco de Guinea Ecuatorial, antes de que fuera
ajusticiado y asesinado en Bata. Diálogo que no dudaré en ofrecer en esta
ineludible aportación a la historia de nuestro país.