miércoles, 1 de diciembre de 2010

La filosofía de poder nguemista y la exaltación tribal.

«(...) La evolución socio-política de Guinea Ecuatorial ha premiado de manera desigual a sus pueblos. A partir de 1968 los nuevos dueños de los territorios colonizados por España, lejos de construir un estado diverso y plural apostaron por un estado disperso y letal. Apoyándose sobre su clan se marcaron como meta silenciar las demás sensibilidades.

Las consecuencias inmediatas de esta política tribal se antojan desgarradoras, especialmente para las minorías étnicas. Francisco Macías Nguema pocos años después de la independencia impulsó la idea de la “unidad tribal” con el eje central en su etnia y tribu. Durante la proclamación oficial del Partido Único Nacional (PUN), llegó a afirmar: “sólo el PUN iba a ser el partido unificador de ideas, de contenido nacional y unificador de tribus”. Su fundamentalismo, definitivamente asentado con Teodoro Obiang, se construirá sobre la base de potenciar una política de asimilación étnica.

Para conseguirlo había que ocupar rápidamente toda la geografía nacional para que, acto seguido, con el discurso de la mayoría y de que todos somos guineanos, encontrar un argumento a su modelo de democracia. Además la Comunidad Internacional no se ocupará de los derechos históricos de las minorías si de lo que se trata es defender el derecho de las mayorías numéricas. Esta política rápidamente se iba consolidando con la aplicación de ciertas herramientas efectivas: primero los poderes administrativos, políticos y sobre todo el militar se concentraron en manos de familiares sin formación donde su único vehículo de comunicación era su lengua materna. Al día de hoy apenas un 0,5% del ejército, fuerzas y cuerpos de seguridad tiene representación de la minoría. Este Cuerpo Militar, como en la gran mayoría de los países africanos, que no ha conocido ninguna guerra externa ni puede sobrevivir a ella, se crea y alimenta con el único propósito de someter a la población asustada y para defender a su presidente, venido a jefe de tribu. Segundo la capacidad económica se convirtió más que nunca en un bien escaso sólo al alcance de estos elegidos, arropados por la impunidad que garantiza la corrupción. Y tercero un sistema policial y de opresión se encargó de anular cualquier
posibilidad de rebeldía popular, sobre todo de las demás etnias. La sumisión era un hecho.»

Extracto de
«Conflictos étnicos y gobernabilidad:
Guinea Ecuatorial»
de Muakuku Rondo

Por: Sângô â Mbôka