Los Ndowe optan por hablar para dejar al descubierto el genocidio que han sufrido y que algunos intentan seguir manteniendo oculto a los ojos del mundo entero.
Por Mesangga na Pati y Beyelle bee Ediba
...Y dijo Adolfo Hitler: «Después de todo, ¿quién se acuerda hoy del aniquilamiento de los armenios?»
La vida del hombre está acotada en el tiempo y el ámbito en el que desarrolla sus actividades es limitado. Algunos hombres somos conscientes de ello y otros no lo son; y esto se puede ver fácilmente observando las obras de cada uno.
Aquellos que viven sin tener consciencia de lo limitada que puede ser sus vidas actúan como si fueran a estar eternamente vivos. Son personas que piensan que después de ellos no hay vida, por lo que su forma de actuar es siempre una constante «quema de naves».
Al contrario, las personas que creemos que la vida es limitada en el tiempo, sabemos que somos un eslabón de una cadena que nace en el pasado con nuestros ancestros ndowe y que continuará en el futuro con nuestros hijos ndowe y los hijos de nuestros hijos ndowe.
Unos hechos espantosos llevados a cabo por el primer dictador fang de Guinea Ecuatorial, hechos como matar a muchas personas solo porque son de una etnia diferente de la suya, tuvieron lugar a la vista de todos los pueblos que configuran la población de este país.
Forzosamente tuvo que tener la colaboración o la aquiescencia del Pueblo Fang; de lo contrario hubiera sido mucho más difícil de llevar a cabo.
Una generación después, tras cuarenta y tres años, son muchos los Fang, la etnia de Francisco Macías Nguema y Teodoro Obiang Nguema, que intentan mantener escondido este abominable y vergonzoso hecho a la vista del mundo.
Si hasta ahora, la sufrida población ndowe se había visto en la tesitura de elegir entre hablar y sufrir las consecuencias de las dictaduras fang o callar y vivir de rodillas con el riesgo de desaparecer como pueblo, la actitud de rechazo de algunos Fang a reconocer las abominables matanzas que sufrimos nosotros los Ndowe, nos obliga a todos los que sufrimos este zarpazo a optar por hablar.
Entendemos el pavor interior que sienten algunos fang ante estos abominables hechos, lo que les obliga a negar esta realidad. Pero tenemos que decirles que no es negando lo acaecido que dejará de ser verdad; sabemos todos que la verdad es tozuda. La historia está llena de episodios de este tipo.
Para que no vuelva a ocurrir, vamos a recordarles a los que vieron y dejaron que sucediera, o participaron directamente en su realización y a sus descendientes, que cuando actos como:
― la matanza de miembros de un grupo nacional, étnico, racial o religioso;
― la lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
― el sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial;
― las medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo; o
― el traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo se perpetran con la intención de destruir total o parcialmente dicho grupo, independientemente de que sea en tiempo de guerra o de paz, se está cometiendo un delito de derecho internacional denominado GENOCIDIO. Se trata de un crimen que nunca prescribe.