Haciendo memoria de las atrocidades vividas por los Ndowe durante la primera dictadura Fang, Don Alfonso- NANANDJ PUEYO MONTERO, Presidente del Partido Federal Democrático d’Ambo, revive en su relato las primeras víctimas Ndowe de la dictadura; lo que le sirve de argumento para reafirmar la necesidad de una UNIÓN renovada de la Guinea Ecuatorial con la participación de todas sus nacionalidades.
Cuarenta y dos años después de la ansiada y necesaria independencia, la Nación sigue desangrándose. Se culpa a la etnia FANG de todo lo malo que aqueja al País, pero ¿por qué? Hace cuarenta años, el régimen de Caín-Francisco Masie Nguema nos obligó a presenciar una ejecución pública en la Plaza del Reloj de la Ciudad de Bata. Apenas teníamos veinteaños. Dos hombres Ndowe iban a ser ejecutados en la horca, MOKACHE y un compañero suyo. Delito: Brujería.
Para este acto infame de la degradación del ser humano, el régimen configuró un tribunal presidido por un bubi llamado MAHO SICACHÁ, abogado que odiaba el Derecho, personaje inquietante, se acostaba de noche como miembro de Unión Bubi y se levantaba como militante de MUNGE, tenía problemas con el alcohol. Actuaba como fiscal Miguel EYEGUE, Fang, ignorante funcional, histérico, individuo sacado de la hez cuyo único mérito es haber dado muerte de forma brutal y cruel a hombres mejor preparados que él. El vocero de aquél tribunal infame, era Expedito Rafael MOMO BOCARA, mitad bubi, mitad Ndowe, con voz vibrante digno de su enorme físico, se dirigió a la muchedumbre pidiendo la muerte pública de aquellos dos hombres desdichados. Miguel EYEGUE, que no conocía más idiomas que el fang, se dirigió en fang a los ciudadanos de Bata pidiendo la ejecución de aquellos dos infortunados —MOKACHE, Ndowe de pura cepa, corpulento, sin temblor en ninguno de sus músculos subió con dignidad el escalón de aquél patíbulo para encontrar la muerte; su compañero, más incisivo, ser defendió con todas sus fuerzas.
Una niña Ndowe de rasgos dulces de mirada profunda, no pudiendo mirar aquella obra macabra,
se tapó los ojos con sus finas manos. Yo estuve ahí.
Han pasado muchos años de aquella crueldad y sigo viendo a MOKACHE y su compañero colgados para escarnio de la Población Civil. Salvador Ela, fang, hoy militar de la junta suprema, diplomado en la Escuela Superior de Fernando Poo (Bioko), fue mi enseñante, hombre de finas costumbres, nos enseñó a leer y aescribir. A él debemos muchos de nosostros, el conocimiento de las reglas básicas de la aritmética clásica. ¿Por qué unió su suerte, entonces, al servicio de un jefe de Estado criminal? Hay Fang honrados, respetuosos de comportamiento recto. No es el Pueblo Fang sino algunos dirigentes de esta étnia quienes han enfangado la Nación, a la cabeza de todos ellos se sitúa el Caín-Francisco Macias Nguema. La democracia que defiende el Partido Federal Democrático y que insiste en complementar esta democracia con una ley electoral justa y descentralizar el Estado, dando a cada Territorio competencias de autogobierno, es la mejor fórmula para una Guinea Ecuatorial mejor. Esta descentralización hay que hacerla con mucho cuidado, con manos temblorosas para evitar centrifugaciones no deseadas. Tenemos que ser capaces de salir del desorden al orden, del conflicto a la paz, de la falta de ley a la ley. La democracia se construye con la oposición no contra de ella.
Alfonso NANANDJ
Partido Federal Democrático
La teoría de mayorías étnicas Y SUS PACTOS “SIN SEPARACIÓN, SIN DISCRIMINACIÓN, SIN AGRESIÓN, conservar la Unidad y la Independencia Nacional” hicieron Guinea Ecuatorial. Francisco Macias Nguema, rompió los pactos de Unidad e Independencia Nacional. “ Sin pactos de independencia, no hay UNIDAD NACIONAL, no existe Guinea Ecuatorial.” Registrate y opina, escribe tu noticia o comentario directamente aquí, o envíalo a tiraniaecuatoguineana@yahoo.com
domingo, 19 de diciembre de 2010
Guinea Ecuatorial, Unión en diversidad
Publicado por
La tragedia de un DICTADOR azotado por todos los lados
en
22:32


Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest
Etiquetas:
Sângô â Mbôka